martes, 4 de febrero de 2025

X Carrera Popular Ojos del Guadiana, Villarrubia de los Ojos, 2025.

 El domingo 2 de febrero se celebró la décima edición de esta carrera. Es la primera vez que he participado, aunque no de la forma que a mi me hubiese gustado. Con el buen pico de forma que he alcanzado, me inscribí para tratar de mejorar mis últimas marcas en 10 kilómetros, pero, desgraciadamente, una lesión a la altura del aquiles de la pierna derecha, me hizo llegar muy justito. De hecho, todavía la tengo presente y, a día de hoy, con dolor que me impide correr.


Mi pensamiento era calentar muy suave y empezar a correr. A la más mínima señal, ser precavido y abandonar. Esta es la idea que expongo a los compañeros del club mientras tomamos café. También ha venido mi compi de trabajo Fran, que está encantado con el circuito de carreras de Ciudad Real ¿y quién no?

Mientras calentamos vamos saludando a un montón de conocidos, entre ellos Antonio Layos, vistiendo de corto y con un dorsal en el pecho. Nos damos un gran abrazo y le digo lo que me alegra verle correr, es un fuera de serie. No voy notando ninguna molestia, empiezo a ser optimista.

Como voy sin presión, me coloco de los últimos en la salida. Comenzamos andando, seremos casi 900 participantes. El inicio es cuesta abajo y enseguida empiezo a buscar huecos y a adelantar corredores. Voy muy tranquilo, casi pasando frío (y eso que he decidido correr con camiseta de manga larga y guantes). No miro ni el pulso, ni el ritmo ni nada, solo voy atento a mi aquiles.

Poco después del primer kilómetro alcanzo a nuestra compañera Sara. Bromeo con ella diciéndole que la han dejado sola el resto del grupo y a los pocos metros, continúo algo más rápido. Voy disfrutando un montón, un ritmo llevadero y adelantando a muchos corredores. El recorrido está plagado de público, cosa que siempre se agradece. Hay que aclarar una cosa: aunque la organización habla de recorrido llano, hay varias "tachuelas" que te dejan sin fuerzas si vas demasiado apurado. Voy pensando que si llego a venir a tope, seguramente habría pasado varios malos ratos en los últimos kilómetros. Pero hoy no es el día de sufrir, al contrario, lo estoy pasando genial.

De vez en cuando voy notando un leve pinchazo en el tobillo, señal de que si acelero, o piso mal, puede volver el dolor. Pero concentro mis esfuerzos en observar bien el asfalto, para no pisar baches, alcantarillas, pasos de peatones elevados ... etc. y la cosa no va a más.

Sería más o menos a mitad de carrera cuando alcancé a José Antonio, amigo de Lillo con el que coincido muchísimo. Poco después, me pongo a la altura de Antonio Layos y me quedo unos instantes charlando con él. Me dice que, a unos 100 metros, va delante Floren, pero no logro distinguirlo entre los atletas. Llegamos a una cuestecilla que se las trae y conservo mi ritmo. Eso hace que Antonio y muchos otros se queden atrás. No tardo mucho en cazar a Resu y Floren. Se alegran un montón al verme, señal de que voy sin dolor. Los acompaño un rato y no tardo en decirles que el cuerpo me pide algo más de ritmo, que voy a tirar hacia adelante.



Continúo adelantando a mucha gente, siempre con precaución, buscando huecos o por la parte exterior de la calle cuando giramos en alguna esquina. Tras un par de kilómetros alcanzo a ver a mi compañero Fran. Cuando llego a su altura puedo apreciar que va algo tocado, pero mantiene un buen ritmo a pesar de ello. Me pongo a charlar con él, aunque le pido que no hable mucho, que aproveche todo el oxígeno posible, ya que todavía queda la cuestecilla de marras... Ahora si miro el crono de vez en cuando. Vamos a 4'35" y antes de llegar al último kilómetro Fran me dice que siga yo solo. Lógico, seguro que voy un puntito más rápido de lo que a él le gustaría y no es cuestión de sacarlo de punto y hacer que sufra, lo quiero conservar como amigo jeje.

