domingo, 11 de mayo de 2014

XXXI Carrera Popular de Manzanares, 10-05-2014, 10 kms.

Quizás antes de la cuenta retomo mis entrenamientos después del maratón. Es lo que se me viene a la cabeza cuando me comprometo a hacer de liebre en esta carrera para Floren y Casero, pero la ocasión merece la pena y por mis compeñeros hago lo que sea necesario.
Después de verlos entrenar en el parque, haciendo "miles", no tenía ninguna duda, ambos son capaces de bajar de 40 minutos en 10000. Todavía hoy estoy convencido de ello. Por mi parte, pude hacer unas series con ellos a ritmo de carrera el martes pasado. Todo perfecto, van sobrados, de hecho, tuve que ir sujetándolos para que no se desbocaran.
Pero ayer en Manzanares no hacía la temperatura conveniente para correr. Es el primer día con calor que competimos esta temporada y aunque la mayor parte del circuito transcurre por las sombreadas calles de la localidad, el ambiente era sofocante. La única parte buena es que estaba nublado y al menos el sol no achicharraba.
Fuimos un buen grupo: Floren, Casero, Jose Luis, Ismael, Alfonso y un servidor a correr, Uti de espada del lillero y Fillo, Juanan y el padre de Floren de pomponeros.

Estuvimos hábiles a la hora de coger sitio en la salida, justo debajo del arco, a la sombra, y tras guardar un minuto de silencio en memoria del accidente de los niños extremeños y del saltador Yago Lamela, comenzamos la prueba, muy seguros de nosotros mismos.

He de confesar que yo estaba muy preocupado por conseguir llevar el ritmo adecuado, además de que no sabía si iba a llegar bien de fuerzas hasta el final, después del exigente maratón; pero ya al paso por el primer kilómetro las dudas comenzaron a disiparse, cuando veo que, a pesar de la típica desbandada, pasamos en 3'56".  Hasta aquí nos ha adelantado mucha gente, es normal, lo de siempre, estamos frescos y nos vamos a comer el mundo, pero en realidad, la distancia y sobre todo el calor, nos pondrá a cada uno en el lugar de la clasificación que nos corresponde.
Decido afrlojar un poco, pero no demasiado, para intentar compensar el segundo kilómetro con el primero. A pesar de ir más despacio, ahora somos nosotros los que estamos adelantando al personal. El dos cae en 8'01", perfecto, les canto a mis galgos .
Antes del kilómetro 3 la sensación de sequedad en la boca es notoria. Me pregunto cuantos avituallamientos tendremos hoy...
Manzanares se vuelca con su carrera y el calor no impide que bastante público se agolpe en sus calles. Da gusto correr en sitios así, no te falta animación en la mayor parte del recorrido y eso hace más llevadera la prueba. Es un circuito absolutamente llano, con pocos giros, lo que la hace muy rápida, pero hoy no...
A pesar de haber calles estrechas, no nos cuesta demasiado adelantar corredores, no se ven grupos numerosos, solamente sofocados corredores que van cayendo poco a poco, cuyas miradas nos dicen "estos locos van demasiado deprisa, con el calor que hace, y yo no puedo más".
Van cayendo los kilómetros al ritmo previsto, 4 minutos clavados. Pero sobre el cuarto mil Casero comienza a quedarse un par de metros detrás. Prefiero no decirle nada, sé que si no sigue pegado es porque le es imposible y si intento forzarlo será peor. Pasamos el 5 en 20 minutos, justo lo pactado.
No veo el avituallamiento, está unos metros por delante, tras dos giros de 90 grados. Ambos cogemos una botella, nos va a hacer mucha falta. Doy sorbos pequeños, me echo un poco sobre la cabeza y aguanto el resto. Floren acaba rápido con la suya y tras unos metros le ofrezco la mía.

Llegamos al kilómetro 6, 24 minutos clavados. Le canto el tiempo a mi compañero y me contesta: "vale, pero no aprietes". Le digo que no se preocupe, que no pienso hacerlo, visto que Casero ha quedado algo atrás, lo más sensato será mantenernos y empujar solo al final, si las piernas responden.
Kilómetro 7, seguimos con el tiempo establecido. Muscularmente me encuentro muy bien, pero no tengo saliva en la boca, la lengua se me pega al paladar y la sensación es horrible. En esas condiciones y con el asfixiante calor se hace muy difícil correr. Floren comienza a jadear, y no de gusto precisamente. Hay veces que se me queda algo detrás, pero cuando le animo para que no decaiga, me sigue con convicción.
Llegamos al 8 y el cronómetro sigue de nuestra parte, pero el resto de condiciones no. Trato de jugar una baza psicológica, gritando "¡venga, dos kilómetros con un par de huevos!", pero aquí no manda la mente, si no las piernas, el calor, el asfalto; se va acabando la gasolina y para esto no hay remedio, solo hay dos opciones para terminar, aflojar y llegar trotando o tratar de darlo todo sufriendo lo indecible.
Ni que decir tiene que Floren es un luchador nato y se decanta por lo segundo.

Le propongo pasar el nueve a ritmo de 4'10" para intentar recuperar fuerzas y hacer un último kilómetro a tope; no dejo de decirle que puede conseguirlo, pero empieza a cabezear, con un jadeo constante, y lo único que sale de su boca es un "no puedo, no puedo". Por más que busco, no encuentro el cartelito del 9. Pero ya no me preocupa mucho, viendo que hemos bajado el ritmo y que mi compañero anda jodido, me centro en no dejar que se me quede muy atrás, para al menos, hacer un crono decente.
El garmin me ha ido pitando descompensado, después de pasar las marcas de la organización, y cuando me chiva que solo queda un kilómetro se lo traslado a Floren: venga, dos vueltas al parque nada más.
Esto parece haberle dado vida, levanta la cabeza, me da alcance, se pone a mi lado, incluso hay veces que me adelanta (no, si ahora me va a dejar aquí tirado, pienso yo). Da un buen arreón y aguanta así unos metros, mas no dura mucho el achuchón hasta que de nuevo, afloja el paso; nos queda una larga calle y luego girar a la derecha para ver el arco de meta. En el último giro están Fillo y Juanan animando. Echo un vistazo al crono, 39'35". Quedan unos 250 metros y eso no seremos capaces de hacerlos en 25 segundos...
Al límite de sus fuerzas y con gesto de resignación, cruza la meta, no ha podido ser 40'40".


Ha sido durísima, el calor ha hecho estragos. Después de pasar el primer kilómetro no nos ha adelantado ni un corredor. Hemos de estar muy orgullosos de la marca que hemos conseguido, creo que con buena temperatura habríamos logrado facilmente 39'30", podemos ir a casa con la cabeza bien alta.
Justo detrás de nosotros entra Jose Luis, en 41'45", haciendo su mejor marca personal. Uti le ha llevado de lujo (este entrenador nuestro vale su peso en oro).
Y tras él, Casero, en 42'20". Luego nos dijo que desde el kilómetro 4 iba con dolores en el muslo, una pequeña lesión que le trae de cabeza.
Poco después, Alfonso e Ismael terminan también con unos tiempos de lujo.
Como puede verse en las CLASIFICACIONES dejamos el pabellón bien alto.