martes, 2 de enero de 2024

III San Silvestre de Tomelloso, 31-12-2023

 Finaliza un nuevo año, un año diferente, un año que, si no hubiese sido por las lesiones, habría sido fabuloso. No obstante, no ha sido malo, sobre todo teniendo en cuenta las últimas carreras...

Como no pude ir a Villacañas por trabajo, me tocó estar buscando alguna San Silvestre que no estuviese lejos, que fuera por la tarde y a ser posible, a primera hora. Tomelloso reunía todas las condiciones. Cuando le conté mis intenciones a Miguel, no lo dudó un instante "tío, yo me voy donde tú vayas". Y  Alicia más de lo mismo "papá, inscríbeme, que yo también corro en Tomelloso". Por desgracia un resfriado unos días antes impidieron a mi hija correr; la parte buena es que ganamos una fotógrafa jeje.

Allí que nos presentamos, prudentemente con una hora de antelación. Nos dio tiempo a tomar café, coger los dorsales y la bolsa (pedazo de bolsa del corredor buena, por cierto), cambiarnos y calentar tranquilamente.
Quedamos con Ali para que intente hacernos alguna foto y de paso, que nos lleve unas sudaderas para después.
Ya me había adelantado mi amigo Cerezo que suele venir mucha gente disfrazada y, teniendo en cuenta que estábamos casi 600 inscritos, decidimos echarle un vistazo a la zona de salida.

Se trata de una calle estrecha, uno de los accesos a la Plaza de España, y encima, haciendo curva. Le digo a Miguel que vamos a ponernos lo más delante posible para evitar el embudo y vaya que si lo hicimos, de muestra un botón:

Por suerte, tengo que esquivar a tan solo un corredor (el que va de negro), pero el precio fue demasiado caro, salimos casi a tope y eso al final se paga.
En el momento que la calle se ensancha, cerca de una rotonda, alcanzo a Miguel, que ya se ha dado cuenta de lo rápido que va, lo paso y sigo a lo mío. Pocos metros después me adelantan un par de corredores (uno de ellos con el pelo blanco, ya estamos de pitorreo...). Los primeros van disparados, nos han sacado mucha distancia en muy poco tiempo. Yo procuro que el del pelo blanco no se vaya demasiado lejos. A su lado va otro veterano, el que quedó detrás de mi en Lillo. Supongo que estoy en el sitio correcto, aunque no se si a la velocidad adecuada. He estado trabajando las dos noches anteriores a la carrera y apenas he dormido ni descansado. Confío en que voy bien entrenado, estoy en buen estado de forma y la prueba es corta.
El circuito es muy sencillo, una recta de un kilómetro y volver casi por el mismo sitio. Lo poco que se callejea hace que se completen los casi 2'5 km de cada vuelta. Digo casi porque además de que mi gps dio bastante menos, después lo he medido con un par de herramientas de internet y me salen 4'8 km totales.
Sobre el segundo kilómetro adelanto al corredor que también fue a Lillo, no miro atrás ni un momento, voy confiado y fuerte. Ali nos espera poco antes del arco de meta y hace su trabajo a la perfección:


Luego, en casa, viendo las fotos, me di cuenta de que el otro veterano me seguía muy de cerca en ese punto...

Primera vuelta. No miro el reloj, hay mucha gente animando en la plaza, supongo que eso hace que me acelere un poco. Un chaval más joven me adelanta en este punto y yo intento seguirlo o al menos, tratar de que no se vaya demasiado lejos, quiero afianzar mi posición.

Gracias a Uti por encontrar esta foto en la que según él, llevo cara de concentración. Pero no es eso lo que yo percibo. Empiezo a pagar todo de golpe: el no dormir, la salida demasiado rápida y el plato de lentejas que me comí poco antes de venir a correr... Me empieza a doler la barriga, a la altura del diafragma, signo inequívoco de que voy pasado de rosca. Miro el reloj y ya he bajado considerablemente el ritmo, pero me cuesta muchísimo mantenerlo. La interminable recta del primer kilómetro parece no tener fin. Me falta el aire, me pesan las piernas, los brazos, llevo el cuello agarrotado, todavía quedan dos kilómetros y lo peor de todo, el del pelo blanco no se deja atrapar :) :)
En el siguiente giro decido bajar un poco el ritmo a propósito, necesito coger aire. Volvemos a girar y miro de reojo hacia atrás. Me sigue un grupo a unos 30 metros, van dispersos, espero que no se pongan a dar relevos, ya que me alcanzarían con facilidad.
Cuando volvemos a encarar la larga recta veo la cola de la carrera, voy a tener que doblar a mucha gente que va andando y disfrazada. Por suerte apenas hay un momento en el que se estrecha mucho la cosa, pero no hay incidentes, al contrario, cuando se dan cuenta se apartan y dan ánimos. El público de las calles también aporta su grano de arena, hay mucha gente gritando y aplaudiendo. Hay que reconocer que en estos momentos, esos detalles ayudan bastante.
Poco a poco voy recortando metros al veterano que llevo delante, pero no me veo con fuerzas en absoluto para pensar en esprintar llegado el caso. Los metros van pasando y mi cara y mi respiración deben ser un poema. Se me está haciendo más largo que un maratón ¡madredelamorhermoso!
Últimos giros, paso al lado de Ali (no me ve hasta el último segundo), termino de darlo todo y cruzo la meta en 17'47''. Según los del cronometraje 18'14'', no entiendo por qué tanta diferencia...
Lo primero que hago es ir a preguntar la edad al corredor que me ha precedido (si, el del pelo blanco). Está tan sofocado como yo, me mira y me dice "yo tengo 48 años" olé, le doy las gracias y una sonrisa enorme me empieza a brotar de la cara. Enseguida llega Miguel, me ha ido pisando los talones (aunque luego me contó que dejó de verme poco después de que lo rebasara al principio). Para el reloj, le echa un vistazo y me abraza muy contento. Ha corrido por debajo de 4' el km, ¡TOMA YA!.
Charlamos y comentamos la carrera mientras bebemos agua y nos comemos el donut que nos da la organización. Le digo a Miguel que creo haber entrado entre los 15 primeros y que seguramente suba al podio. Buscamos a alguien que tenga un teléfono y pueda leer el código QR del dorsal, ya que, cosas de la era moderna, la clasificación provisional es instantánea. Alicia dice que su móvil no tiene, así que nos deja las sudaderas, la dejamos en la plaza y nos vamos a poner ropa seca y un abrigo.
Nada más vestirnos comprobamos los resultados:
14º de la general, primer veterano B buaaaa!!! que alegría!!!! corriendo de nuevo a la plaza para subir al podio!!
EL premio por ganar en categorías es muy generoso, una enorme copa y una cesta muy completa con productos de la tierra. He de reconocer que me ha encantado la prueba, a pesar de lo que he sufrido. Este año voy a tener dilema a la hora de decidir cual correr...








jueves, 28 de diciembre de 2023

Carreras de Navidad, Puerto Láice y Lillo 2023.