Pues nada, acelero y sigo adelantando gente. Llegamos a la cuesta. Veo a Mónica y me pongo a su lado. Me dice que va fatal, fundida, así que decido quedarme con ella y darle ánimos hasta la meta, que ya está muy cerca.

Terminamos en unos 46 minutos, aunque mi tiempo real son unos 35 segundos menos, ya que puse en marcha mi reloj al cruzar el arco de salida. Muy contento por haber acabado. Carrera que he disfrutado mucho y que me tomo como un entrenamiento de calidad.


Los compañeros del club terminan genial, Isidro, Teo, Sara, Floren, Resu (que ha batido su mejor marca en 10 K), Ignacio, con un tiempo brutal y el incombustible Uti, que nos tiene acostumbrados a subirse al podio y aquí hizo tercero de su categoría.

¿La próxima? Me hubiese gustado ir a Valdepeñas, pero, a día de hoy, faltando tan poco tiempo, es imposible. Habrá que esperar a la Capitán Duque.


viernes, 3 de enero de 2025

San Silvestre Villacañas 2024

    Contra todo pronóstico, llego al día 31 sin dolor de tobillo. Eso si, está algo inflamado y me he prometido a mi mismo que, si me duele calentando, no tomo la salida. Me voy con Uti hasta mi "segundo pueblo", con tiempo suficiente para recoger el dorsal, saludar a todo aquel que me reconoce de paisano y calentar trotando por el parque. La tarde está fresquita, aunque no hay nada de viento. Decido correr con camiseta de manga corta y una interior técnica que evacue el sudor. Los guantes se quedan en el coche, tampoco hay que abusar.

   Salimos muy lentos para comprobar el estado del tobillo, nos ponemos a charlar y pronto se me olvida que está tocado. No hay rastro de dolor, bien. No obstante, seré prudente y, si durante la carrera tengo síntomas, pararé para no provocar un daño mayor.

   Línea de salida. Me pongo al lado de Fillo y Miguel Salas. Éste último me invita a ir con él, como siempre. Y como siempre lo rechazo, no quiero fundirme a mitad de camino jeje. Con la inercia de los primeros metros voy pegado a ellos, pero en cuanto preveo que el gps ya marca bien el ritmo, le echo un vistazo y me refreno. Villacañas es lo que tiene, la Calle Mayor es en ligera cuesta arriba y si te excedes aquí, fastidias toda la carrera. Lo dicho, aflojo y dejo que se vayan.

   Junto a ellos van Maxi y su cuñado Luis. Delante Abdel Kader, es decir, si no hay sorpresas, voy cuarto de la categoría. Voy a tratar de hacer una carrera técnica, reservando en las subidas y tirando más fuerte en las bajadas.

En la esquina con la Calle San Blas está el amigo Martín dando ánimos e inmortalizando el momento:


   Empieza la primera bajada. Acelero un poco para acercarme a los corredores que me preceden y, de paso, adelantar a alguno. En la Calle Concepción me voy acercando a Luis y cuando giramos para bajar por la Avenida de Madridejos, me pongo a su lado, le levanto la mano (me cuesta hablar) y lo adelanto.

   A la altura del bar la Moderna hay una aglomeración de jóvenes impresionante. Están de fiesta, pero son capaces de respetar nuestro esfuerzo y gritar con fuerza dando ánimos. Intento controlarme, ya que, en estas situaciones, inconscientemente tiendes a acelerarte.  Mirada de reojo al reloj, voy bien, buen ritmo.

Pasamos toda la parte llana y giramos hacia la plaza. Está hasta arriba de gente. Entre la multitud destaca mi compañero Alberto, dándome ánimos. Primera vuelta en 10 minutos y medio justos. Si no me vengo abajo y doblo, voy a hacer buena marca. En cuanto salimos de la zona peatonal aminoro un poco, lo suficiente como para no perder paso a un corredor local que llevo delante (Sixto, algo mayor que yo) y para evitar que me den caza los que me siguen.

