domingo, 15 de enero de 2017

XVI Carrera Popular San Antón, contra el cáncer, Herencia, enero de 2017

      Tercer fin de semana compitiendo. El cuerpo empieza a acusar cansancio. Menos mal que, de momento, no hay nada en mente, así podré retomar entrenamientos más calmados.
      Tener un cuñado natal del barrio de San Antón en Herencia, me ha hecho decidir presentarme a esta bonita y rápida carrera en lugar del 10K de Villarta, prueba que, por cierto, está tomando una gran importancia en la comarca. Hoy me ha acompañado Ali, además de otros laguneros, José (Lili), Bienve, Josué...somos pocos, pero damos mucha guerra :)
      A decir verdad, tenía mis dudas respecto a Ali, ya que no ha entrenado prácticamente nada. Pero lleva una gran luchadora dentro, además de una fortaleza excepcional, y hoy me lo ha demostrado, acabando dignamente la prueba con buenísimas sensaciones.
      Por mi parte, muchas ganas de correr rápido. Localizo enseguida a varios amigos para tomar referencias. Todos están más fuertes que yo: los herencianos Ramón, Antonio y Víctor, Luis Ortiz, mi colega Angel Quintanar (que me va a coger manía jejeje). El primer cálculo me hace plantear la carrera de menos a más, intentaré dar la primera vuelta a ritmo llevadero y darlo todo en la segunda.
      Hoy la salida ha sido especialmente rápida. Me he colocado casi en primera fila y en menos de 50 metros me ha adelantado al menos una docena de corredores (creo que venía persiguiéndolos la Guardia Civil...). Angel me anima a adelantarle y no puedo evitar sonreír y decirle: tranquilo, en la segunda vuelta te pillo ;). En el primer giro, saliendo de la calle San Antón, miro el gps, vamos a 3'45". Lógicamente, me freno un pelín. Al llegar a la carretera de Villarta y girar por la Ronda Mirasierra, miro hacia atrás. El corredor más cercano va a unos 30 metros. De aquí a meta, ninguno me adelantará. En esta calle, que es un pelín cuesta abajo, voy dando caza a los primeros "desbocados" de la salida. Pico el primer kilómetro en 3'51". Angel va unos 80 metros por delante, y a unos 150 reconozco a Víctor.
      Giramos de nuevo hacia el interior del pueblo y sigo adelantando corredores. Ahora, apenas se aprecia, pero vamos subiendo, así que hago el kilómetro más lento de la carrera, el segundo, en 4'01". A pesar de ir bien concentrado, noto que voy demasiado cómodo, por lo que decido acelerar un pelín, no sea que en la segunda vuelta, mis objetivos me saquen más distancia y me hagan sufrir más de la cuenta.
      Esa es la cara que llevaba...
      El circuito tiene varios giros, no demasiado pronunciados, pero hacen que bajes un poco el ritmo en cada uno de ellos, así que hacer el tercer kilómetro en 3'55" no me resulta fácil precisamente. Este punto coincide con la salida-meta. Me da tiempo a echar un vistazo rápido al reloj 11:47. Voy mucho más lento que la última vez que la corrí, en 2015, pero es que entonces estaba mucho más fuerte. No obstante, me doy por satisfecho, ya que me he acercado unos metros a mis predecesores y voy bien de fuerzas.
      Nuevamente en la Ronda Mirasierra, alcanzo a Ángel, que sonríe y niega con la cabeza. Delante llevamos también más cerca a Víctor y le animo a que siga conmigo para intentar pillarlo. Se pega a mi espalda y aprieta los dientes. Pero no me durará mucho la compañía, ya que vuelvo a picar el cuarto kilómetro en 3'51", y el desgaste de salir fuerte, se paga.
      Giramos en la Calle Nueva de la Sierra, y en la esquina se encuentra Toni animando. Antes de empezar he podido charlar con él un rato, y me cuenta que después de su accidente, no va recuperando en condiciones. Una lástima, es un buen corredor, le deseo pronta recuperación. Aquí localizo a otros dos corredores a los que ha adelantado Víctor. El herenciano me va guardando muy bien la distancia, sabe mantener un buen ritmo todo el tiempo. Poco a poco, también alcanzo a estos dos atletas. Ninguno se queda conmigo.
      Paso el quinto kilómetro en 3'55". Empiezo a darme cuenta de que esto se acaba y me va a resultar casi imposible mejorar mi posición. Decido echarle "bemoles" al asunto y jugármela intentando pillar a Víctor.
      Giros, frenazos, acelerones, dolor de estómago, y a 200 metros de meta lo tengo ya muy cerca. Pero algo me hace frenar. Pienso que hoy no merece la pena esprintar a tope para adelantar un puesto y este chico me cae demasiado bien como para hacerle la "trece-catorce"; así que mantengo ritmo, acelero lo justo y cruzo la meta detrás suyo. El sexto kilómetro lo he hecho en 3'45", termino en 11ª posición, con un crono de 23'19", casi un minuto más lento que en 2015, pero muy satisfecho.
      En meta hay un stand de la AECC y nos acercamos para dar un donativo (aparte del de la inscripción) en nombre de mi compañero Alfonso, que no ha podido venir. Nos traemos bufandas tubulares y pulseras para Ali y para mí.
      Ahora, a recuperar fuerzas.




