martes, 6 de diciembre de 2016

XXI Cross de la Constitución, Alcázar de San Juan, diciembre 2016

      Vuelvo a colocarme un dorsal tras un mes, noviembre, sin carreras. Los entrenamientos cada vez salen mejor, las sensaciones son muy buenas, las plantillas parece que van dando resultados y este pobre veterano corredor está empeñado en volver a correr por debajo de los 4 minutos el kilómetro. Todo llegará.
      Había venido como espectador alguna vez a este cross y de verdad que tenía ganas de participar. El nivel es bastante alto, aunque no haya demasiada participación; los veteranos más duros de la zona (Higinio Gallego, Javier Torres, Isidoro Moreno ... por nombrar solo a tres) suelen pasarse por aquí para deleitarnos y "machacarnos" a los aficionados como yo. Resumiendo: no había opción a podio, pero sí muchas ganas de hacer un buen papel.
      Para hacer honor al despiste que me caracteriza, me he dejado olvidados en casa las zapatillas con las que pensaba correr y una camiseta seca para después. Lo de la camiseta no es problema, ya que, a pesar del fresquito, a la hora de empezar sale el sol y apetece ir con la de tirantes. Llevaba una preparada para ponerla debajo (soy friolero, si), así que asunto resuelto. Lo de las zapatillas ha sido peor, ya que también tenían las plantillas preparadas, así que iré, como poco, incómodo. Las viejas K-Swiss son las que utilizo desde hace ya bastante para uso diario, y creedme si os digo que ya llevan más kilómetros andando que los que le hice corriendo. Son un gran par de neumáticos, con ellas tengo mi mejor marca en media maratón (1:24 para los que no lo sepan) y también corrí en 3:11 el maratón de Madrid en 2013. Curiosamente, en esa carrera también las dejé olvidadas en el pueblo y tuve que dar la vuelta desde Villacañas ... menuda cabeza la mía...
      Con muy poco tiempo para calentar, busco un buen lugar bajo el arco de salida, con tan mala suerte que se me colocan delante dos corredores super abrigados. Sí, con ver como vestimos sabemos quién correrá más o menos que nosotros, y estos dos sé que antes o después tendré que adelantarlos en un circuito de tierra-barro-césped no lo suficientemente ancho. La parte buena es que, como la mayoría, salen muy por encima de sus posibilidades cuando dan la salida y con un poco de sangre fría y paciencia, se puede escoger perfectamente el lugar idóneo para el adelantamiento.
      Hoy daré pocas referencias en mis parciales por kilómetro, ya que entre los árboles del precioso parque Alces de Alcázar, el gps no va todo lo fino que a uno le gustaría, pero he tomado el tiempo en cada paso por meta, así que, al lío!!
      Salida con poco retraso sobre el horario previsto. ¿Había un toro detrás? debe ser, porque no veáis como sale la peña!! En unos 200 metros me adelantan al menos 25 corredores. Yo a lo mío, con mi sonrisa "malévola" pensando, ya os pillaré, tranquilos jejeje. Poco después hay un giro a derechas bastante cerrado y estrecho, en el que, para más inri, hay un charquito con barro muy resbaladizo. Lo sorteo lo mejor que puedo y entramos a un tramo corto de césped. Así no hay quien coja ritmo!!
      Algunas zonas del camino tienen un montón de hojas secas y es cuando agradezco mi despiste con las zapatillas. Sin duda, con las Adidas Glide me habría resbalado mucho más que con las veteranas "K".
      Poco antes de completar el primer kilómetro entramos a una zona de camino limpio y bien compactado. Desde ese momento empiezo a adelantar a gente. Poco a poco van cayendo uno tras otro, y no es que yo haya acelerado, que va! únicamente conservo el mismo ritmo desde que salimos. En la zona más tranquila del parque hay otros dos giros, también bastante cerrados que, junto al primero de todos, son los que más rompen el ritmo en carrera.
      En la parte que mejor vienen los ánimos se encuentra mi hermano grabándome en vídeo, menuda alegría!!
      La primera de las tres vueltas la completo en 8 minutos exactos, que es lo que había planeado. Pero con tanto cambio de ritmo no me veo capaz de ir más rápido después. Planeo mentalmente que, si me sobran fuerzas, las reservaré únicamente para el último kilómetro.
      En la segunda vuelta, al paso por la zona de las hojas, adelanto a un corredor y en la siguiente curva le hago un gesto con la mano para avisarle que voy a cerrarme (hay barro y quiero evitarlo). No sé si me habrá visto o no, pero inmediatamente después me ha rebasado y se me ha cruzado "a mala leche" obligándome a frenar. Por si era poco con los giros, otro cambio de ritmo inesperado... De poco le ha valido esa machada, ya que 100 metros después, con más espacio, he vuelto a pasarle con facilidad (no he vuelto a saber de él jiji).
      Segunda vuelta, 16'07". Los frenazos y acelerones han hecho que me desvíe muy poco del tiempo marcado en la primera. Seguiré siendo un pelín conservador e intentaré ir acelerando donde el terreno me lo permita.
      