 Cuando llega diciembre nos gusta ir a todas las carreras que podemos, pero el abanico es tan amplio que no queda más remedio que filtrar y acudir a las que el trabajo me permite. Este año no habrá San Silvestre Villacañera, ya que la han trasladado al día 30 y me es imposible acudir, en su defecto, iremos a Tomelloso, Miguel, Ali (que posiblemente se la pierda por resfriado) y un servidor.

Mientras tanto, y para ir abriendo boca, el pasado sábado 23 nos fuimos a la tradicional carrera de Navidad de Puerto Lápice. La idea era hacerla sin sufrir demasiado, ya que al día siguiente corríamos por la mañana en Lillo. Si, es un poco excesivo, pero teniendo en cuenta que el sábado solamente serían 1800 metros...

Y allí nos presentamos, Ali, Miguel y yo, en representación del C. A. las Lagunas de Villafranca.

Tras un breve calentamiento nos colocamos en línea de salida junto a no más de otros 20 corredores. Entre ellos está Higinio, que además de participar, asume la labor de organizar, enhorabuena! Además se ven otros tres o cuatro atletas "muy finos", por lo que este año descarto de inmediato subir al podio. Salimos disparados, como siempre, y tengo que retener a mi pupilo, que va como una moto. Después de cada giro me da la sensación de ir bajando ligeramente el ritmo, pero al pasar más de la mitad de la prueba, en el km 1, Miguel me "canta" que vamos a 3'47''. Es más rápido de lo previsto, pero el caso es que, antes de que nos demos cuenta hemos acabado, así que, ¿para qué frenarnos?. Y así lo hicimos, acabamos en las posiciones 6 y 7 de la general, en un tiempo de 7'27''. Muy contentos. Sin apenas parar a tomar el aire, nos vamos con Ali, que en ese momento pasa a la altura de la meta, faltando un giro para completar la carrera. Este año nos hemos ido después de ver la entrega de trofeos, era muy tarde y todavía no habían repartido las tortas con chocolate...en fin, para el año que viene.
 
Al día siguiente, con tiempo más que de sobra, nos fuimos a Lillo para participar en la XI carrera de Navidad. Es la primera vez que voy allí a correr, ya tenía ganas. Allí nos encontramos a mi amigo José Torresano, a Miguel Salas, a Mª Victoria, a Martín (trabajando, no pudo correr), Maxi, Roberto Roldán, y nuestro compañero de club José Patiño...bueno, paro ya de nombrar gente, que luego se me olvida la mitad jeje.
Cuando recogemos el dorsal le pregunto a Miguel Salas si han venido otros veteranos conocidos (de los que corren más que nosotros) y me contesta muy seguro que no, que esté tranquilo que vamos a ser los primeros de nuestra categoría. Pero yo no estoy tan seguro, se ven muchas canas y muchas piernas finas, hoy habrá que trabajárselo bien si quiero llevarme un trofeo a casa.


 Para el calentamiento nos juntamos con José Torresano y acordamos dar una vuelta completa al circuito, pero como no paro de hablar con cada persona que veo y me saluda, se nos echa la hora encima y tenemos que quedarnos cerca del arco de meta para no despistarnos y llegar tarde.
Me veo optimista, las piernas no se resienten del calentón del día anterior, auguro una buena carrera.
Llega la hora y me coloco en segunda fila. Nada más empezar, el amigo Salas me dice que me ponga a su lado, pero cuando llevamos tiempo suficiente como para que el reloj me diga el ritmo con bastante precisión (3'30'') descarto de inmediato acompañarlo. Aflojo un poco y me adelantan 5 o 6 corredores. Después del primer giro y sin haber podido regular todavía la "velocidad de crucero", adelanto a María Victoria. Nuevo vistazo al reloj, 3'45'', uf, voy un poco pasado de rosca, tengo que regular la primera vuelta. Kilómetro uno en 3'49''. Al final de la calle Navarra hay un giro a derechas bastante cerrado, algo de tierra suelta junto a la acera, así que me abro prudentemente y aunque hago unos metros de más, prefiero asegurar el no ir al suelo por un resbalón. Poco más delante hay otro giro cerrado a izquierdas y enseguida el kilómetro dos, que paso en 3'53''. Esto es otra cosa, a esta velocidad si que me veo capaz de completar lo que queda de carrera. En ese punto, justo delante de mi va un corredor con el pelo completamente blanco y a Salas acabo de perderlo de vista. Me empiezo a poner en plan competitivo y acelero ligeramente hasta darle alcance. Los amigos de Lillo han puesto pegatinas de colores en los dorsales para distinguir las categorías de edad, así que cuando sobrepaso al amigo cano, me fijo en su dorsal. Bien, la pegatina es de otro color. No puedo evitar decirle: me llevas asfixiado, pensando que somos de la misma categoría!! a lo que me contesta (conforme puede): no no, tengo el pelo blanco, pero no soy tan viejo. 
Pasamos por meta (km 3, a ritmo de 3'50'') y unos metros por delante veo a otro que también peina canas. Lleva buen ritmo, pero cuando veo que en la siguiente esquina se sube a la acera para recortar, pienso entre mi: a este también lo adelanto. Justo al pasar a su lado me fijo en la pegatina y ... tachán!! es de los míos!! le doy ánimos mientras lo adelanto con un poco de sarcasmo y para que no se le ocurra pegarse a mi, acelero un poco. Desde hace unos metros voy distinguiendo al amigo Maxi también por delante. Parece que va más flojo que yo. Mantengo el ritmo y le doy alcance. Le animo para ver si se queda a mi lado, pero a los 50 metros escasos tiene que levantar el pie del acelerador y bajar. Yo sigo a lo mío, pasando el cuarto kilómetro en 3'46''. 
Me encuentro perfecto de fuerzas, decido no aflojar, ya que queda muy poco y no quiero el el veterano que recién he adelantado vuelva a recuperar su puesto. Con tan buenos ánimos, en el giro pronunciado a izquierdas me da un pinchazo en el aductor de la pierna izquierda...MIERDA!! ¿A que no soy capaz de terminar la carrera? ha sido un pinchazo relativamente fuerte, justo cuando adelantaba a un atleta de Villacañas. Por unos momentos me veo fuera de la prueba, pero algo dentro de mi me dice que siga, algo más flojo, pero que siga.
Ya iba bien lanzado cuando me dio el pinchazo, justo antes de pasar el quinto kilómetro en 3'45''. El villacañero se pone a mi lado y me rebasa con facilidad. Yo aprieto con la mano izquierda en la zona del pinchazo y parece que me alivia ligeramente el dolor, tanto como para tratar de mantener la inercia de la carrera y volver a ponerme al ritmo de antes. Acabo el último kilómetro a 3'45''.
22'21'' en meta, segundo veterano C ¡toma ya!
Miguel termina en 23'42'', también muy contento con el resultado. Se ha quitado la espinita de Puebla, donde pudo haber dado de sí un poco más.
Todavía con algo de molestia en el aductor, decido no ir en busca de Alicia, quiero ser precavido, que el próximo 31 hay que correr en Tomelloso.







