domingo, 27 de junio de 2010

Se acerca el triatlón.

El día 11 de julio se celebra el triatlón ciudad de Alcázar. Si no pasa nada, será mi tercera participación en esta prueba. Para acabar dignamente el segmento de natación todavía necesito hacer muchos metros; cuando digo dignamente quiero decir terminar los mil y pico metros sin parar y saliendo de los últimos, es lo que hay cuando uno es malo en el agua. El resto de la prueba ya es otra cosa. Aunque no me paso entrenando, con la bici ya hago fácilmente medias superiores a los 32 kms/h en cada salida. Claro, son cortitas, 40 kms la que menos y 60 y pico la que más.
Y hablando de correr, hoy entrenamiento con algunos amigos del club de atletismo las lagunas: Uti, Atanasio, Floren, Ignacio y Javi. Hemos quedado a las 9 en las lagunas. Ellos han ido en coche y yo corriendo. Desde allí nos hemos dado una vuelta por el carril del Riato y vuelta por la senda a la casilla de la Dehesa, volviendo a salir al camino de las lagunas donde yo he tirado para casa y el resto del grupo han ido a buscar sus coches. El ritmo ha sido muy tranquilo, aunque yo he ido algo 'pesado', ya que ayer hice doblete por la tarde (1200 m nadando + 42 kms de bici a 32'5 de media) y notaba cierto cansancio.
Para la semana que viene hemos quedado en hacer algún día series de mil, la cosa promete ser interesante, pues ellos corren bastante más que yo, pero pienso aguantarles todo lo posible.

martes, 1 de junio de 2010

Corrían otros tiempos

Era Abril del 88; si, de 1988. El equipo del pueblo de al lado (Herencia) nos invita a jugar contra ellos en su cancha, por entonces una pista de cemento al aire libre. Pero no tenemos 'selección local', tendremos que juntarnos unos cuantos amigos y acudir, por lo menos para quedar bien.
Dicho y hecho. Yo era el más joven, todavía no había cumplido los diecisiete ¡ni siquiera conocía todavía a la que hoy es mi esposa!; pero mi elevada talla, 1'86, excepcional para aquellos años en pueblos tan pequeños y mi labor de pívot, tanto en defensa como en ataque, hacían que mi presencia fuese poco menos que imprescindible. No era un jugador anotador, no. Mi labor se centraba en prohibir al equipo contrario encestar cerca de donde yo me encontrara, haciéndome especialista en taponar hasta al más 'pintao', no se me resistía nadie. En el ataque, el equipo contrario se centraba en bloquearme todo el rato, situación que explotaban al máximo mis compañeros (véase en el documento adjunto, que sólo hice 6 puntos en este partido). Pero eso no importaba, lo que verdaderamente nos enorgullecía era el todo, ganar divirtiéndonos, sin humillaciones, sin insultos, sin violencia, todos tan amigos a tomar una cerveza bien fría al acabar.
Pinchar aquí para ver el acta.

Hablando de mis entrenamientos, contar que estoy incidiendo en la bici y la natación. Cuando me ponga a correr voy a parecer una abuelita.