      En varias zonas del circuito se encuentran amigos animando, Uti, Javi Carrillo (autor de alguna de las fotos de la entrada), mi hija Ali, que correrá minutos después. Gracias a ellos se disfruta mucho más de este deporte.
      Aproximadamente sobre el kilómetro 5 comienza a dolerme el abdómen, al igual que me pasó en Socuéllamos. Mira que tiene mala leche, con lo agusto que iba todo el tiempo, muy motivado adelantando mogollón de gente!! En la siguiente foto se puede apreciar que mi gesto ya no es tan risueño...
      Unos metros después distingo a Paco Rivas, un gran triatleta local. Como voy dándole alcance, me olvido temporalmente de mis molestias. Al adelantarlo le saludo y le llamo Javi (es el nombre de su hermano), enseguida rectifico y me disculpo. Se pega a mí y me dice que la temporada es larga y estamos empezando, con lo que justifica que este pobre viejuno haya podido con él ...
      Nuevamente mi hermano, móvil en mano, inmortalizando el momento:
      En ese tramo adelanto a otro atleta. No suelo mirar atrás, pero es inevitable escuchar sus pisadas y agitada respiración. Al tratarse de una persona muy competitiva el que escribe, estos ruidejos me hacen apretar y comenzar a darlo todo. Digamos que no me gusta que me adelanten llegando a meta ... Penúltima curva y doblo (si si, DOBLO) a uno de los corredores que se me había colado delante en la salida. También doblo a una Villacañera, a la que doy ánimos, y pego el arreón final.
      24'12" ha sido mi tiempo para completar los 6060 metros anunciados. Todavía recogiendo el avituallamiento de meta me encuentro a Iván Cantos y Angel Quintanar, dos buenas liebres. Se ve que no lo he hecho del todo mal si están todavía aquí jeje.
      Después ha corrido Ali. Unos 4 kms. Ha ido todo muy bien, aunque ha vuelto a acusar alguna molestia en uno de sus gemelos. Aquí la he retratado entrando en meta con Paula, la hija del compañero Alfonso, y después con nuestra amiga Ana.


      Con la vista puesta en la San Lillera el 24 de diciembre, seguimos entrenando duro.



lunes, 31 de octubre de 2016

10K Yugo, Socuéllamos 30-10-2016

Tras el disgusto de no haber podido participar en la carrera de Las Lagunas, nuestra carrera, por una fascitis que me ha tenido 33 días sin calzarme las zapatillas, vuelvo de nuevo a la carga en Socuéllamos. Tan solo un mes de preparación, pero las sesiones de bici que he podido meter mientras descansaba la fascia han sido cruciales, llego al 30 de octubre en un buen estado de forma.
Siempre queremos más, eso es así, pero por esta vez, voy a ser conformista. Resumiendo: la carrera salió como tenía que salir, y punto.
Con el aliciente de conseguir un jamón y un queso por número de atletas del mismo club llegados a meta, los laguneros conseguimos formar un grupo de 17 aguerridos corredores.

La historia de cada uno varía en condición a sus pretensiones, sus entrenamientos, su estado de ánimo...yo contaré la mía.
Miento si digo que no estaba nervioso, han sido muchos días sin colocarme un dorsal. También había elegido llevar un ritmo osado, muy al límite de lo que había hablado mi cuerpo en los entrenamientos de calidad, pero así soy yo, y eso nada puede cambiarlo.
La idea es acompañar a Uti, saliendo a 4 minutos el kilómetro y, según se desarrolla la carrera, aflojar o apretar; sencillo, ¿verdad? El caso es que desde el primer momento llevamos el plan al pie de la letra, es una de las ventajas que tiene correr con alguien tan experimentado. El habernos puesto bastante delante en la salida ayuda a que no sean muchos los corredores que hagan de freno por delante, tampoco estorbamos nosotros a nadie. La calle de inicio es ancha y los pocos adelantamientos que se ven son sin peligro (jo, esto parece la fórmula uno).
El domingo se nos juntaron dos cambios, el de hora y el climático. No hacía frío precisamente, pero tampoco mucho calor, casi casi la temperatura perfecta para ir rápido.
Mis piernas van respondiendo muscularmente a la perfección, la fascia no se queja en absoluto y las últimas molestias que había tenido desde principio del verano en la rodilla izquierda tampoco quieren aguarme la fiesta. La cosa pinta muy bien.
El primer kilómetro lo clavamos 4'01", el segundo transcurre en una ligerísima subida y lo hacemos en 4'06", cosa lógica y nada preocupante, ya que tenemos margen para recuperar si fuese necesario.
El cronómetro sigue estando de nuestra parte y con el ritmo ya bien memorizado, llegamos al kilómetro 3 en 4'03".
Los organizadores, tras algunos cambios en el recorrido, han conseguido quitar los pocos giros bruscos que había en ediciones anteriores. Con este trazado llevamos ventaja los que entrenamos en La Mancha, pataleando los largos y llanos caminos que la atraviesan, corriendo a velocidad continua, aparentemente sin esfuerzo (aparentemente, ja!).
Antes de llegar al cuarto kilómetro empiezo a tener una desaforada sensación de sed y no veo la hora de llegar no a éste, si no al siguiente, que es en el que preveo hayan puesto el avituallamiento.
Con la mente puesta en disfrutar del líquido elemento, picamos el 4 en 4'02", y poco a poco vemos que el objetivo de bajar de 40 minutos (sí, esa era nuestra idea) se va esfumando, ya que los pocos segundos que llevamos de exceso se acumulan y las dudas de terminar fuerte empiezan a surgir.
Pero no será esa la principal traba a nuestro plan, ya que un pequeño dolor de estómago empieza a hacer acto de presencia en mi persona.
Kilómetro 5, buen ritmo, 4'00". Las piernas van de lujo. Me puedo permitir acortar o alargar la zancada al gusto para salvar alcantarillas, adelantar a otros corredores, voy encantado. Pero el estómago duele cada vez más y mi cuerpo empieza a pedir un respiro. Me cuesta mucho trabajo seguir a este paso, pero la experiencia que me han dado las diferentes carreras, mucho más largas, en las que he participado, me dice que puedo exprimirme mucho más, aguantar sin problemas hasta el final; eso sí, no trates de ir más rápido que la cagas.

