sábado, 23 de enero de 2010

La muela

No hay nada mejor que un dolor de muelas en sábado. A ver a quien acudo yo para que me alivie. Marisa se ha ofrecido ... pero la técnica del "te la saco de un puñetazo y te remuevo las de al lado" o "espera que cojo los alicates y así, sin anestesia ni nada" no me termina de convencer. Mejor me aguanto.
Hablemos de correr. Poco que decir. Como ya he puesto en entradas anteriores, la rodilla operada me sigue dando guerra. El jueves, de todas formas, volví a probar a correr a ritmo lento, sin machacar las articulaciones. Pleneé unos 10 kms, pero luego me fui animando, en vista de que no me cansaba, y casi llego a los 12, cuestas incluidas. Dolor = 0, buenas sensaciones. Pero ayer tenía agujetas y ganas de hacer nada. No obstante, me armé de valor y me fui a dar pedales. La ruta muy parecida a la del plano de abajo, poco exigente y en plan paseo (bueno, cuando voy solo eso es mentira, jeje, que le voy a hacer). El caso es que después de 37 kms estaba más alegre que unas castañuelas y si no hubiera sido porque el frío viento helaba el sudor me habría hecho algún km más.
Hoy descanso, y mañana también.

domingo, 17 de enero de 2010

Y por fin, llegó el día de la batalla.


Ruta en bici 378842 - powered by Bikemap 

Tengo la rodilla que me echa chispas. Lo único que me calma el dolor es hacer bici. Que cosas, después de operado y todo, la jodía sigue dando guerra, en fin.
Los días de nieve, lluvia y hielo he preferido salir a correr. No paso de los 11 kms, pero bueno, algo es.
Hoy, después de comer y del imprescindible cafetito (un té en mi caso) he sacado la 'espe' a pasear. A pesar de no hacer frío yo me he vestido de invierno.
Salgo por donde siempre, Calle del Pez, camino de las lagunas ... aquí me encuentro a Felisa, Vero, Carmen y Miguel que caminan alegremente, están quemando los chorizos y el tocino, jeje. Sigo por La Jorga, pegado a las lagunas, cruzo el caz, veo que ha bajado algo el nivel después de la última vez que pasé por allí, pero todavía lleva agua. Salgo por el carril del riato hacia el camino de los Moledores.
Después de cruzar la carretera de Villacañas y otro par de caminos, me dirijo hacia las Casas del Muermo, después por la vereda y subo hacia El Polillo. Este tramo no he podido ponerlo en el mapa porque luego he vuelto por el mismo camino y el programita usado no iba sumando kilómetros ...
Vuelvo hasta la Cañada Real y la tomo dirección Madridejos hasta donde se cruza con el camino de las Acedreras. Aquí el paisaje es precioso, una mezcla de marrón húmedo con verde vida contrastado con un cielo azul salpicado de escasas nubes grisáceas. Que pena de no haberme traído la cámara.
Seguidamente tomo el camino de las casas de Bortán, Moledores y después dirección Camuñas. Ahora es todo subida, suave, pero constante. Como se que me queda muy poco de ascenso acelero el ritmo. Busco el camino de Madridejos, aquí, al lado de estas olivas. Venga, unos cuantos metros más de subida y ya todo es bajada hasta casita.
De nuevo en el pueblo, un eurito y a lavar la bici, se ha portado de maravilla.
Me han salido 41 kms en una hora y 52 minutos.

lunes, 11 de enero de 2010

Preparada para la batalla

Mal día para entrenar. La nieve demasiado alta para salir en bici, desconfío de lo que no veo; aunque no estaba tan mal como para correr. Pero mi rodillabarómetro no me ha dejado de doler en todo el día, así que me lo he tomado de descanso.
El sábado salí con la bici, unos 30 kms por el camino de servicio de la autovía de los viñedos. El lado norte tenía mucho hielo y nieve, la conducción se hacía muy técnica de vez en cuando. Al volver lo hago por el lado sur, aquí todo despejado. No hay demasiado barro, pero no me apetece ensuciarme tanto como el otro día.
Ayer carrera a pie. Unos 10 kms a 4'55'' de media el mil. Empecé justo cuando comenzaba a nevar, viento y frío, pero disfrutando como un chavalín.
Hoy, por la tarde, tocaba limpieza. Le he dedicado un buen rato a la btt, ajustes, trapito y vaselina líquida, se ha quedado preciosa y lista para la batalla.
¿A que si?
De varias

De varias

miércoles, 6 de enero de 2010

Consejos de nutrición.

Hoy voy a escribir algo diferente, hablaré de comida.
Va a ser un artículo corto, ya que únicamente lo he estado poniendo en práctica durante el periodo vacacional de navidades, no os voy a aburrir.
Hablaré del polvorón, de este excelente sustituto a los powergeles, barritas y similares aglutinados calóricos que los atletas, en un momento u otro de nuestra actividad, solemos probar.
Este energético en cuestión les gana de mano a todos los comerciales y de marcas conocidas, empezando por el precio; echad un ojo si no os lo creéis a las ofertas de los hipermercados, o mejor, al pequeño comercio de toda la vida, en el que os lo venderán de manera personalizada.
Una vez ganada la batalla del precio hablemos del sabor ¡DONDE VA A PARAR! De esto se puede decir bien poco, ya que basta con elegir la variedad que más nos guste (chocolate, canela, limón ... ummm) y no nos llevaremos nunca una desagradable sorpresa, como podría pasar con uno de los otros.
A la hora de comerlo también salimos ganando. Después de apretujarlo bien en nuestra mano y hacerlo una bolita más consistente, retiramos el envoltorio, normalmente estampado con alegres colores y nos disponemos a degustalos. Es entonces cuando una explosión de sabor inunda nuestra boca, haciendo que toda su masa se extienda por el paladar, la lengua, entre los dientes ... está claro, que cuando comemos uno mientras corremos, debemos concentrarnos al máximo en mantener acompasada la respiración (y no olvidar un traguito de agua después). Cuando tomamos uno 'comercial', es rasgar el envoltorio y tragar como los pavos ¡ala! sin saborear ni nada, puag!!
Ahora las calorías. Contrariamente a lo que muchos piensan, el polvorón no engorda (en todo caso engordaría el que se lo come). Es una mentira de las gordas el que estos productos se instalen en los michelines de los atletas. Esta leyenda urbana se la inventó seguro uno de marketing de los 'comerciales', para que sólo comamos sus barritas y geles ¡ja, lo llevan claro!
Este estudio está avalado en mi propio metabolismo. Me he hartado todas las fiestas a polvorones (aunque no entrenara) y los michelines están igual que el primer día, yo no los veo aquí pegados.
Espero que os sea de utilidad y que si todavía os quedan en casa, no dudéis en comeros todos ;)
Otro día hablaré de las gachas.

Sigue habiendo un tiempo horroroso para entrenar, pero yo no lo dejo. Si llueve demasiado me subo a la elíptica, si no, corro. Cuando no cae ni gota, bici de montaña. Por cierto, ayer me puse de barro hasta las orejas con la bici, cosa que no había hecho en mi vida :P