martes, 10 de enero de 2017

II Carrera Popular Villa de Quero, enero de 2017.

      Después de la Sansil Villacañera del pasado 31, retomo entrenamientos con algo de cansancio acumulado durante toda la semana, se ve que me exprimí mucho y el cuerpo no me pedía castigo en exceso. Tomo la decisión de no hacer ningún día de series y llegar a Quero más descansado. Aún así, el día de la prueba no tenía buenas sensaciones, Alicia se levantó con molestias estomacales y se quedó en casa y mi estómago tampoco estaba como para tirar cohetes. Con todos estos factores, decidí que sería mejor tratar de llevar un ritmo cómodo durante la carrera, acompañando a algún lagunero y disfrutando del evento.
      Una vez en Quero, el frío y la niebla hace que la pereza trate de adueñarse de nosotros; desde luego que no apetece hacer nada al aire libre en estas circunstancias. Pero cuando se trata de correr, la cosa cambia, no hay más que ponerse el dorsal en el pecho y comenzar a calentar para que uno se olvide de cualquier fenómeno meteorológico. Ahora lo que preocupa es el circuito: habrá hielo en alguna calle? nos perderemos con la niebla? nos castigará demasiado la cuestecilla del principio?...
      Como les dije a mis amigos, la sencillez que todavía tiene esta carrera me ha gustado mucho. No hay que preguntar nada a nadie, facilmente se llega al pabellón deportivo, se ve el listado con tu número identificativo, se entregan chip y dorsal sin apreturas ... claro, somos algo menos de 100 corredores y eso también influye mucho. Casi veinte laguner@s nos plantamos en la línea de salida, y excepcionalmente, quiero mencionar a Juan, Carol, Elia, Albertuki y Javi García, ya que los buenos resultados de unos y el esfuerzo de los otros me parece digno de elogio, bravo compañer@s!. No quiero decir que el resto no se esforzara, ni mucho menos, ya que me consta que todos dimos lo que pudimos, pero es que cuando he visto sus fotos, algo me ha llegado al alma reflejado en sus rostros.
      A la voz de ¡ya! se da la salida de la carrera. Me sitúo más o menos por el medio, ya que quiero hacer la primera subida relajado. Una recta corta, giramos y subimos. Los últimos metros los hago casi andando y justo a mi lado pasa Javi (el Rapi) que me adelanta rápidamente, ha subido de cuatro brincos. Por delante llevo algunas referencias, gente que corre más o menos lo mismo que yo, David (el fisio) y Ángel Quintanar, aunque este último demostró que está muy fuerte en el Cross de la Constitución, llegando bastante por delante de mí. Pero bueno, yo a lo mío, a disfrutar.
      Pocos metros después, yendo todavía por la calle Silos, Javi se frena y se pone detrás de mí. Y entonces es cuando aclaro que si alguno de vosotros os habíais creído que yo iba a correr sin "competir", llega el momento de la verdad: imposible, no puedo. Giramos por la calle La Puebla, cuesta abajo, y el que suscribe empieza a dar zancadas de las grandes. El que quiera seguirme, que apriete. Seguimos callejeando y el primer kilómetro lo hago mucho más lento que el año pasado, por encima de 4 minutos. Sin problema, hay que darle dos vueltas al circuito y no quiero desgastar demasiado, ya que no sé cuantos desniveles nos vamos a encontrar.