lunes, 13 de noviembre de 2023

VI 10 K Almoradiel, 12-11-2023.

 Me he saltado un par de crónicas este año, la principal, la del pueblo, la XXV edición de la carrera popular Las Lagunas de Villafranca. Este año la hice con Miguel, de liebre, y la disfruté como pocas veces he hecho. La otra fue el 10 K de Herencia, también de liebre con Miguel y también en modo disfrute.

Desde la última parada por molestias a principios de julio no he vuelto a recaer. Entreno bien y no me duele nada. No hago ritmos altos, voy siempre controlando las pulsaciones.

Y con muchos kms acumulados en las piernas, nos presentamos Uti, Miguel, José y un servidor en La Puebla de Almoradiel. Una temperatura perfecta y una ligera brisa que servirá para refrigerar los motores. (el amigo José no llegó a tiempo para la foto).

Las sensaciones desde el calentamiento son muy buenas, me encuentro muy optimista y, aunque tenía la esperanza de lograr un podio en mi categoría, al ver los "viejunos" allí presentes, no quise hacerme muchas ilusiones.

Nos encontramos a muchos conocidos. Menos mal que llegamos temprano y nos dio tiempo de saludar a todos.

Trotamos unos 3 km, meto algún progresivo muy suave y nos vamos directos a la línea de salida. Me coloco prácticamente en la primera fila. Conozco el recorrido de memoria, cada pequeña subida, cada bajada, la zona del río, los apenas dos giros algo más estrechos, no va a haber sorpresas.

Empezamos puntuales y a pesar de mi buena colocación, tengo que esquivar a un señor que se ha colocado delante, pero que anda muy lento, le rozo un poco con el codo y me disculpo.

La primera calle es en una ligera subida, trato de ir lo más lento que el pelotón de corredores me deja, ni adelanto ni me adelantan. Giramos a izquierdas y comienza la bajada. Me pongo al lado de Victoria y le pregunto por sus intenciones, me contesta que va a ir por sensaciones (o sea, que va a ir controlando a las rivales jeje). La adelanto pocos metros después. Se va acercando el primer kilómetro, justo a la salida del pueblo. En esta zona viene un poco de aire de frente, así que decido buscar algún corredor que me haga de pantalla. Veo delante a dos que van juntos y me digo: ""estos son"". Acelero y los alcanzo enseguida. Paso el primer km por debajo de los 4 minutos, más rápido de lo previsto, pero como dije al principio, hoy soy optimista, voy a jugar con el recorrido, ya bajaremos la marcha cuando sea necesario.

Mis dos acompañantes van cumpliendo su función perfectamente, uno de ellos va dando instrucciones al otro, me recuerda a mí cuando voy con Miguel. Voy mirando el cronómetro de reojo, vamos todo el rato ligeramente por debajo de los 4 minutos el km. Imagino que llevan el objetivo de bajar de 40 minutos en meta y empiezo a pensar que correremos juntos todo el tiempo.

Llegamos al río, giramos a izquierdas y seguimos nuestra marcha. Voy tan cómodo que ni me lo creo. Vuelvo a mirar el crono y vamos a 4'10''...ya decía yo. No le doy mucha importancia, me vendrá bien para guardar fuerzas, que seguramente después necesitaré.

Desde el primer km localizo visualmente a Luis, un villacañero de mi grupo de edad que anda, normalmente, más rápido que yo. Desde que pasamos el puente y giramos de nuevo al pueblo, le empiezo a recortar distancia. Miro el crono, voy muy "relajado", los km 3 y 4 los hemos pasado algo más lentos, por encima de 4', así que, aprovechando un pequeño hueco, adelanto a los dos compañeros y sigo solo hacia adelante. Mantengo un ritmo alegre, pero no me excedo, ya que ahora vienen unos pequeños desniveles en positivo hasta llegar a terminar la primera vuelta. En la última de estas subidas alcanzo a Luis, me pongo a su lado y no lo adelanto. Cruzamos el arco de meta, según el crono oficial, en 20 minutos y 4 segundos. Giramos, me voy hacia el avituallamiento y cojo un vaso de agua, está muy lleno, pero apenas me caen unas gotas encima tras echarle un sorbo. Luis sigue a mi lado, no ha aprovechado mi bajada de ritmo al beber agua para adelantarme. Estoy decidido a dejarlo atrás, pero no va a ser nada fácil.