Comienza de nuevo la ligera subida antes del kilómetro 6, nos acomodamos detrás de un corredor que, por los pelos (blancos) adivinamos, es veterano. Aflojamos el paso, vamos a darnos una pequeña alegría.
Hasta ahora, perdón por no haberlo mencionado antes, hemos ido adelantando a decenas de corredores, y así vamos a continuar hasta acabar, señal de que nuestra carrera ha sido muy bien planteada (aunque veremos más adelante que alguien la planteó mucho mejor).
4'14", es lo que tardamos en alcanzar el 6. Ahora al corredor que adelantamos es nuestro compañero Javi Romo (el Rapi), que se niega a acompañarnos, ya que va fundido.
Al pasar el 7 le digo a Uti que si quiere ir más rápido no se lo piense, que no se preocupe por mí, ya me las apañaré, pero va igual que yo, deseando ver la meta y forzando para mantener los discretos 4'09" que nos salen en este parcial.
Poco después, sobre el kilómetro 8, que pasamos en 4'10", veo unas sombras (y no chinescas) sobre mi cabeza, y antes de adivinar de quién se trata, nos saluda con gran felicidad el amigo Floren. Ya nos había advertido que iría recogiendo cadáveres antes de acabar, y, efectivamente, acaba de dar con dos fiambres.
Vamos juntos hasta el 9, que gracias a su compañía, bajamos un pelín, a 4'06". Es entonces cuando poco a poco nuestro compañero da rienda suelta a sus zapas y empieza a dejarnos atrás.
Yo trato de seguirle unos metros, me giro, buscando a Uti, pero lleva mala cara y trato de pegarme a Floren. Las piernas responden muy bien, pero el dolor de estómago se acentúa y pienso que no merece la pena sufrir por arañar unos segundos.
Se hace muy largo, pero ningún kilómetro es eterno, ni siquiera el último. Rodeamos la iglesia, pasamos varios arcos y acabo en 40'54" (mejor marca del año, que pena). El último ha salido en 3'49".
Como decía al principio, salió lo que tenía que salir, ni más ni menos. 188 de más de 1000 llegados a meta, 20º veterano C, de 125, creo que voy a conformarme ;)
CLASIFICACIONES

miércoles, 17 de agosto de 2016

Carrera popular Santa Quiteria, Fuente el Fresno, 14-08-2016

      Desde mayo sin competir. Y es que una rodilla me tiene algo mosqueado. Se me inflama y me duele un montón. Después de varias sesiones de fisioterapia, la cosa ha mejorado, pero algo dentro de mi dice que sigue averiada, por lo que he suprimido los entrenamientos en cuestas y los ejercicios de gimnasia exigentes.
      Por orden cronológico, y de forma muy resumida, compartiré mis últimas tres pruebas disputadas. La primera en Quero, el pasado 30 de julio. Únicamente con el fin de pasar una tarde divertida nos fuimos un buen grupo de laguneros a participar en el acuatlón en memoria del tristemente fallecido triatleta David Quirós. Sin llegar en ningún momento al 100 %, corrí y nadé con estupendas sensaciones. Confieso que he estado muchos días dándole vueltas a participar en algún triatlón este año ... pero va a ser que no.
      El día siguiente, en Villacañas, y ahora con la intención de ir fuerte para "coger chispa", participé en la CAPOVI. El calor asfixiante y la dureza que supone subir la Avenida Madridejos, me hicieron tomar la determinación de correr sin darlo todo. Además, íbamos un grupete muy majo de laguneros y acabar todos juntos de la mano me pareció una idea mucho más atractiva que terminar corriendo algo más de un km deprisa y apenas ganar unos segundos y muy pocos puestos en la clasificación. Se agradece la gran cantidad de público que había en la zona centro y se sigue echando de menos una buena bolsa del corredor...

