domingo, 12 de abril de 2015

I Carrera Popular contra el cáncer, Campo de Criptana, 2015

   Primera edición de una prueba organizada con cariño y con mucho apoyo de varias entidades de Campo de Criptana. La organización ha optado por realizar varias pruebas, incluyendo andarines, para niños, una carrera no competitiva y otra de categoría élite. Bajo mi punto de vista ha sido un formato muy acertado, ya que tratándose de una causa benéfica, cuanta más gente participase, mejor; así que ha sido positivo incluir todas esas categorías.
    Representando al C. A. Las Lagunas de Villafranca hemos ido Alicia y yo. Nuestra preparación incluía una exclusiva carga de "hidratos de Casero", o sea, las típicas habichuelas de nuestro compañero Miguel, el sábado anterior en la cocinilla de Coco. La comida y los exquisitos postres pusieron la guinda a una estupenda jornada entre amigos y compañeros. Por suerte, el metano acumulado no ha hecho acto de presencia...
                   (no penséis mal, estaban haciendo flexiones)
    La mañana ha estado fresquita. Soplaba un aire bastante desagradable entre las bonitas calles de Criptana hoy. Pero eso no ha impedido que varias decenas de participantes nos animásemos hoy a correr allí. La organización nos ha invitado a participar primero en la prueba popular a modo de calentamiento, algo que me ha venido de lujo para conocer el circuito.

    Son dos partes bien diferenciadas a las que tendremos que dar tres vueltas. La primera, picando suavemente hacia arriba y con algo de viento en contra. La segunda, al revés, bajando y con el aire de espaldas. De primeras se me antoja que voy a ir fatal, ya que no he entrenado nada las cuestas, así que, al principio perderé puestos y luego me costará bastante recuperarlos. Pero todo eso son, sencillamente, planes y estrategias previas a la carrera. La experiencia me dice que nunca se cumplen...
     Ali ha tenido el detalle de hacerme alguna foto mientras calentaba, ella ha preferido esperar algo más.
     Ya en la línea de salida, le pregunto al amigo Mauri por la gente que allí se encuentra. Rápidamente me da un ganador y los que van a completar el podio; ha dado en el clavo. Yo busco a alguien que pueda llevar mi ritmo, pero a todo el que pregunto y le hablo de 4' el km, sonríe y se aleja. Me dejan desconcertado, no sé si quedaré el último o de los primeros...
     Por fin, a la voz de YA!, comenzamos. Enseguida se forma un trío con los que serán, a la postre, los primeros clasificados. Detrás vamos otros dos corredores veteranos y yo. Pienso que he sido demasiado valiente al salir tan delante, pero el ritmo en la primera subida se me antoja cómodo, e incluso me atrevo a dar un achuchón nada más ponernos a bajar, con la idea de dejar descolgado a otros posibles atletas que vayan como los ciclistas "chupando rueda" y sin aportar nada. Pasamos el primer kilómetro en unos discretísimos 3'53".
     Los primeros nos sacan algo menos de 100 metros en la primera vuelta, que completamos en 6'25". Ya se han formado bien diferenciados los dos pequeños grupos de tres corredores cada uno. Si somos capaces de ir juntos, confío en mi potente final para quedar muy bien clasificado.
     Desde la primera bajada me he puesto delante del grupo perseguidor, pero nada más empezar la segunda subida uno del grupo me pasa. Me pongo justo detrás, intentado que me quite el aire, pero aguanto poco tiempo. Sube mucho mejor que yo, y bastante tengo con aguantar mi actual quinto puesto. El otro veterano también se ha quedado algo detrás, unos 10 metros, lo que es, de momento, buena señal.
     Segundo kilómetro en 3'54". Terminamos de subir y no me veo mal de fuerzas, pero mi intento de alcanzar al cuarto es infructuoso. Pasamos el tercer kilómetro al mismo ritmo que el anterior, 3'54", y algo me dice que la última subida me va a costar más de lo que esperaba...
     La segunda vuelta la completamos en 6'21", y ahora es cuando empiezo a echar de menos haber ido algún día a entrenar al puente de la autovía de los viñedos, o a cualquier otro camino con algo de pendiente, porque toda la gasolina que llevaba se ha esfumado completamente. Tanto que el cuarto kilómetro se me va a 4'04"...
     La parte "buena" es que no pierdo de vista en ningún momento a la cabeza de carrera; no me habrán sacado más de 150 metros en ningún momento de la prueba. Pero la parte "mala" viene detrás, el otro veterano del grupo que formamos al principio. Aprovecho un giro para echar un vistazo y aliviado, compruebo que ahora irá a unos 20 metros tras de mí. Aguanto como puedo casi toda la subida, pero el último tramo aflojo bastante para intentar recuperar un poco la respiración. Se me ha puesto dolor de estómago del esfuerzo y no me queda más remedio que levantar el pie del acelerador.
     Giro de nuevo para bajar y vuelvo a mirar; la distancia se mantiene. Esto me ayuda a afianzar mi quinto puesto y me lanzo a por el último tramo de la carrera. Comienzo a un buen ritmo, pero dejando un cartucho en la recámara, por si acaso. En este punto me encuentro a Ali, que va tocada con los gemelos. Le digo que complete la vuelta y se pase por meta, diciendo a los organizadores que ha abandonado. A la pobre le ha sentado mal, pero no hay otra cosa que hacer en estos casos. 
     A falta de unos 350 metros doy un fuerte cambio, no sea que se me haya acercado mi perseguidor sin que me diese cuenta, mientras hablaba con Ali. En el último giro veo que me he alejado un poco y me tomo ya con más calma los metros finales.
      Entro en quinto lugar, con un modesto crono de 19'13", muy contento de haber llegado tan delante.
      Después de la entrega de trofeos, se ha hecho un sorteo con productos típicos del pueblo y con lotes elaborados de algunos comercios locales. Aunque no nos ha tocado nada, lo hemos pasado de lujo. Ha sido todo un placer correr hoy aquí.
      Moraleja: hay que entrenar más.