Comienza de nuevo la bajada. Mantengo el ritmo los primeros metros, pero enseguida comienzo a alargar la zancada en un par de ocasiones, quiero ver si mi contrincante responde. Y efectivamente, responde, escucho su respiración justo un metro por detrás. Pero no es una respiración controlada, va algo agitado, buena señal (para mi, claro). Pasamos el 6 por debajo de los 4 minutos. Sigo con unas sensaciones estupendas, pero antes de volver a entrar a los caminos de grava, me empiezan a dar pinchazos en el isquio de la pierna izquierda. No me lo puedo creer, ¡con lo bien que voy! Empiezo a plantearme una posible retirada, pero al presionar con la mano en la zona donde me pincha, el dolorcillo se alivia, así que decido continuar. El km 7 también lo bajo de 4 minutos. Aquí alcanzo a otro corredor, que, al verme, parece sorprendido. Me dice algo, pero no lo entiendo, y le contesto "hay que ir de menos a más". Lo adelanto enseguida.

Paso la zona del río sin pena ni gloria. Veo corredores delante y trato de alcanzarlos. A poca distancia parece ir la primera mujer, acompañada de Javier, un corredor local que siempre llega por delante de mi. Doy por hecho que le va haciendo de liebre, pero cuando les doy alcance, Javier me dice que va "tocado" y la mujer se adelanta. Corro unos metros en paralelo a ella, justo para salir en una foto (a ver si la publican jeje) y enseguida continúo a lo mío. El km 8 lo paso en 4 minutos justos.

A unas decenas de metros va un corredor de Villacañas, es más joven que yo, pero también trato de alcanzarlo. Aunque lo llevo como objetivo, mantengo mi ritmo y paso el km 9 también en 4 minutos justos. Vamos a entrar al pueblo y quedan unos pocos metros de subidas que, si no has ido controlando las fuerzas, se te pueden atragantar. Pisamos asfalto. Alcanzo al villacañero...espera, no, se ha girado y me ha visto, acelera un poco y no se deja adelantar. Imagino que quiere luchar la posición, pero no es mi guerra, mi objetivo en este momento es bajar de los 40 minutos en meta y ya voy soltando todo lo que tengo en las piernas. En el penúltimo giro llegamos a la última subida, acelero y enseguida se queda atrás el otro corredor. Encaro la meta y alargo lo que puedo las zancadas. Acabo con la respiración muy agitada, pero no tardo nada en recuperarme. Enseguida miro el cronómetro: 39:45 según mi reloj. La alegría que tengo en ese momento es enorme. Era muy optimista antes de empezar y soñaba con esta posibilidad. El haberlo logrado es realmente satisfactorio. ¡Y encima tercero de la categoría!

Miguel y Uti llegan enseguida, en 43 y 44 minutos respectivamente ¡enhorabuena compañeros! A José no lo veo de llegar, ya que acompaño a mi pupilo (Miguel) mientras recupera el resuello. Otra anécdota de la carrera es que justo al terminar, el corredor de Villacañas que adelanté en la subida me pregunta: ¿como es posible que acabes tan fuerte?, en lugar de responder, me quito la braga de la cabeza, a lo que se contesta a sí mismo: ya veo, peinas muchas canas jajaja.





lunes, 22 de mayo de 2023

VI Carrera popular Renacer, Camuñas 20-05-2023

 

El Club de Atletismo Renacer organiza esta bonita carrera popular, que transcurre por algunas de las calles más céntricas, y dicho sea de paso, más empinadas, de Camuñas. Se trata de un circuito completamente urbano y asfaltado de 4 kilómetros al que hay que dar dos vueltas. Advierto, para quien se anime a participar y no lo haya hecho antes, que lo va a pasar nada más que regular si se excede de ritmo en los dos primeros kilómetros. Pero si haces tu carrera por sensaciones y dejando a un lado el cronómetro, seguro que te gusta. Camuñas es un pueblo pequeño, que sabe sacarle muy buen partido a sus rincones más bonitos.

En lo que se refiere a este humilde corredor, la cosa pintaba muy bien los días previos. Pude enlazar muy buenos entrenamientos y recuperaba de un día para otro perfectamente. Pero claro, no todo va a ser de color de rosa, así que tres días antes me pillo un buen resfriado, que, por suerte, el único síntoma que me afectaba era la congestión (como si eso fuera poco…).

Para compensar, rompí la hucha y me hice con unas zapatillas nuevas para las competiciones, unas mixtas, que tienen algo más de amortiguación y durabilidad que las “voladoras”. Además, yo no vuelo, así que ¿para qué usar un modelo reservado más bien para la élite?. Decidí estrenarlas el mismo sábado de la carrera. Una apuesta arriesgada, pero que salió bastante bien.

A la hora de recoger el dorsal me encuentro, como siempre, muchas caras conocidas, amigos corredores que me preguntan si he venido solo … vaya, pues si, ningún lagunero más se ha animado. Parece que esta carrera ha pasado un poco desapercibida, injustamente, bajo mi punto de vista, ya que está bien organizada, le ponen cariño y ganas … vamos, que tiene muchos puntos a favor. Me da a mí la sensación que las cuatro cuestecillas tiran para atrás.

Línea de salida, muy pocos participantes, de hecho, tan solo 44 llegados a meta. Entre los de mi categoría (mayores de 50 años), Miguel Ángel Salas, Luis (villacañero muy rápido), un Trainingrey, que seguro anda bastante bien… nada, me quedo sin opciones a podio jeje.

Vistos los rivales y consciente de mi resfriado y las pocas posibilidades de llegar de los primeros, opto por ser prudente y no exigirme más de la cuenta, aunque me pongo en la segunda fila de la salida.

Nada más dar el pistoletazo me adelantan varios corredores por ambos lados ¡cuánta prisa! (la historia de siempre, dadme 500 metros para que cada uno se ponga donde le corresponde).


 

A pesar de haber hecho un calentamiento tirando a cortito, llevo muy buenas sensaciones de inicio. Las piernas se mueven ligeras, sin la pesadez que suelen tener al principio de las carreras. Las zapas nuevas son la caña, tienen un plus de respuesta, retorno, rebote, llámalo como quieras, que me hace ir muy cómodo.