      Y ahora si, Fuente el Fresno. Es un 10000 duro. El pueblo no tiene ni una calle en llano, pero la prueba tiene un gran atractivo y es un test genial para conocer el ritmo que se puede llevar en la carrera de las Lagunas. Voy mentalizado a sufrir, a darlo todo y sacar un buen crono. El haber cambiado de categoría por edad (ahora soy veterano C), me ha vuelto más competitivo ... bueno, más es imposible, a quién voy a engañar...

      Tras 12 minutos de calentamiento con Floren e Ignacio, nos colocamos bastante bien en la salida, más o menos acordes con nuestro estado de forma. Aún así, tras el pistoletazo, siempre te encuentras gente que va excesivamente lenta, a pesar de empezar cuesta abajo. 
      Enseguida formamos un grupo Floren, Uti, Ignacio, Juanje y yo. A pesar de las bromas, el amigo Floren no dice ni pío. Es otro que va muy concentrado en el ritmo, también quiere hacer una buena carrera. Se que está más fuerte que yo, pero intentaré ir con él la mayor parte del tiempo posible.
      Pronto acaba la bajada y tras callejear un poco, empiezan unas pequeñas rampas, aperitivo de la famosa cuesta de la calle empedrada. En el gps tan solo llevo puesto el ritmo actual, ya que he decidido no poner el pulso, para no venirme abajo en los momentos más duros. Como dije al principio, apenas hay nada llano en el vecino pueblo Ciudad Realeño, por lo que llevar un control del ritmo tampoco es una idea tan acertada ... y dentro de población la señal es más inexacta ... pero en fin ... a lo hecho, pecho.
      Tras las primeras cuestas, me quedo unos metros detrás, pero antes de la parte más dura, vuelvo a enlazar con Uti y Floren. Juanje ha puesto la directa y ya no le vemos el pelo (vale, nunca se lo vemos, va rapado el chaval), Floren aguanta bien, Ignacio se ha quedado algo atrás y Uti se estrella contra su gran pesadilla, las cuestas. Como buen compañero y amigo, me quedo a su lado, en lugar de seguir a Floren, tratando de darle ánimos para subir con fuerza. No sé si hice bien, ya que nada más ponernos a bajar, me dice que lleva flato y que no va nada bien. Le espera una segunda vuelta jodida. Pasamos el km 5 en 21'20" y si soy capaz de doblar, me doy con un canto en los dientes.

      Poco a poco Floren se nos va escapando, y yo me acomodo al ritmo de Uti. Voy bien, sin exigirme en la bajada, ya que estoy convencido que debo ahorrar fuerzas para la segunda subida.
      Justo antes de empezar de nuevo el calvario, me quedo solo, en tierra de nadie, ya que nuestro entrenador no va todo lo fino que él quisiera y ha bajado un poco el ritmo. Así que afronto, pues, la segunda subida sin apenas referencias de mis compañeros, exceptuando a Floren, al que veo ya a unos 50 metros por delante.
      Agacho la cabeza, aflojo ligeramente el paso y sin pensar en nada más, subo trotandillo la empinada cuesta de adoquines. Con muchas fuerzas todavía alcanzo el kilómetro 9 y cometo un error de novato, me lanzo a toda pastilla hacia abajo. El pulso se me sube por las nubes (aunque no quise mirarlo), el aire no me llenaba los pulmones, aunque, menos mal, las piernas responden bien. Un giro a izquierdas que no recordaba y tachán!! la última cuesta. Se me viene el mundo encima, había olvidado por completo esa parte del recorrido y resignado, cedo varios puestos que había ganado metros atrás.
      Pero aquí no termina esto. Todo lo que sube, tiene que bajar, y aunque no me juegue nada, el orgullo me puede, y si me queda una pizca de fuerza, voy a exprimirla al máximo. Con los dientes bien apretados, me agarro bien los machos y encaro los últimos metros con fuerza, pasando no solo a los que me rebasaron en la cuesta, si no a varios más. Otro veterano se pica conmigo y lanza también un sprint. Al principio lo veo divertido y trato de darle alcance, pero me es imposible, va como una moto!!.
      Paro el crono en 41:57, mejorando el tiempo de la primera vuelta y logrando un 16º puesto en la categoría, y 127 de la general (de unos 600). La cosa promete para la del pueblo ;)

domingo, 22 de mayo de 2016

I CARRERA POPULAR A FAVOR DE LA ASOCIACIÓN CASTELLANO MANCHEGA DE FIBROSIS QUÍSITICA (MEMBRILLA)



