Muy optimista me encontraba yo cuando escribí la anterior entrada. Pensaba que los entrenos iban bien, que "progresaba adecuadamente", pero no, lo que estaba haciendo es estropeando mi gemelo, aquiles, o lo que sea que ahora me duele.
Tras unos días de descanso después del primer aviso, el domingo me animé a correr con Ali. Nos hicimos 6 kms más unas cuestas en las lagunas, aprovechando una hermosa mañana soleada en la que a muchísima gente le dio por lo mismo: correr. Fueron muchos y muchas los que nos encontramos por el camino y por el recinto lagunar y yo, super-orgulloso de ir acompañado de mi hija.
Esta buena sesión de entrenamiento me dio ánimos para volver el lunes, esta vez yo solo. Salí a eso de las 12, con una temperatura inmejorable y nada de viento. Preparé agua, llaves y gps, iba a probar una nueva aplicación, el 'endomondo'. Unos minutos para coger satélites y a trotar!!
El ritmo es muy alegre desde el principio, pasando el primer km por debajo de 5'20'', cosa rara, después de tantos días de descanso; pero antes de llegar a los 1500 metros llega el primer aviso; sin dudarlo, doy la vuelta y regreso maldiciendo entredientes, ya que ni siquiera he roto a sudar. Unos metros después el dolor desaparece e, ignorante de mi, decido tomar otro camino y continuar "a ver que pasa". Pues pasa que más adelante me encuentro con mi cuñado y decido aflojar para acompañarle ¿que mal me puede pasar al ir despacio? fácil, que enseguida un segundo aviso, esta vez más serio, me hace desistir de inmediato. Me despido y sigo casi arrastrando los pies, pero, de nuevo, intento acelerar y ... ¡crac! algo se ha roto :( Un tremendo dolor agudo casi me impide siquiera andar, ni siquiera puedo estirar para calmar el dolor, es peor cuando lo intento. Todavía me queda 1 km para llegar a casa y el camino de vuelta será, sin duda, un suplicio.
Cuando llego a la altura de nuestro magnífico campo de fútbol (sin pista de atletismo, fíjate) aparece un piadoso vecino que accede a llevarme hasta mi casa (es que llevaba una cara y una cojera que pa' que!).
El médico de urgencias dice que puede ser una rotura fibrilar. El fisio que una contractura y el de cabecera que 20 días de baja ...
Pues eso, que adiós a Quintanar.
8 comentarios:
Ya lo siento Eladio. Ya sabes que una tercera opinión nunca va de más!! pero de cualquier forma, mejor recuperarse bien para pode seguir disfrutando. ;) mucho ánimoooo!!
Animo. No sé quien dijo que quien entrena se lesiona...
Pues eso, ánimo y a pensar en el siguiente.
Animo. No sé quien dijo que quien entrena se lesiona...
Pues eso, ánimo y a pensar en el siguiente.
animo y pensar en el siguiente!!
Anita, muchas gracias por los ánimos :-)
Juan, es una lección que tengo muy aprendida, por eso trato siempre de ser prudente y parar al primer aviso. Lo de ayer fue a traición, son cosas que dan mucha rabia cuando te pasan y tu crees que lo estabas haciendo bien.
Gracias por vuestros comentarios.
Por cierto, hace un tiempo que modero los comentarios, por eso no salen hasta que yo los leo primero (tengo muchos problemas de spam)
Eladio una pena,pero hay veces que uno no levanta cabeza,ojala sea lo menos complicado lo de tu lesion,que quizas sea lo de la contractura.De todas formas ten mucha paciencia y animo que estos nubarrones seguro que pasan,suerte y reposo.Federico
Gracias por tus ánimos Federico. Ayer confirmó el traumatólogo que se trata de rotura fibrilar (también me ha pedido hacer una eco para asegurarse).
De momento duele menos, ya que he conseguido averiguar de qué forma puedo andar sin problemas.
A descansar tocan.
Publicar un comentario