El circuito comienza dirección a Villafranca y antes de hacer el primer giro de vuelta al centro de Camuñas, puedo contar los que llevo por delante … a ver: uno, dos, tres … voy el 14. Me gusta el número, tanto que me conformo con acabar en ese puesto al final. Pero esto no ha hecho nada más que empezar y las posiciones bailan, seguro.

En cuanto pasamos la mitad de la Calle Alcázar ya se nota la primera subida, que se acentúa al unirse a la Calle Imperial. Hay público por esta zona y van animando a un local que va justo detrás de mí. No me da curiosidad por saber si es más joven o de mi categoría, yo voy a lo mío, no tengo ganas de guerra. Voy justo detrás de María Victoria, que últimamente está muy fuerte y me da por pensar que igual me estoy pasando de ritmo … ¿o es que ella ha salido en plan cauteloso, sabedora del perfil de la carrera? El caso es que mantengo la distancia y no intento darle caza. Aprovechando que se baja el ritmo subiendo, miro un poco más delante y veo que nos preceden un corredor con el pelo blanco y camiseta amarilla, exactamente como la lagunera y otro que, por la pinta, también parece cincuentón (vaya con los veteranos). Hago mis cuentas: Miguel, Luis, el Trainingrey, los dos que van delante … uf, por lo menos el sexto de la categoría… anda bueno va!!




 


 

Poco antes del primer kilómetro acaba la subida, hay un falso llano en el que aprovechamos para volver a subir un poco el ritmo. Pasamos la Plaza de los Danzantes, cruzamos la travesía y continuamos hacia la Plaza del Arenal. He hecho bien mis deberes y sé que ahora llega la subida más dura. Nada más girar hacia la Calle Antonio Machado alcanzo a María Victoria, me pego a su espalda, pero no la adelanto. Giramos por Guindalera y la cosa se empieza a poner seria. Intento retener lo mínimo, lo suficiente como para que las pulsaciones no se disparen. María Victoria empieza a respirar con fuerza, mala señal. Me pongo a su lado al girar por Miguel de Unamuno, pero ni siquiera la saludo, no pienso soltar ni una molécula de oxígeno en vano. Después de la carrera, en tono de broma, me lo reprochó jeje. El caso es que antes de llegar arriba del todo, junto al Molino de la Unión, la he adelantado.

Kilómetro 2 y primera bajada seria. Es hora de comprobar si la amortiguación de las zapatillas nuevas es lo suficientemente generosa como para aguantar mi peso o si, por el contrario, voy a sufrir por cada zancada que dé. Entro de talón, reteniendo, y por suerte, las zapatillas responden sobradamente. Bajo pulsaciones y aumento el ritmo.

El de amarillo ha adelantado al otro, y yo también le voy comiendo terreno. Llegamos de nuevo a la Plaza del Arenal y giramos, para subir de nuevo, por la Avenida de la Constitución. Mantengo la sangre fría y no derrocho recursos para alcanzar al siguiente atleta, en estos momentos, ya sé que podré con él. Terminamos la última subida (de la primera vuelta) en la Calle las Viñas, justo el kilómetro 3, giramos dirección Plaza del Arenal y me dispongo a adelantar.

Volvamos a hacer cálculos: iba el 14, he adelantado a María Victoria y ahora al otro veterano. Voy el 12, me gusta.

Tampoco he perdido de vista al veterano de amarillo, a pesar de haberme acelerado, mantiene la distancia. Llego al arco de meta para completar la primera vuelta en 16’25’’ y cojo una botella de agua que me ofrece un voluntario. La temperatura es ideal, pero está algo nublado y hay humedad, por lo que voy sudando con ganas, así que doy un trago y deshecho el resto.

No tardo nada en dar alcance a mi predecesor. No sé si ha pinchado o se está tomando un respiro, el caso es que me pongo a su lado antes de lo que esperaba. Hacemos un pequeño comentario sobre lo que nos espera y avanzamos juntos. Lorenzo Castellanos se llama.

Ya en la Calle Alcázar me pongo delante y Lorenzo se pega a mi espalda, igualito que los ciclistas cuando empieza a ponerse empinada la carretera. Este hombre sabe bien lo que hace (pienso entre mi), va a ir aquí pegado hasta el penúltimo kilómetro y me va a dar matarile… El caso es que, aunque no nos estemos jugando nada, yo quiero llegar delante (¿qué raro, no?) y me dispongo a elaborar una estrategia para conseguirlo. A ver, pienso, subo algo más lento hasta el Molino la Unión, reservando fuerzas, bajo más rápido que en la primera vuelta, vuelvo a bajar el ritmo desde la Plaza del Arenal hasta el kilómetro 7 y desde ahí a meta a darlo todo (parece un buen plan, voy a ponerlo en marcha). 


 

Justo cuando llegamos a la Calle Imperial adelantamos a un corredor más joven al que no había tenido en cuenta hasta ese momento.


 

Recapitulemos: ahora voy el 10 de la general, tela marinera jajaja.

Lorenzo se encarga, con un resoplido, de poner fin a mi elaborado plan nada más empezar. Se ve que antes de llegar al Molino se le han ido mermando las fuerzas y no puede seguir a mi lado. Pues nada, voy a reducir lo mínimo imprescindible como para mantener una distancia tal que no le den ideas de recuperar posición jeje.

En una de las calles puedo ver por delante a Luis, el villacañero. Está demasiado lejos y queda muy poco como para intentar una locura. Me limito a seguir mi ritmo y a continuar disfrutando lo máximo. Que si, que lo voy disfrutando, que hoy no tocaba penar, y entre la buena posición que llevo y las geniales sensaciones de las zapatillas nuevas, voy más feliz que un niño en una juguetería.

Arreón final, arco de meta y paro el crono en 32’42’’ oficiales, consiguiendo una media de 4’05’’ y una segunda vuelta sensiblemente más rápida que la primera. No puedo estar más contento.


 

Como bien había calculado, cuarto veterano B, medalla de chocolate … mmmmm que rica!!

Las clasificaciones pueden verse aquí: http://cronosportradio.es/g-live/g-live.html?f=../RESULTADOS23/CAMUNAS/RENACER.clax

viernes, 20 de enero de 2023

X Carrera Popular Las Paces, Villarta de San Juan 2023.