            Hoy no era el día. Y no porque no haya entrenado bien, que lo he hecho, era porque no sé aplicarme el cuento cuando las señales te dicen “STOP”.
            Es el cuento de nunca acabar. Acabo el 2015 lesionado de nuevo por la zona de los sóleos y gemelos. Cambio por completo la forma de entrenar, incluyendo mucha técnica de carrera, cuestas, sesiones de fuerza y circuito Oregón. En dos meses estoy muy fuerte, pero en las series rápidas me duele una rodilla. No le hago caso y sigo entrenando, como si nada. Ayer, a media mañana, me empieza a doler bastante la zona lumbar. Ibuprofeno y un paseo en bici. Me alivia bastante el dolor. Esta mañana me levanto “tronchado”, me duele todavía. Ibuprofeno y movimiento, esto se pasa calentando…
            Y con muchas ganas de correr y poca sesera, me voy a Membrilla con los compañeros del C. A. Las Lagunas. Casi me tienen que bajar del coche de Floren, ya que me había enfriado y volvía a doler. Ver como me quitaba los pantalones tratando de hacer contorsionismo ha sido un espectáculo. Toda la mañana forzando posturas, disimulando el dolor, mañana tendré agujetas en los abdominales…

            Pero la cosa cambia en el calentamiento. Al minuto de empezar a trotar, el dolor desaparece (algo en mi interior me dice que me va a dar la risa cuando, una vez frío, llegue a casa). Un trotecillo corto de reconocimiento, un progresivo para ver sensaciones, y a la línea de salida.

            Se ven corredores finos, jóvenes, veteranos, mujeres… todos (o casi), así que, prudentemente, nos ponemos no muy cerca de la cabeza en la salida. Curiosamente, hay mucho hueco, parece que todos esperamos a los “buenos”, pero dan el pistoletazo, y ahí no se ha puesto nadie.
            Suave Eladio, suave. Frena, regula, no te lances en la salida. Tantos meses sin competir, han hecho que no controle lo más mínimo el ritmo al empezar. A los dos o trescientos metros miro el Garmin y veo que vamos a 4’ pelados. Bajo un pelín el ritmo y busco a Floren. Lo tengo a mi lado, bien, voy a tratar de ir con él lo más lejos posible.
            Antes de hacer el primer giro, calculo a grosso modo los que llevamos delante …unos 40 más o menos. Que lástima no haber llegado en buenas condiciones!! Entramos al Paseo del Espino y nos encontramos un giro al final, en el que está situado el primer kilómetro. Lo pasamos en 4’06”. Quizá es algo rápido para ser el primero, pero me alegro de haber conseguido frenarme lo suficiente como para no hacerlo más rápido todavía. A continuación entramos en una calle bastante larga, para tratarse de un pueblo pequeño, unos 500 metros. Hay numeroso público animando y aunque yo voy pensando que en la segunda vuelta se me va a hacer eterna, ahora la recorremos en un suspiro. Al final está el segundo kilómetro, pero el gps pita unos metros más tarde de la cuenta, a 4’08”. Algún que otro giro, Plaza del Azafranal, dos calles más y llegamos al 3 en 4’10”. De nuevo el gps pita después del cartel de la organización. Enseguida llego a la conclusión de que no pillo bien la cobertura, y las referencias del aparato no serán muy válidas.
            Sobre este punto, si no recuerdo mal, se encuentra el avituallamiento. Decido no coger agua, ya que llevamos muy pocos minutos corriendo y el sol no pega con fuerza, lo haré en el km 5 … que es donde daba yo por supuesto que estarían colocados los voluntarios con el líquido elemento…
            Llegamos al 4 y empiezan mis dudas. El gps dice 4’12”, pero cada vez pita más lejos de las referencias de la organización. Empiezo a notar que no voy bien de pulmones. Supongo que el haber ido haciendo tanta fuerza con el estómago me está pasando factura y no soy capaz de llenarme de aire cada vez que inspiro (no voy a olvidar los síntomas de alergia que tengo desde que empezó la primavera). Le digo a Floren que voy a aflojar un poco, yo no voy tan fuerte y él puede acabar hoy haciendo una marca bastante curiosa, no quiero hacer de lastre. Justo delante está Isidro y estoy seguro que lo alcanzará en breve.