      Como soy un chico alto, en cada giro me voy mucho al exterior para tratar de no perder demasiada velocidad y que la inercia no me lleve contra las paredes (ni que fuese a 100 por hora jajaja). Y la técnica me sale muy bien, ya que los "arranques" después de cada curva son mínimos. Vamos aproximándonos al segundo kilómetro y Javi no da la cara, sigue pegado a mi espalda, así que en otra de las pequeñas bajadas, por la calle del Cuartel, vuelvo a apretar un poco. Giramos en Cristóbal Colón y a diferencia del año pasado, cuando el circuito nos llevaba a la estación, regresamos al pueblo.
      Hay otra pequeña subida y un nuevo giro a derechas. Un rápido vistazo para situar a mi perseguidor y ... sorpresa!! Floren y Albertuki a no más de 30 metros por detrás, y encima dando voces y saludando a los vecinos... Se acabó la prudencia, nada de dejarse fuerzas para luego, a apretar bien los dientes y evitar que la técnica de "la barredora" acabe conmigo...
      Del trecer al cuarto kilómetro están las calles más empinadas, pero una vez pasado este punto (el km 4), podré emplearme bien y tratar de sacarle más metros a mis amigos. Un pequeño chute positivo me da el adelantar a David con cierta facilidad en la segunda vuelta. Le animo a que me siga, pero reconoce que no podrá, que en Villacañas lo pasó mal por ir conmigo, así que se queda atrás. Bajo de nuevo con más fuerza que antes, mantengo las pulsaciones altas y poco después localizo al otro gigantón que menciono al principio, Angel. Me cuesta creer que sea él quien llevo a unos 50 metros por delante, pero reconozco su forma de correr. Evidentemente, se convierte en mi objetivo. El criptanense entrena de lujo las cuestas y seguro que tiene un buen final en esta carrera, pero yo voy a probar suerte y echo el anzuelo con fuerza, pasando el quinto kilómetro en 3'50" (el más rápido de todos). Lo alcanzo, me pongo detrás suyo y en el siguiente giro lo adelanto con un "vamos Ángel!". Aquí estaba Mari Nieves haciendo fotos, gracias por la instantánea!!


      El cuerpo me va respondiendo. Respiro con facilidad, el estómago no se queja, no acuso ningún dolor en las piernas y mantengo con cierta falicidad ritmos ligeramente por debajo de los 4 minutos el kilómetro, pasando el 6 en 3'55".
      A pesar de saber que ya no podrían alcanzarme ninguno de los mencionados, ya no bajo el ritmo hasta cruzar la meta, y termino con un crono de 26'15". Aunque la organización anuncia 7 kilómetros, por una vez, voy a fiarme más del gps, que marca 6'640. Enseguida tenemos los resultados, gracias a CRONO3. He sido 13º de la general, no hay categorías de veteranos.
      En la bolsa del corredor, fruta, refresco, boli y una camiseta chulísima. Gran carrera por una buena causa, en beneficio de ASPRODIQ.
      La próxima, este domingo en Herencia, en el barrio de San Antón.