 

No se puede pedir más. Esta es la conclusión a la que he llegado después de correr el domingo 15 de enero en Villarta de San Juan. Vamos un buen grupo de laguneros, terminamos todos contentos, hago mejor marca de lo que esperaba, corre Ali y lo mejor de todo, captan nuestras caras de alegría en carrera. Lo dicho, no se puede pedir más.

Retomo la costumbre de escribir una crónica después de una carrera. No sé cuánto durará. El caso es que me ha salido una pareja de nuevos lectores que me han pedido que plasme el resultado de esta afición que tengo de correr y si la pareja en cuestión son tus padres, no hay nada más que pensar. A escribir se ha dicho.

Antes de entrar en detalles, voy a poner al día a aquellos lectores que casualmente vuelvan a pasar por el blog y no sepan nada de mí desde la última vez que escribí. Resulta que la pasada primavera, en un chequeo rutinario, me detectaron un bloqueo aurículo-ventricular de segundo grado, tipo uno. Suena chungo, pero el caso es que no tengo síntomas. Aunque procuraba no exteriorizarlo, por dentro estaba acojonado. Pasé un mes sin apenas salir a correr. La poca bici que hacía era en plan paseíto verano azul. Y así llegué al mes de septiembre, en el que me hicieron una prueba de esfuerzo, que menos mal, salió todo bien. No contento, acudí a otro profesional que también me hizo un montón de pruebas. Mismo resultado, estoy bien de salud. Pero como uno peina ya muchas canas, aunque mantengo intacto mi espíritu competitivo, decidí cambiar radicalmente mi forma de entrenar. Ahora hago muchos menos kilómetros y la mayoría de ellos son a ritmo lento. Los días que llamamos de calidad, o sea, cuando te exiges un poco más, no llego a máximas pulsaciones, digamos que me queda bastante margen. El caso es que poco a poco sigo mejorando y los resultados, para tratarse de un aficionado, no son nada malos.

Y ahora si, vamos a la pomada.

Mañanita de niebla y frío. Es una buena combinación para que no se recaliente el motor si quieres correr rápido. Por una vez me hacen caso los compañeros del club y salimos a una hora bastante prudente. Llegamos pronto y da tiempo de sobra a recoger el dorsal, posar para la foto y calentar antes de que empiece la carrera.


Con vuestro permiso, y para no dejarme a nadie en el tintero, me voy a limitar a narrar mi carrera y el tramo que pude acompañar a Ali.


 

Escoger posición en la salida es un arte que tengo muy aprendido. Me coloco en el punto exacto para salir con el grupo que llevará el ritmo que tengo previsto hacer mientras recorremos las calles de Villarta. El primer kilómetro es un continuo sube baja, con muchos giros y también con bastante público animando, lo paso en 4'25". En el segundo kilómetro, todavía por el pueblo, encontramos más desnivel negativo que positivo, 4'11", a pesar de tener que subir un puente que cruza la autovía A4. Giro brusco a izquierdas y entramos en el campo. Llevo justo delante un corredor del Tri-Alcázar, pelo algo canoso. Por su forma de correr lo identifico como Javi, pero el pelo me hace dudar...hasta que lo rebaso, si, es Javi, se está haciendo mayor (es broma, no te me enfades). Va con un amigo que, en el momento de adelantarlos sube el ritmo, supongo que con intención de acompañarme, pero Javi enseguida le dice "tira tú si quieres, que yo voy bien". Cómo nos conocemos, sabe que voy siempre de menos a más.

El caso es que sin darme cuenta, he subido el ritmo, el lo que tiene ir adelantando corredores todo el tiempo, te vienes arriba. 4'05" el km 3. Desde este km y hasta el cuatro hay dos grandes rectas, el camino se limita a dos carriles en los que solo se puede ir en fila india, y para adelantar se tiene que escoger bien la zona, ya que hay un barro que hace que te escurras con facilidad si te sales de las rodadas. Llevo un par de grupos delante, conforme los voy pillando me acomodo el ritmo unos segundos, recobro el aliento y aprovecho las zonas secas para adelantar. Con este plan, llego al km 4 en 4'13". Al rebasar al segundo grupo pido paso y me excuso por adelantar, ya que un corredor, al escucharme se salió del camino para facilitarme el paso, gracias majo. Después me añade en tono de broma: "tira tira, que con la noche que me ha dado el niño llorando, yo no puedo más". No puedo contener la risa y le respondo: "si los tuvieras de 20 años como yo, no te pasaba eso", a lo que contesta un tercero: "o ninguno, como yo!!". Desde luego, me lo estoy pasando pipa en Villarta.

A todo esto, he olvidado mencionar que voy muy pendiente del pulso todo el tiempo. Hasta ese punto, voy moviéndome entre 156 - 157 pulsaciones, lo que supone un esfuerzo relativamente cómodo para mi.

Poco después de adelantar al de la mala noche, localizo a otros dos corredores de azul (y jóvenes) unos metros frente a mi. Procuro mantener mi ritmo y les doy caza antes del quinto kilómetro. Es una zona también con algo de barro y doy un pequeño achuchón para pasar entre los dos. Llego al 5 en 4'06". Giramos a izquierdas, luego a derechas y noto justo detrás de mi a los dos últimos corredores, tratan de "pegarse a mi culo". Nuevo giro a la derecha y llegamos al circuito de motocross. Km 6, 4'07". Esta zona me va a desgastar bastante, los pequeños toboganes hacen que estire mucho la zancada y el esfuerzo sea más acusado. Y para colmo, justo antes de empezar el km 7 se empieza a subir el cerro de San Cristóbal. 4'18''. Prudentemente, bajo mucho el ritmo, llegando a correr incluso por encima de los 5 minutos el km. El pulso llega ahora a los 165 latidos por minuto, pero es una zona que sigo controlando. Queda muy poca carrera y yo sé dosificarme. Pero...espera...¿quienes son la pareja que veo justo delante? localizo a María Victoria y Miguel Ángel Salas. Ella está muy fuerte y él le va haciendo de liebre. Si fuera capaz de acelerar un poco...sólo un poco...

