martes, 6 de diciembre de 2016

XXI Cross de la Constitución, Alcázar de San Juan, diciembre 2016

      Vuelvo a colocarme un dorsal tras un mes, noviembre, sin carreras. Los entrenamientos cada vez salen mejor, las sensaciones son muy buenas, las plantillas parece que van dando resultados y este pobre veterano corredor está empeñado en volver a correr por debajo de los 4 minutos el kilómetro. Todo llegará.
      Había venido como espectador alguna vez a este cross y de verdad que tenía ganas de participar. El nivel es bastante alto, aunque no haya demasiada participación; los veteranos más duros de la zona (Higinio Gallego, Javier Torres, Isidoro Moreno ... por nombrar solo a tres) suelen pasarse por aquí para deleitarnos y "machacarnos" a los aficionados como yo. Resumiendo: no había opción a podio, pero sí muchas ganas de hacer un buen papel.
      Para hacer honor al despiste que me caracteriza, me he dejado olvidados en casa las zapatillas con las que pensaba correr y una camiseta seca para después. Lo de la camiseta no es problema, ya que, a pesar del fresquito, a la hora de empezar sale el sol y apetece ir con la de tirantes. Llevaba una preparada para ponerla debajo (soy friolero, si), así que asunto resuelto. Lo de las zapatillas ha sido peor, ya que también tenían las plantillas preparadas, así que iré, como poco, incómodo. Las viejas K-Swiss son las que utilizo desde hace ya bastante para uso diario, y creedme si os digo que ya llevan más kilómetros andando que los que le hice corriendo. Son un gran par de neumáticos, con ellas tengo mi mejor marca en media maratón (1:24 para los que no lo sepan) y también corrí en 3:11 el maratón de Madrid en 2013. Curiosamente, en esa carrera también las dejé olvidadas en el pueblo y tuve que dar la vuelta desde Villacañas ... menuda cabeza la mía...
      Con muy poco tiempo para calentar, busco un buen lugar bajo el arco de salida, con tan mala suerte que se me colocan delante dos corredores super abrigados. Sí, con ver como vestimos sabemos quién correrá más o menos que nosotros, y estos dos sé que antes o después tendré que adelantarlos en un circuito de tierra-barro-césped no lo suficientemente ancho. La parte buena es que, como la mayoría, salen muy por encima de sus posibilidades cuando dan la salida y con un poco de sangre fría y paciencia, se puede escoger perfectamente el lugar idóneo para el adelantamiento.
      Hoy daré pocas referencias en mis parciales por kilómetro, ya que entre los árboles del precioso parque Alces de Alcázar, el gps no va todo lo fino que a uno le gustaría, pero he tomado el tiempo en cada paso por meta, así que, al lío!!
      Salida con poco retraso sobre el horario previsto. ¿Había un toro detrás? debe ser, porque no veáis como sale la peña!! En unos 200 metros me adelantan al menos 25 corredores. Yo a lo mío, con mi sonrisa "malévola" pensando, ya os pillaré, tranquilos jejeje. Poco después hay un giro a derechas bastante cerrado y estrecho, en el que, para más inri, hay un charquito con barro muy resbaladizo. Lo sorteo lo mejor que puedo y entramos a un tramo corto de césped. Así no hay quien coja ritmo!!
      Algunas zonas del camino tienen un montón de hojas secas y es cuando agradezco mi despiste con las zapatillas. Sin duda, con las Adidas Glide me habría resbalado mucho más que con las veteranas "K".
      Poco antes de completar el primer kilómetro entramos a una zona de camino limpio y bien compactado. Desde ese momento empiezo a adelantar a gente. Poco a poco van cayendo uno tras otro, y no es que yo haya acelerado, que va! únicamente conservo el mismo ritmo desde que salimos. En la zona más tranquila del parque hay otros dos giros, también bastante cerrados que, junto al primero de todos, son los que más rompen el ritmo en carrera.
      En la parte que mejor vienen los ánimos se encuentra mi hermano grabándome en vídeo, menuda alegría!!
      La primera de las tres vueltas la completo en 8 minutos exactos, que es lo que había planeado. Pero con tanto cambio de ritmo no me veo capaz de ir más rápido después. Planeo mentalmente que, si me sobran fuerzas, las reservaré únicamente para el último kilómetro.
      En la segunda vuelta, al paso por la zona de las hojas, adelanto a un corredor y en la siguiente curva le hago un gesto con la mano para avisarle que voy a cerrarme (hay barro y quiero evitarlo). No sé si me habrá visto o no, pero inmediatamente después me ha rebasado y se me ha cruzado "a mala leche" obligándome a frenar. Por si era poco con los giros, otro cambio de ritmo inesperado... De poco le ha valido esa machada, ya que 100 metros después, con más espacio, he vuelto a pasarle con facilidad (no he vuelto a saber de él jiji).
      Segunda vuelta, 16'07". Los frenazos y acelerones han hecho que me desvíe muy poco del tiempo marcado en la primera. Seguiré siendo un pelín conservador e intentaré ir acelerando donde el terreno me lo permita.
      
      En varias zonas del circuito se encuentran amigos animando, Uti, Javi Carrillo (autor de alguna de las fotos de la entrada), mi hija Ali, que correrá minutos después. Gracias a ellos se disfruta mucho más de este deporte.
      Aproximadamente sobre el kilómetro 5 comienza a dolerme el abdómen, al igual que me pasó en Socuéllamos. Mira que tiene mala leche, con lo agusto que iba todo el tiempo, muy motivado adelantando mogollón de gente!! En la siguiente foto se puede apreciar que mi gesto ya no es tan risueño...
      Unos metros después distingo a Paco Rivas, un gran triatleta local. Como voy dándole alcance, me olvido temporalmente de mis molestias. Al adelantarlo le saludo y le llamo Javi (es el nombre de su hermano), enseguida rectifico y me disculpo. Se pega a mí y me dice que la temporada es larga y estamos empezando, con lo que justifica que este pobre viejuno haya podido con él ...
      Nuevamente mi hermano, móvil en mano, inmortalizando el momento:
      En ese tramo adelanto a otro atleta. No suelo mirar atrás, pero es inevitable escuchar sus pisadas y agitada respiración. Al tratarse de una persona muy competitiva el que escribe, estos ruidejos me hacen apretar y comenzar a darlo todo. Digamos que no me gusta que me adelanten llegando a meta ... Penúltima curva y doblo (si si, DOBLO) a uno de los corredores que se me había colado delante en la salida. También doblo a una Villacañera, a la que doy ánimos, y pego el arreón final.
      24'12" ha sido mi tiempo para completar los 6060 metros anunciados. Todavía recogiendo el avituallamiento de meta me encuentro a Iván Cantos y Angel Quintanar, dos buenas liebres. Se ve que no lo he hecho del todo mal si están todavía aquí jeje.
      Después ha corrido Ali. Unos 4 kms. Ha ido todo muy bien, aunque ha vuelto a acusar alguna molestia en uno de sus gemelos. Aquí la he retratado entrando en meta con Paula, la hija del compañero Alfonso, y después con nuestra amiga Ana.


      Con la vista puesta en la San Lillera el 24 de diciembre, seguimos entrenando duro.