domingo, 1 de enero de 2017

XII San Silvestre Villacañera 31-12-2016

      Finiquitamos 2016. Mi lugar preferido, la San Silvestre Villacañera. ¿Por qué? pues como muchas de las sensaciones que se viven cuando uno corre, es bastante difícil describir. Me gusta intentar transmitir lo que vivo corriendo a través de este blog, veamos si hoy consigo que corráis conmigo...
      Después del Cross de la Cosntitución en Alcázar de San Juan soy capaz de preveer que en Villacañas correré por debajo de 4' el km. No son matemáticas, no me está regalando nadie nada; es puro esfuerzo, entrenamientos (sin pasarme, que este cuerpo hay que cuidarlo), descansos, comer con un poco de conocimiento y tomármelo como un pasatiempo que me haga sentir bien. Un buen cóctel.
      La tarde de ayer (y la mañana) fue bastante fresca. Es bueno para carreras cortas, ya que el fuerte ritmo hace que no te enteres del frío y que el cuerpo se vaya refrigerando (si, somos como los coches, necesitamos refrigeración jeje). Como llegamos con el tiempo justito, me desentendí del grupo de laguneros y me fui a calentar por mi cuenta (luego encontré a Albertuki y me hizo compañía un ratito).
      En línea de salida pude saludar a muchísima gente, Tony Layos entre ellos, me dijo que su padre Antonio, andaba por allí, pero fui incapaz de encontrarlo (me debes un gran abrazo, que lo sepas). Con mi cuñado Rubén vinieron varios amigos de Herencia, bastante rápidos, por cierto, y uno de ellos, Antonio, me preguntó cual sería mi ritmo. Como yo soy de los que dicen siempre la verdad (jeje), le conté exactamente lo que hice minutos después, y es lo que ahora sigue:
      Me coloco bien delante, pero no en primera línea. Salimos puntuales y a mi lado se encuentra Alberto, que está bastante fuerte (más que yo, de hecho). Enseguida nos adelanta Fillo por la derecha, fiel a su estilo, como las balas... luego es de los que dicen: "undaaaa, a ver si puedo ir a 4..." ja! a mí no me la das guapo! jajaja.
      Sin mirar el gps, ya que en esas calles no llega bien la señal y no me fío un pelo, voy guiándome por sensaciones, y a mitad de la Calle Mayor comienzo a adelantar a corredores. Voy por el lado izquierdo y Alberto hace lo mismo por el lado derecho. Adelantamos y nos ponemos uno al lado del otro. Como conozco al dedillo esta carrera, trato de ir llevando un ritmo lo más cómodo posible, dentro de lo que cabe, y trato de hablar de vez en cuando. Es un pequeño truco con el que ves si vas o no pasado de rosca, ya que, si no hablas, vas mal y si puedes decir algunas palabras, vas bien y los de al lado piensan que vas sobrado (jijiji). Efectivamente, voy bien, y junto al mercado de la Calle Concepción damos caza al grupo de las primeras chicas en el que van María Victoria y su inseparable David. Como últimamente me estaba ganando en todas las carreras que coincidíamos, reto a David con un "te estás durmiendo muchacho", mientras lo adelanto... Efectivamente, acepta el desafío y se pone "a rueda" sin decir ni mu. El primer mil lo dejamos atrás en 4 minutos, que es exactamente lo que yo había previsto.
      Pocos metros después damos caza a Jaime, un villacañero que siempre está en buena forma. Al reconocerme aumenta su ritmo y también se suma al grupo. Ya somos cuatro, y los otros tres están bastante fuertes, ¡esto va a ser un buen reto para mí!. Giramos hacia la Avenida Madridejos y dejamos de retener fuerzas, aquí hay que acelerar para ganar puestos, y uno tras otro, van cayendo los corredores que subieron más fuerte de la cuenta los primeros metros. El segundo kilómetro lo hacemos en 3'51" y antes de llegar a la rotonda del Sembrador vemos como Félix (local de mi categoría que anda bastante rápido) va andando y con muestras de dolor. Nos da el tiempo justo de preguntarle y que nos responda que ha tenido un pinchazo y no podrá seguir... Es entonces cuando pongo la calculadora en marcha y pienso en voz alta que son muy pocos los corredores de mi categoría que van delante. El abandono de Félix es un buen empujón de moral para mí y ahora me planteo correr más por táctica que por sensaciones. Habrá que ir mirando de qué color les pinta el pelo a cada corredor que seamos capaces de adelantar...Le digo a Alberto que si puede ir más rápido y quiere tirar, que lo haga, que yo voy a tratar de controlar mi ritmo y este chico tan majo contesta que de eso nada, que vamos los dos juntos, olé!!