El km 8 cae en 4'18''. La subida no me ha penalizado demasiado. Ahora, con un nuevo objetivo por delante, no puedo desfallecer. Pero, aunque confío plenamente en las fuerzas que me quedan, no va a ser nada fácil conseguirlo, ya que ahora un nuevo jugador entra en escena: el viento. Hasta este momento lo había ignorado por completo, pero la subida al cerro y el haber acelerado un poco, hace que el aire castigue más de lo que yo hubiera deseado.

Giramos para entrar en la vía de servicio de la autovía, es asfalto, pero muy peraltado y con bastantes baches. Llego al 8 en 4'12''. Me da por mirar el tiempo total transcurrido y en un rápido cálculo mental veo que puedo bajar de los 42 minutos. Pasamos por debajo de la autovía, atravesamos una zona de tarays junto al río Cigüela y llegamos al kilómetro 9, todavía sin haber dado alcance a María Victoria y Miguel, en 4'05''.

Último giro a izquierdas para atravesar el puente romano. Ahora si que los tengo cerca. Miguel me dice que me quede con ellos, que María Victoria, junto a una corredora de Tomelloso, son las primeras mujeres de la general, pero le contesto en tono de broma que no, que para una vez que voy a llegar antes que él, no pienso perder la oportunidad.




El resto es fácil de imaginar, sigo acelerando hasta meta, pero sin darlo todo. No me juego nada con nadie, solamente conmigo mismo, y veo que mi previsión hecha antes de empezar la carrera, de llegar sobre los 43 minutos, va a ser machacada. En los últimos metros hay mucho público gritando, pero son las voces de Alba y Casero las que más destacan. Ojo, se me puso la piel de gallina. Consigo un crono oficial de 41'40'', habiendo corrido el último km en 3'56''.

Sin perder un segundo me voy al coche, me pongo una camiseta seca y el cortavientos que regalaban en la bolsa del corredor y me voy en busca de mi hija.

La localizo sobre el km 8'5. Su cara es de absoluta felicidad (habría que ver la mía). Me dice que va estupendamente, que no le duele nada y que lo está pasando de lujo. Son los mejores metros de la carrera, y para muestra, unas cuantas fotos más:




Nos vemos en la próxima.