            Una ligera pendiente favorable (apenas se aprecia) hace que el quinto kilómetro lo pase en 4’13” y comienzo una segunda vuelta que se me antoja catastrófica.
            Enseguida me pasan dos corredores (parecen más jóvenes que yo). Volvemos a entrar en el Paseo del Espino y aprovecho para contar cuántos veteranos llevo delante. Es lo que hay, cada uno se motiva a su manera, y yo, que soy muy competitivo, cuento a los de mi edad … más o menos 15. Floren me va sacando poco a poco cada vez más metros. Me alegro por él, lo veo fuerte y eso me gusta (aunque vaya delante, tiempo habrá de ponerle las cosas difíciles). Nada más pasar el km 6 (4’19”) me cruzo con Alfonso y pienso que, a unas malas, termino la carrera con él.
            Pasan los metros y la cosa no pinta tan mal, nadie más me va adelantando, es buena señal. Llego al 7 picando de nuevo 4’19”. Y ahora si, me alcanza Isma y me adelanta con mucha facilidad, este chico anda muy bien, tiene buenos genes.
            Como en el 5 no había otro avituallamiento, esperaba al primero con muchas ganas, acepto encantado un botellín de agua y me tomo un respiro, sin dejar de correr, para darle un generoso trago. Este gesto me hace llegar al 8 en 4’25”, siendo el más lento de todos.
            Un poco más adelante me rebasa un veterano corredor del circuito de Ciudad Real, trato de seguirle unos metros, pero soy incapaz, no puedo respirar bien, me ahogo enseguida y decido desistir. Vuelvo la cabeza y veo a otro (más) veterano, y cuando pico el noveno mil (4’21”) decido no dejarme pasar por ninguno más, cueste lo que cueste. La verdad es que tampoco me he tenido que exprimir mucho, a estas alturas de la carrera, que levante la mano el que vaya fresco…
            Últimos giros y encaro la meta. Ahí está Coco animando y haciendo fotos y no puedo resistir hacer una gracia a su paso (gracias mostro).

            Acabo en 41’57”, el 31 de la general y 10º veterano A, no está nada mal para haberse juntado tantos factores negativos.