      Abro un paréntesis para aclarar que, aunque el Garmin iba pitando después de las señales de cada kilómetro pintadas por la organización, al final me dió 5'6 kms, que es la distancia anunciada de la prueba.
       Alcanzar la Calle Mayor de nuevo es un plus para nuestras piernas, el público anima de lo lindo, y mis acompañantes se crecen, dándome el relevo en la cabeza del grupo y subiendo con ganas la segunda vuelta. Pasamos en 11 minutos exactos bajo el arco de meta y doscientos metros más delante, picamos el tercer kilómetro en 3'58". Jaime se nos va un metro por delante y enseguida nos grita para que le sigamos. Alberto responde, pero al ver que yo mantengo el ritmo, se queda a mi lado. Sabe que igual que en la salida, si no nos excedemos subiendo, la bajada va a ser rápida, así que vamos a ahorrar fuerzas, que nos harán falta después.
      Llegamos al cuarto kilómetro en 4'07". Pienso que quizás nos hemos sujetado de más, pero al igual que en carreras anteriores, empieza a dolerme el estómago. Maldigo mi suerte, ya que voy sobrado de fuerzas y esta pequeña traba en el camino va a mermar mis posibilidades de ir tan fuerte como me gustaría. Trato de no pensar en ello y así como vino, justo cuando giramos en la Avenida Madridejos, el dolor desaparece.
      Es el momento de saber dosificar con total exactitud las fuerzas que me quedan. Aumentamos paulatinamente el ritmo, Alberto se deja llevar y poco a poco, nos va sacando unos metros que ya será imposible recortar. Jaime se queda a mi lado y a David hace ya rato que dejé de oirle jadear (sinceramente, creí que iba con nosotros y que me daría el hachazo en el último kilómetro...). Yo voy dando las zancadas lo más largas posibles, trato de mover los brazos acompasadamente. En esos momentos es difícil, pero intento trasladar lo que entreno cuando hago técnica de carrera cada vez que mis pies chocan contra el asfalto. El quinto kilómetro, prueba de ello, sale en 3'43".
      Justo en la rotonda del Sembrador alcanzamos a Maxi, otro villacañero en buena forma. Va sufriendo mucho, y no creo que pueda seguirnos. También pasamos a otro corredor, mucho más joven, ya no sé cuántos vamos en el grupo.
      Justo antes de girar hacia la Calle Mayor me adelanta Jaime. El paisano Moisés y alguno más de los que allí se encuentran me animan con ganas. Como un poco más adelante se estrecha bastante el circuito, gracias al numeroso público, decido que es el momento de darlo todo y cambiar de ritmo lo más fuerte posible, así que en muy pocos metros, le paso por la derecha y acelero "sin conocimiento", como si nos estuviésemos jugando la victoria.
      El público le anima y estoy seguro de que él también va dando todo lo que le queda, pero no podrá darme caza y llego delante de él en nuestro pequeño duelo particular. Cruzo la meta en 21'45", con lo que la segunda vuelta ha sido quince segundos más rápida que la primera, perfecto!.
      El final de estas carreras es digno de enmarcar. Todo son grandes sonrisas y felicitaciones, exceptuando, claro está, a los que han abandonado o sufrido algún percance. Una vez recobrado el aliento me acerco al muro en el que están colocando la clasificación provisional y, sorpresa, tercer veterano B, toma ya!! Cierro el año de la mejor manera posible, subiendo al podio y corriendo con mis compañeros laguneros, no se puede pedir más.