lunes, 2 de diciembre de 2019

THM 2019

Trail. Esta palabreja resuena cada vez más fuerte dentro de mi cabeza. Suelo ir a entrenar a la sierra de Herencia, y he de reconocer que me está enganchando. Ya he corrido dos veces en Los Yébenes, entonces, ¿como no voy a hacerlo en el pueblo?
Aunque se trata de un circuito sin desniveles, el entorno lagunar es el utilizado para el VI Trail Humedales Manchegos. Conozco cada metro del recorrido, corro en casa, el resultado solo puede ser bueno.
Días antes de celebrarse, hablo con Uti para compartir kilómetros en esta prueba, ya hace mucho que no coincidimos, y, aunque está más fuerte que yo, confío en que podré seguir su ritmo. Por desgracia, unos días antes se ha lesionado, así que tendré que buscarme otro compañero. Esta va a ser una tarea fácil, ya que seremos muchos laguneros los participantes, lo complicado será saber quien tiene un nivel parecido al mío. Antes de hablar con ninguno de ellos saludo a mi compañero Javi Carrillo, pero no creo que quiera llevar el ritmo que yo proponga. También está Angel Quintanar, más fuerte que nunca, lo descarto de inmediato. Así que vamos a ver entre los villafranqueros: Javi (el Rapi) me dice que no está fino jeje, como siempre, pero seguro que irá más rápido que yo. Manu, que consiguió un excelente crono en un 10 k recientemente, no correrá por lesión, de Fillo ni hablamos, está siempre fuerte ... van quedando pocas opciones ... Toni está fuerte, pero, por las marcas que acredita, no se yo si me aguantará los kilómetros finales, Juanan ... uf!! Juanan está fino fino y con la chispa de varias competiciones recientes, creo que ... vaya, antes de decirle nada, me brinda su compañía, excelente!!
Mientras calentamos con Santi, acordamos un ritmo de inicio más bien corservador, no sea que haya algo de barro en los caminos, lo que conllevará un aumento de peso en las zapatillas y un desgaste rápido de fuerzas (saldremos a 4'30"). Luego ya veremos que pasa...
Braga en la cabeza para el sudor y para llevar los oidos tapados, guantes, perneras, dos camisetas y manguitos ... ¿manguitos? resulta que se me caen mientras caliento, asi que nada, brazos descubiertos, vamos valiente!
Línea de salida, unos 100 corredores, nos colocamos de los últimos, pistoletazo y comienza el disfrute. Los tarays de las lagunas hacen que el circuito sea más estrecho de lo que parece, el ritmo inicial es excesivamente lento y a mi me entran las prisas. Comienzo a adelantar gente por una zona donde la arena está menos compactada, intentando no perder de vista a Juanan, que va detrás mío. A la altura de "La Abuela" alcanzo al Rapi, a Bienve y Mónica. Vamos a 4'10", les canto, e inmediatamente aflojamos un pelín, pasando el primer km en 4'27". También está Toni en el grupo y Albertuki, unos metros por delante, corre como un demonio. Salimos de la zona de baño, unos metros más delante de La Jorja, y tomamos posiciones de pelotón. Sopla una fría brisa, ahora por la espalda, así que el primer tercio de la carrera nos va a hacer entrar en calor muy deprisa. Cada pocos metros miro el ritmo en el gps, las pulsaciones, intento memorizar un ritmo cómodo, para irlo transmitiendo a mis piernas sin necesitar tanto el dichoso reloj. 150 pulsaciones, 4'24" el segundo kilómetro.
Nos desviamos del camino principal hacia la derecha. Ahora hay una pequeña subida, pero como las fuerzas están intactas, marcamos el tercer mil en 4'26". Bajamos por una linde y regresamos al camino. Por fin damos alcance a Albertuki, que reconoce haber salido demasiado fuerte "me he pasado tres pueblos" me comenta jeje, "tranki, regula y a disfrutar" 
Hemos formado un trío, Toni, Juanan y yo; el Rapi nos sigue muy de cerca. Por delante vemos a Fillo en el tercer puesto de la carrera, ¡ojalá gane! coincidimos Juanan y yo. A unos 50 metros, también por delante, va un corredor con una camiseta del color de los Bikila (Bikilamanjaro, no se si son o no los mismos). Por el ritmo que lleva y la distancia que nos separa, lo voy a tomar como referencia.
Cuarto km, todo llano 4'23" y sin novedad. Le pregunto a Juanan si va cómodo y contesta que si, pero que afine bien, no nos pasemos de ritmo. Poco antes de llegar al quinto, nos encontramos un grupo de animadores, entre ellos Uti, inmortalizando el momento:
 Gritan bastante animados a uno que llevamos delante. Nada más pasar el grupo, este corredor afloja y lo adelantamos; es el amigo Monrreal, que ha salido a toda pastilla la primera parte (es su entrenamiento de calidad). Pasamos el 5 en 4'23", hay una pequeña bajada, nos acercamos al río Cigüela y enfilamos hacia la reja. El firme es más irregular, pero eso no nos impide alcanzar el sexto kilómetro en 4'21". En la reja nos espera otro fotógrafo y nos dice que somos los primeros en pasar riendo, que los demás llevaban cara de disgusto jajaja, valorad vosotros, a ver que os parece:
A partir de este punto la cosa se complica. Lo primero en darnos de lleno es el aire, que, aunque no viene fuerte, te frena ligeramente y te deja congelado. Lo segundo es el terreno. Ahora vamos pegados al CAZ sorteando baches y maleza. Así se nos va el séptimo km a los 4'40" y buena parte de mis fuerzas quedan también difuminadas. Encontramos a Felix (Truque, para los amigos) en el avituallamiento. Me ofrece un plátano, pero le digo que mejor una botella de agua abierta. Un par de tragos y al primer bidón, hay que ser extremadamente cuidadosos con el entorno.
Venga, un par de fotos, para que veáis por dónde andan nuestros compañeros:
En cuanto recuperamos un buen camino, nos ponemos de nuevo "a ritmo". Km 8, a 4'24". Es entonces cuando me llega un pequeño bajón y le tengo que pedir relevo a Juanan. Enseguida se coloca delante y me pego a él lo que puedo. Se nota bastante cuando te quitan ese aire frío del pecho, pero, lejos de acomodarme ahí, inconscientemente, voy buscando terreno abierto y me pongo en paralelo. Cada vez que lo hago me riñe Juanan "no te puedes ver detrás, anda, estate tranquilo". Pero yo a lo mío:
Giramos hacia la izquierda en el km 9, picamos en 4'28", y al notar de nuevo el viento en la espalda y ver que el Rapi, aunque distanciado, nos tiene a tiro, acelero suavemente. Este tramo es zigzagueante, pero absolutamente llano. En el km 10 (4'21") se asciende una pequeña y empinada tachuela. Empieza la zona de la carrera en la que se va a decidir el orden de llegada de los corredores locales. Hay algún sube-baja y si no sabes administrarte, estás finiquitado. Las pulsaciones se disparan, el aire entra a borbotones y nosotros aflojamos para pasar el 11 en 4'34".
El Bikilamanjaro está ahora más cerca y acaba de dar alcance a otro corredor. Se me ocurre que si el corredor pillado va mal, se hundirá y lo adelantaremos, pero, en cambio, si va bien, no se dejará pasar y posiblemente ambos aceleren. Esto, que podría parecer mala señal, no lo interpreto así, ya que, a falta de 4 kilómetros, con al menos 3 pegando el aire de frente, hará que sus fuerzas disminuyan y nosotros podamos darles caza.
Entramos a la zona del cerro para cruzar entre ambas lagunas, dejando el km 12 en 4'22" (hemos acelerado sin darnos cuenta, ya que rebasábamos a bastantes andarines y nos iban animando con ganas). Echo un vistazo para atrás, Toni ha desaparecido y el Rapi viene con el cuchillo entre los dientes. Justo antes de salir de nuevo al camino le digo a Juanan que aceleremos para alcanzar a los de delante y así poder utilizarlos de escudo contra el aire. En cuanto paso la valla arreo con todas mis fuerzas y los pillo en pocos segundos. Enseguida llega mi compañero y pasamos el km 13 en 4'23".
Y es aquí donde Juanan comete el pequeño error de ponerse delante a tirar del grupo. Yo sigo escondido, bien cómodo y guardando unas fuerzas que me vendrán de perlas para el final.
Unos 20 metros antes de volver a entrar a las lagunas, y a falta todavía de más de 2 km para la meta, decido atacar. Adelanto a los tres de golpe y le digo a Juanan que me siga. Iré aumentando poco a poco la velocidad, a placer, ya que conozco el terreno como la palma de mi mano, evitando las zonas de arena y los baches, y sin nadie a la vista delante... espera ... ahí hay un corredor con una camiseta amarilla ... amos, no me jod.s!!!
Miro hacia atrás y ahí sigue Juanan, mira que es duro! Acelero otro poco y en el km 14 (4'14") alcanzo al de amarillo. Me pregunta si queda solo un km, le digo que si y acelero. Continúo unos metros y echo otro vistazo, Juanan no lo adelanta. Mi cabeza me dice que los espere y que pase con mi compañero de carrera juntos por meta, pero mi corazón y mis piernas dicen lo contrario ¡más rápido! 
 
Mantengo un ritmo demasiado alto, el corazón se me sale por la boca, pero las piernas responden de maravilla, miro atrás, vuelvo a mirar, la situación no cambia, Juanan no lo adelanta, y decido definitivamente seguir sin esperarlo.
En meta está Uti haciendo fotos y me suelta un "pero coño, ¿ya estás aquí?" jajaja "claro que si guapi!!"
El kilómetro final ha salido en 3'59" y he parado el crono en 1:06:22, siendo el 13º de la general. De los locales solo ha llegado por delante Fillo, que por unas molestias, no ha podido pillar podio en la categoría, así que el resultado local es el que refleja la foto:
El avituallamiento post carrera es genial, agua, caldo, cerveza, plátanos, yogurt...y un gran sorteo.
Los voluntarios han estado fantásticos ¡gracias! y también  gracias a los fotógrafos por su labor.