   De nuevo Martín, móvil en mano, anima y hace fotos:



   Fin de la Calle San Blas, accedemos a Magnolio, pero me falta el aire y no puedo acelerar. Me pongo a un ritmo que me permita recuperar un poco en esta corta bajada. Cuando llegamos de nuevo a la Calle Concepción alcanzo a Sixto. Si no recuerdo mal, creo que es la primera vez que puedo llegar a meta antes que él. Pero no hay que desfallecer, de hecho, hay que ponerse un poco las pilas. Acelero hasta la bajada de la Avenida Madridejos. Aquí acelero algo más. Esta vez no me retengo al paso por la Moderna. Ahora si que voy a buen ritmo, tanto, que empiezo a pensar que me está pasando factura el haber corrido en Consuegra, mi respiración es muy forzada.Doy alcance a otro corredor local, más joven que yo. Al darse cuenta acelera un poco y me vuelve a sacar un metro. Pero ha sido un fogonazo, ya que lo vuelvo a alcanzar con facilidad. No se rinde, vuelve a acelerar. Esta vez, igual que la anterior, en pocos metros lo vuelvo a pillar. Rotonda del sembrador y pita el km 5 el reloj ... 3'38'' leche, con razón voy que no puedo ni respirar...

   Me pongo delante del villacañero y mantengo el ritmo. No veo a Fillo por delante, no me sigue ningún corredor de mi categoría a corta distancia. Hoy no será necesario esprintar en meta.

   Finalmente acabo en 21'01''. Creo que es la mejor marca que he registrado hasta ahora, si no, la segunda. Contentísimo con el resultado, 17º de la general y tercer máster 50. Comparto podio con Abdel y Fillo, todo un lujo.


   Uti llega poco después, primer máster 60, enhorabuena!!


   El tobillo de lujo. A día de hoy, ya ni siquiera está hinchado.


lunes, 30 de diciembre de 2024

Carrera de Navidad, Consuegra 2024

 Después de correr en Puebla de Almoradiel, había que tomarse unos días de recuperación, sin bajar el nivel, claro, para poder rendir en las pruebas navideñas. Estuve tentado de ir a Aranjuez. Es un circuito muy chulo y muy rápido, pero también es una carrera masificada. Quizá fue esto lo que más me echó para atrás... y que el día anterior tenía que ir de aceituna, vaya tela, menudo dolor de brazos jeje.

Este año he tenido que elegir entre Puerto Lápice, prueba que me encanta, a pesar de su corto recorrido, y Consuegra, 6 kilómetros con algunas rampitas. También dudaba entre la San Silvestre de Tomelloso, que conocí el año pasado, y la de Villacañas, que vuelve a recuperar su fecha correcta.

Me decidí por Consuegra y Villacañas, la primera por el horario y la segunda por narices, ya que cuando busqué la información de Tomelloso, las inscripciones se habían cerrado. Poco antes de que cerraran las de Consuegra, convencí a Uti para que me acompañara y, a su vez, él trajo a su sobrino Jesús. Por otro lado, Albertuki, Mónica y Bienve, serían el resto de laguneros que iban a participar.


 

Desde el día de Navidad llevaba con sensación de cansancio. Los pocos kilómetros que entrené, llevaba las pulsaciones más altas de lo normal. Las sensaciones eran tan "regulares" que tuve que recurrir a la oración del mal de ojo...Por suerte, aunque el pulso seguía alto, el cuerpo amaneció mejor el día de la carrera.

Llegamos muy bien de tiempo a la ciudad consaburense, pero nos costó una barbaridad encontrar aparcamiento. Parece que este año hay mucha participación. Nos ponemos el abrigo y vamos a recoger el dorsal y a "bacinear" un poco, para buscar caras conocidas (sobre todo en grupos de edad, para qué engañarnos). De primeras Uti, localiza a Gustavo, un galgo de su edad que siempre está muy muy fuerte. También vemos otros atletas muy finos y con muchas canas en el pelo, no sabemos distinguir si serán rivales míos o suyos. Lo tenemos chungo ambos. En la plaza localizamos al amigo Antonio Mora, el ciclista herenciano que corre más que una liebre. Charlamos un rato con él y le digo que, con lo que he visto, yo seré quinto o sexto de la categoría, cuando no caiga más abajo... A Uti le otorgamos un segundo puesto en mayores de 60 años casi casi asegurado.

