miércoles, 17 de agosto de 2016

Carrera popular Santa Quiteria, Fuente el Fresno, 14-08-2016

      Desde mayo sin competir. Y es que una rodilla me tiene algo mosqueado. Se me inflama y me duele un montón. Después de varias sesiones de fisioterapia, la cosa ha mejorado, pero algo dentro de mi dice que sigue averiada, por lo que he suprimido los entrenamientos en cuestas y los ejercicios de gimnasia exigentes.
      Por orden cronológico, y de forma muy resumida, compartiré mis últimas tres pruebas disputadas. La primera en Quero, el pasado 30 de julio. Únicamente con el fin de pasar una tarde divertida nos fuimos un buen grupo de laguneros a participar en el acuatlón en memoria del tristemente fallecido triatleta David Quirós. Sin llegar en ningún momento al 100 %, corrí y nadé con estupendas sensaciones. Confieso que he estado muchos días dándole vueltas a participar en algún triatlón este año ... pero va a ser que no.
      El día siguiente, en Villacañas, y ahora con la intención de ir fuerte para "coger chispa", participé en la CAPOVI. El calor asfixiante y la dureza que supone subir la Avenida Madridejos, me hicieron tomar la determinación de correr sin darlo todo. Además, íbamos un grupete muy majo de laguneros y acabar todos juntos de la mano me pareció una idea mucho más atractiva que terminar corriendo algo más de un km deprisa y apenas ganar unos segundos y muy pocos puestos en la clasificación. Se agradece la gran cantidad de público que había en la zona centro y se sigue echando de menos una buena bolsa del corredor...

      Y ahora si, Fuente el Fresno. Es un 10000 duro. El pueblo no tiene ni una calle en llano, pero la prueba tiene un gran atractivo y es un test genial para conocer el ritmo que se puede llevar en la carrera de las Lagunas. Voy mentalizado a sufrir, a darlo todo y sacar un buen crono. El haber cambiado de categoría por edad (ahora soy veterano C), me ha vuelto más competitivo ... bueno, más es imposible, a quién voy a engañar...

      Tras 12 minutos de calentamiento con Floren e Ignacio, nos colocamos bastante bien en la salida, más o menos acordes con nuestro estado de forma. Aún así, tras el pistoletazo, siempre te encuentras gente que va excesivamente lenta, a pesar de empezar cuesta abajo. 
      Enseguida formamos un grupo Floren, Uti, Ignacio, Juanje y yo. A pesar de las bromas, el amigo Floren no dice ni pío. Es otro que va muy concentrado en el ritmo, también quiere hacer una buena carrera. Se que está más fuerte que yo, pero intentaré ir con él la mayor parte del tiempo posible.
      Pronto acaba la bajada y tras callejear un poco, empiezan unas pequeñas rampas, aperitivo de la famosa cuesta de la calle empedrada. En el gps tan solo llevo puesto el ritmo actual, ya que he decidido no poner el pulso, para no venirme abajo en los momentos más duros. Como dije al principio, apenas hay nada llano en el vecino pueblo Ciudad Realeño, por lo que llevar un control del ritmo tampoco es una idea tan acertada ... y dentro de población la señal es más inexacta ... pero en fin ... a lo hecho, pecho.
      Tras las primeras cuestas, me quedo unos metros detrás, pero antes de la parte más dura, vuelvo a enlazar con Uti y Floren. Juanje ha puesto la directa y ya no le vemos el pelo (vale, nunca se lo vemos, va rapado el chaval), Floren aguanta bien, Ignacio se ha quedado algo atrás y Uti se estrella contra su gran pesadilla, las cuestas. Como buen compañero y amigo, me quedo a su lado, en lugar de seguir a Floren, tratando de darle ánimos para subir con fuerza. No sé si hice bien, ya que nada más ponernos a bajar, me dice que lleva flato y que no va nada bien. Le espera una segunda vuelta jodida. Pasamos el km 5 en 21'20" y si soy capaz de doblar, me doy con un canto en los dientes.

      Poco a poco Floren se nos va escapando, y yo me acomodo al ritmo de Uti. Voy bien, sin exigirme en la bajada, ya que estoy convencido que debo ahorrar fuerzas para la segunda subida.
      Justo antes de empezar de nuevo el calvario, me quedo solo, en tierra de nadie, ya que nuestro entrenador no va todo lo fino que él quisiera y ha bajado un poco el ritmo. Así que afronto, pues, la segunda subida sin apenas referencias de mis compañeros, exceptuando a Floren, al que veo ya a unos 50 metros por delante.
      Agacho la cabeza, aflojo ligeramente el paso y sin pensar en nada más, subo trotandillo la empinada cuesta de adoquines. Con muchas fuerzas todavía alcanzo el kilómetro 9 y cometo un error de novato, me lanzo a toda pastilla hacia abajo. El pulso se me sube por las nubes (aunque no quise mirarlo), el aire no me llenaba los pulmones, aunque, menos mal, las piernas responden bien. Un giro a izquierdas que no recordaba y tachán!! la última cuesta. Se me viene el mundo encima, había olvidado por completo esa parte del recorrido y resignado, cedo varios puestos que había ganado metros atrás.
      Pero aquí no termina esto. Todo lo que sube, tiene que bajar, y aunque no me juegue nada, el orgullo me puede, y si me queda una pizca de fuerza, voy a exprimirla al máximo. Con los dientes bien apretados, me agarro bien los machos y encaro los últimos metros con fuerza, pasando no solo a los que me rebasaron en la cuesta, si no a varios más. Otro veterano se pica conmigo y lanza también un sprint. Al principio lo veo divertido y trato de darle alcance, pero me es imposible, va como una moto!!.
      Paro el crono en 41:57, mejorando el tiempo de la primera vuelta y logrando un 16º puesto en la categoría, y 127 de la general (de unos 600). La cosa promete para la del pueblo ;)