martes, 5 de enero de 2016

I CARRERA POPULAR VILLA DE QUERO

    Primera carrera del año, a la que acudimos en masa desde Villafranca un nutrido grupo de laguner@s:
    El pasado domingo 3 de enero se levantó la mañana fresquita, con un vientecillo del sur que hacía helarse todo el cuerpo en cuanto te daba en las narices. Pero esto son apenas meras anécdotas, ya que las ganas que llevo de correr harán que se me olvide en cuanto me coloque en la salida.
    En el calentamiento vuelven las molestias del gemelo que me han hecho bajar la intensidad de mis entrenamientos. Es un dolor apenas perceptible, pero me avisa que está ahí, que puede torcerse la cosa a la que me descuide. Opto por estirar suavemente y tratar de pensar en otra cosa ... a unas malas, si no me deja ir rápido, busco a Ali ...
    Los vecinos han organizado esta carrera para poder ayudar con los beneficios de la inscripción a la asociación de personas con discapacidad ASPRODIQ, y en la prueba principal nos agrupamos aproximadamente medio centenar de atletas. Hay caras conocidas, buenos fichajes, así que nada de optar a un puesto de podio (hay categoría única, nada de grupos de edad). Entre los nuestros, Fillo y el recién "adoptado" Enrique, que correrá con su equipo, el Bikila Mora, son los más destacados. Después trataremos de no quedar muy lejos de ellos el resto: Javi (Rapi), Alfonso, Ignacio, Lili, Bienve, Alberto, Floren, Manu, Juanan, Casero, Ismael, Josué, Carlos, María, Ali, Juan Carlos y un servidor.
    Ali no ha traído ningún complemento de abrigo, por lo que tengo que dejarle una braga (que me iba a poner para tapar los oídos) y los guantes; en carrera no los eché de menos. Llevo ya dos días sin tomar antibióticos, el resfriado está casi vencido, pero opto por la precaución y tiro de manguitos y camiseta de manga corta debajo de la del club.
Nota.- los manguitos nos han provocado ya bastantes risas...
    En resumidas cuentas, con muchas ganas y pocas taras, me planto en la salida. A la voz de "ya!" nos ponemos en marcha y a los pocos metros tenemos un giro de 90 grados seguido de una cuesta de unos 80 metros que acaba poniéndose casi vertical ... vale, si, he exagerado un poco...
    Enseguida localizo a Ignacio y Alberto, que van delante a un ritmo muy alegre. Sé que a Alberto lo voy a pillar, ya que mi ritmo en carrera es un pelín más alto, pero con el palomete ya no estoy tan seguro. Al bajar por la calle Las Pueblas alcanzo al quereño y no puedo resistir echarle una pequeña bronca; es normal que salga rápido, está corriendo en casa y no tiene todavía la suficiente experiencia como para regular desde el principio. Pocos metros después, aprovechando que en bajada mis zancadas son larguísimas, doy caza a Ignacio. Justo en ese momento pita el Garmin: 3'50" ... uf! me he pasado un pelín, a ver si ahora, que viene un tramo llanito, soy capaz de regular.
    En Villacañas fuimos juntos prácticamente toda la carrera Ignacio y yo, y hoy temo que me va a dar para el pelo, ya que yo no tuve miramientos a la hora de tirar fuerte el último kilómetro, dejándolo atrás; Pero una cosa es lo que yo pienso y otra lo que él decide, no tiene piernas para seguirme, me deja marchar en solitario.
    El paso por Quero se hace en un suspiro, no hay mucho público, pero los pocos que están en la calle animan con ganas. En el gps llevo puesta la pantalla con el ritmo, prefiero no mirar las pulsaciones, que hoy, con total seguridad, van a ser altas. La respiración va todavía fluida y las zancadas prudentes, con el gemelo "dormido". Paso el segundo kilómetro en 3'57", bien, esta velocidad es más adecuada.
    100 metros después se encuentra el punto de avituallamiento. He salido con la boca seca, así que no dudo en coger una botella. Patoso de mí, se me resbala y cae al suelo. Con los nervios de hielo, paro, regreso al punto y la recojo. Esto en una carrera tan corta puede calificarse como un error garrafal, pero me conozco bien, y si continúo sin beber un sorbito de agua, seguro que las sensaciones serán pésimas.
    Ahora viene la parte más dura de la prueba, una recta con una ligera pendiente y el viento en contra. Ya me había advertido Alberto que pasaríamos por esta calle, que lleva a la estación de tren y está desprovista de edificios, así que mi estrategia era buscar alguien que me cortase el viento la mayor cantidad de metros posible. Y ahí estaba, el modelo perfecto, un corredor de Criptana con una buena planta, con unas espaldas dignas de un leñador vasco. Se trata de Ángel Quintanar, y hoy ha venido a correr desde el pueblo de los molinos en bici, esto si que es un tío valiente!! Hago un cambio de ritmo y le doy alcance, me coloco "a rueda" y trato de relajarme unos metros. Pasamos el tercer kilómetro en 4'11".
    El efecto del drafting se hace notar enseguida y a pesar de que el cuerpo me pide rápidamente ir más fuerte, aguanto sereno hasta poco más de la mitad de la calle. Una vez en ese punto, le doy el relevo, miro hacia atrás y veo a unos 20 metros a Javi. En la San Silvestre terminó por delante de mí y es un corredor con un final fuerte, al que sé de buena tinta, que le gusta ganarme. Entonces es cuando se me pone el modo competitivo "ON", hoy no será su día, pienso entre mí.
    Poco antes de girar hacia el camino que nos llevará de vuelta, logro contar los que van por delante. En cabeza, destacado, Iván Cantos (hermano de Alberto), seguido de un grupo en el que van Fillo, Enrique, Félix (el villacañero) y alguno más. Después siguen otros a los que no conozco, aunque creo distinguir al que me precede como Jesús (otro villacañero). Lo tomo como referencia y trataré de darle alcance. Eso, unido a que no voy a dejarme pillar por Javi, será bastante motivación para tratar de ir más rápido hasta meta. Voy en el puesto 12º.
    Tomamos el camino de vuelta a Quero y pico el cuarto kilómetro en 4' justos. Giro la cabeza para tomar referencias con mis perseguidores y, oh, sorpresa! Ángel está ahí mismo. Se había quedado unos metros por detrás al darle yo el relevo, pero cuando creí haber aumentado la distancia bastantes metros, ahora descubro que no es así, lo tengo bastante cerca. En ese momento pienso que va a ser un rival duro de roer, que Javi también estará próximo y que, o me pongo las pilas, o caigo al 14... menos mal que ahora vamos cuesta abajo y con el viento a favor.
    Muchos pensarán que tampoco hay tanta diferencia, en ser el 12 o el 14, pero cuando te ves bien, cuando entrenas duro, no te vale perder posiciones terminando una carrera. Vale, no habrá podio, ni por grupos de edad, pero aunque se me salga el corazón por la boca, no voy a dar mi brazo a torcer, soy así, no tengo remedio. El quinto kilómetro cae en 3'50".
    Volvemos a entrar en el pueblo, voy tomando referencias de mi más inmediato perseguidor constantemente, ¡mantiene la distancia!. Menos mal que en la estación se quedó rezagado, si no, me toca emplearme bien para ganarle. Últimas calles, últimos giros, últimas miradas y último mil también en 3'50". Al final consigo mi propósito y mantengo la 12ª posición, marcando un crono de 23'35" para los 6 kms. El gemelo me ha respetado, aunque a en el momento de escribir estas líneas estoy con dolor y obligado a descansar varios días.
    En cuanto soy capaz de recuperar el resuello, vuelvo sobre mis pasos para buscar a Ali.
    Doy con ella en el km 5. Me dice que va muy bien, lleva buena cara, y yo no quepo de ancho por las calles de Quero!!!

    En la recta final me pongo delante para quitarle algo de viento, auque al final me aparto para dejarla entrar sola a meta.
    Nuestra compañera María logra la segunda plaza en la general femenina y Alberto también segundo, pero local ;-) enhorabuena a ambos.
    Ahora tenemos la vista puesta en la carrera de Las Paces, en Villarta de San Juan, espero haberme recuperado.



