martes, 2 de enero de 2024

III San Silvestre de Tomelloso, 31-12-2023

 Finaliza un nuevo año, un año diferente, un año que, si no hubiese sido por las lesiones, habría sido fabuloso. No obstante, no ha sido malo, sobre todo teniendo en cuenta las últimas carreras...

Como no pude ir a Villacañas por trabajo, me tocó estar buscando alguna San Silvestre que no estuviese lejos, que fuera por la tarde y a ser posible, a primera hora. Tomelloso reunía todas las condiciones. Cuando le conté mis intenciones a Miguel, no lo dudó un instante "tío, yo me voy donde tú vayas". Y  Alicia más de lo mismo "papá, inscríbeme, que yo también corro en Tomelloso". Por desgracia un resfriado unos días antes impidieron a mi hija correr; la parte buena es que ganamos una fotógrafa jeje.

Allí que nos presentamos, prudentemente con una hora de antelación. Nos dio tiempo a tomar café, coger los dorsales y la bolsa (pedazo de bolsa del corredor buena, por cierto), cambiarnos y calentar tranquilamente.
Quedamos con Ali para que intente hacernos alguna foto y de paso, que nos lleve unas sudaderas para después.
Ya me había adelantado mi amigo Cerezo que suele venir mucha gente disfrazada y, teniendo en cuenta que estábamos casi 600 inscritos, decidimos echarle un vistazo a la zona de salida.

Se trata de una calle estrecha, uno de los accesos a la Plaza de España, y encima, haciendo curva. Le digo a Miguel que vamos a ponernos lo más delante posible para evitar el embudo y vaya que si lo hicimos, de muestra un botón:

Por suerte, tengo que esquivar a tan solo un corredor (el que va de negro), pero el precio fue demasiado caro, salimos casi a tope y eso al final se paga.
En el momento que la calle se ensancha, cerca de una rotonda, alcanzo a Miguel, que ya se ha dado cuenta de lo rápido que va, lo paso y sigo a lo mío. Pocos metros después me adelantan un par de corredores (uno de ellos con el pelo blanco, ya estamos de pitorreo...). Los primeros van disparados, nos han sacado mucha distancia en muy poco tiempo. Yo procuro que el del pelo blanco no se vaya demasiado lejos. A su lado va otro veterano, el que quedó detrás de mi en Lillo. Supongo que estoy en el sitio correcto, aunque no se si a la velocidad adecuada. He estado trabajando las dos noches anteriores a la carrera y apenas he dormido ni descansado. Confío en que voy bien entrenado, estoy en buen estado de forma y la prueba es corta.
El circuito es muy sencillo, una recta de un kilómetro y volver casi por el mismo sitio. Lo poco que se callejea hace que se completen los casi 2'5 km de cada vuelta. Digo casi porque además de que mi gps dio bastante menos, después lo he medido con un par de herramientas de internet y me salen 4'8 km totales.
Sobre el segundo kilómetro adelanto al corredor que también fue a Lillo, no miro atrás ni un momento, voy confiado y fuerte. Ali nos espera poco antes del arco de meta y hace su trabajo a la perfección:


Luego, en casa, viendo las fotos, me di cuenta de que el otro veterano me seguía muy de cerca en ese punto...

Primera vuelta. No miro el reloj, hay mucha gente animando en la plaza, supongo que eso hace que me acelere un poco. Un chaval más joven me adelanta en este punto y yo intento seguirlo o al menos, tratar de que no se vaya demasiado lejos, quiero afianzar mi posición.

Gracias a Uti por encontrar esta foto en la que según él, llevo cara de concentración. Pero no es eso lo que yo percibo. Empiezo a pagar todo de golpe: el no dormir, la salida demasiado rápida y el plato de lentejas que me comí poco antes de venir a correr... Me empieza a doler la barriga, a la altura del diafragma, signo inequívoco de que voy pasado de rosca. Miro el reloj y ya he bajado considerablemente el ritmo, pero me cuesta muchísimo mantenerlo. La interminable recta del primer kilómetro parece no tener fin. Me falta el aire, me pesan las piernas, los brazos, llevo el cuello agarrotado, todavía quedan dos kilómetros y lo peor de todo, el del pelo blanco no se deja atrapar :) :)
En el siguiente giro decido bajar un poco el ritmo a propósito, necesito coger aire. Volvemos a girar y miro de reojo hacia atrás. Me sigue un grupo a unos 30 metros, van dispersos, espero que no se pongan a dar relevos, ya que me alcanzarían con facilidad.
Cuando volvemos a encarar la larga recta veo la cola de la carrera, voy a tener que doblar a mucha gente que va andando y disfrazada. Por suerte apenas hay un momento en el que se estrecha mucho la cosa, pero no hay incidentes, al contrario, cuando se dan cuenta se apartan y dan ánimos. El público de las calles también aporta su grano de arena, hay mucha gente gritando y aplaudiendo. Hay que reconocer que en estos momentos, esos detalles ayudan bastante.
Poco a poco voy recortando metros al veterano que llevo delante, pero no me veo con fuerzas en absoluto para pensar en esprintar llegado el caso. Los metros van pasando y mi cara y mi respiración deben ser un poema. Se me está haciendo más largo que un maratón ¡madredelamorhermoso!
Últimos giros, paso al lado de Ali (no me ve hasta el último segundo), termino de darlo todo y cruzo la meta en 17'47''. Según los del cronometraje 18'14'', no entiendo por qué tanta diferencia...
Lo primero que hago es ir a preguntar la edad al corredor que me ha precedido (si, el del pelo blanco). Está tan sofocado como yo, me mira y me dice "yo tengo 48 años" olé, le doy las gracias y una sonrisa enorme me empieza a brotar de la cara. Enseguida llega Miguel, me ha ido pisando los talones (aunque luego me contó que dejó de verme poco después de que lo rebasara al principio). Para el reloj, le echa un vistazo y me abraza muy contento. Ha corrido por debajo de 4' el km, ¡TOMA YA!.
Charlamos y comentamos la carrera mientras bebemos agua y nos comemos el donut que nos da la organización. Le digo a Miguel que creo haber entrado entre los 15 primeros y que seguramente suba al podio. Buscamos a alguien que tenga un teléfono y pueda leer el código QR del dorsal, ya que, cosas de la era moderna, la clasificación provisional es instantánea. Alicia dice que su móvil no tiene, así que nos deja las sudaderas, la dejamos en la plaza y nos vamos a poner ropa seca y un abrigo.
Nada más vestirnos comprobamos los resultados:
14º de la general, primer veterano B buaaaa!!! que alegría!!!! corriendo de nuevo a la plaza para subir al podio!!
EL premio por ganar en categorías es muy generoso, una enorme copa y una cesta muy completa con productos de la tierra. He de reconocer que me ha encantado la prueba, a pesar de lo que he sufrido. Este año voy a tener dilema a la hora de decidir cual correr...








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