   

sábado, 2 de enero de 2016

XI San Silvestre Villacañera, 31-12-2015

    A pesar de ser una distancia muy corta, esta es una carrera a la que me encanta asistir. No es tan sólo el hecho de correr el último día del año, es, también, la buena animación que ofrece el pueblo de Villacañas, congregando público en todo el recorrido. 
    En esta ocasión, nos esperaba un asfalto mojado y muy resbaladizo (al menos para las pegasus), pero una temperatura muy agradable y, aunque preveo que me va a sobrar mucha ropa, opto por llevar una camiseta sin mangas debajo de la oficial del club, también manguitos y gorrito navideño. A pesar de las buenas sensaciones de Mascaraque, no he podido llegar en condiciones a la "SanSil", ya que un resfriado me ha tenido doblegado sin poder entrenar en condiciones, además de un leve pinchazo en el gemelo derecho. El médico me recetó antibióticos, y cualquiera que practique este deporte sabe que te dejan echo polvo, sin poder rendir. Como sabéis, suelo ser muy competitivo, y hasta el último momento no decido lo que llamo "mi estrategia".
    De viaje al pueblo de los silos, acuerdo con el amigo Ignacio hacer la carrera con él, intentando marcar un ritmo de 4'10" el km aproximadamente. También nos acompañarán Alfonso, Bienve y Josué; aunque éste último confiesa que es mucha velocidad para él. En esos momentos, ni yo mismo estoy seguro de ser capaz de llevar el ritmo al que me he comprometido.
    La organización ha optado por hacer cronometraje con chip, algo muy de agradecer en una carrera gratuita, y el sistema, muy parecido al de Mascaraque, parece bastante cómodo y sencillo, consistente en poner en la zapatilla una pequeña tira de papel-plástico con el sensor incorporado, bravo por ellos.
    Tras un pequeño y, a mi juicio, escaso calentamiento, nos colocamos muy delante del pelotón. Advierto a mis acompañantes que tras los primeros metros, nos coloquemos a un lado y dejemos pasar a "los de siempre" (si, esos que siempre salen escopeteados y que luego adelantamos tras el primer kilómetro). Dicho y hecho, ni que estuvieran repartiendo billetes de 50 más arriba!!
    Esta carrera tiene un circuito al que se le dan dos vueltas, se empieza con una pequeña subida, luego unos metros llanitos, se vuelve a bajar, y se vuelve a llanear hasta la meta. Tampoco es que la subida sea pronunciada, pero como te pases un pelín ... ya sabes, la cagas.
    Antes de terminar la primera subida ya voy refrenando a mis compañeros, que, contagiados por la inercia del pelotón, no dudan en ir acelerados sin control. En alguna parte del primer kiómetro perdemos a Josué y picamos el mil en 4'13". Curiosamente me encuentro fenomenal, puedo hablar perfectamente y para nada se me atraganta el ritmo. Comienza la bajada y lo mismo, tiro del freno para que Alfonso e Ignacio (a Bienve tampoco lo veo ya) no se desboquen y puedan hacer la segunda subida a buen paso. Picamos 4'04" y vamos todo el rato adelantando gente, por lo que el ánimo está muy alto.
    El tercer kilómetro es muy llanito, y mantenemos el ritmo a la perfección, 4'10". Pero aquí empieza de nuevo la segunda subida y Alfonso ya va pitando como una locomotora vieja. Le cuesta llegar con nosotros hasta arriba, pero el esfuerzo le pasará factura y poco después se quedará unos metros por detrás nuestra. El cuarto kiómetro cae en 4'11" y hasta aquí he llegado con fuerzas de sobra, así que le digo a Ignacio que en la bajada aceleremos suavemente, para intentar rebajar algún segundito. Su respuesta no me la esperaba: "tira tú". Y aquí viene el dilema; ¿qué hago, tiro fuerte o me quedo con él? Decido acelerar, pero muy poco, a ver si me aguanta. Le vuelvo a hacer gestos para que se pegue a mí, pero no va tan fresco como yo y continúa un par de metros por detrás. Cuando llegamos al quinto kilómetro (3'50") decido acabar fuerte los últimos 600 metros, adelantando a todo aquel que pueda.
    El público de la calle Mayor siempre lo da todo animando, y eso hace que la llegada a meta sea muy emocionante, poniéndose la carne de gallina.
    Acabo en la 39ª posición, el 12º de mi categoría, con un tiempo de 22'28", mucho mejor de lo que esperaba.
    Como hoy también ha venido Ali a correr, me cambio rápido de camiseta y voy en su busca. La han acompañado María y Juan Carlos, que han sido sus ángeles de la guarda, ya que la pobre tuvo un pequeño flato durante la prueba y ellos no la han dejado ni un momento sola ¡gracias compañeros!.
PINCHANDO AQUÍ se puede ver la clasificación.
    Además de los que he nombrado, corrieron también bastantes laguneros, destacando a Fillo, que entró en séptimo puesto de la general, también su hermano Javi, Floren, Isidro, Juanan, Ismael, Jose Luis Lili...
    Hoy toca roscón, y mañana también corremos en Quero.
    Ah, feliz año!!!