Un par de kilómetros de calentamiento para comprobar la temperatura y el viento y decidimos correr en tirantes y sin guantes (Uti confesó, al acabar, pasar frío, yo no). Línea de salida, cuatro minutos para empezar y Bienve se ha dejado el dorsal en el coche...anda con Dios hermoso!! Sale pitando y nos deja en vilo hasta que regresa, unos segundos antes del inicio.

Me coloco no muy delante, ya que el primer kilómetro pica hacia arriba y la inercia de la salida puede hacernos ir demasiado rápido y pagarlo después.

En los primeros metros hay algún giro, que tomamos con precaución, salimos enseguida dirección al cerro Calderico, que, por suerte, no hay que subir. Voy fresco, muy confiado en mis posibilidades. Giramos a derechas y la calle se empina, aflojo un pelo, nuevo giro, mantengo el ritmo y pico el primer kilómetro en 3'58''. Voy justo detrás de la primera mujer, que va escoltada por varios atletas con la misma camiseta. Doy por sentado que los voy a adelantar en la bajada. Llegamos a la travesía y nos llevamos un susto monumental: un "iluminado" se ha saltado el cierre y circula tan tranquilo con su coche entre los corredores. Todo el mundo le grita.

Bajamos muy rápidos junto a la iglesia. No hay hueco para adelantar, así que me conformo con el ritmo hasta que tenga la oportunidad de rebasarlos.

Desde la travesía hasta la plaza se puede ir muy rápido, siempre que seas capaz de coger bien las curvas, ya que si te pasas, puedes ir contra la pared con facilidad. Por suerte, como he puesto antes, al ir detrás de un grupo, mi ritmo va a ser más lento, cosa que luego voy a agradecer...

En el siguiente giro después de la foto, adelanto a la chica y sus acompañantes, pero enseguida me quedo detrás de otro grupo más numeroso. Pasamos por la plaza y tengo que volver a frenar bastante detrás de un corredor que me cierra el camino en el siguiente giro a izquierdas. Nada más entrar a la calle de los mazapanes lo adelanto. Continuamos en una pequeña subida, justo en la calle donde hemos aparcado. El sol me da de lleno en la vista, no llevo gafas y apenas veo donde piso. Hay que darle un toque de atención al Ayuntamiento, ya que, al igual que en la mayoría de nuestras localidades, el asfaltado deja mucho que desear y mucho agujero.

Poco después accedemos a la parte más llana del circuito, justo en el paseo del Amarguillo. No escucho el pitido del segundo kilómetro, y desconozco por completo el ritmo. Sigo fresco y acelero. Luego he podido comprobar que lo hice en 3'49''. Menos mal que no me aceleré bajando, habría sido un gasto vital para el resto de la carrera. Miro de reojo el Garmin y veo que me he puesto a 3'45'' ... quietooooo!!!!

Pasamos de nuevo por la plaza y encuentro mucho terreno libre por delante.


Un detalle que todavía no he mencionado, el público: increíble, hay gente en casi todo el recorrido, y animando!! Este gesto siempre te da un puntito de fuerzas y hace que te aceleres algo más.

Después de la plaza hay otra pequeña subida y cambio de recorrido, pico el 3 en 3'56''. Me hago un rápido examen físico: voy bien de fuerzas, el ritmo no es tan bueno como había previsto, y se me está haciendo un nudo en el estómago, espero no coger flato.

Cruzamos el Amarguillo, pequeña subida hasta picar el cuarto kilómetro, 3'56'' de nuevo, habrá que conformarse. Recuerdo que por esta zona había otra subida y no estoy yo como para tirarme faroles y acelerar en este punto. Giro a derechas y ¡tachán! unos 200 metros de rampita que nos va a dejar para el arrastre. Aflojo un montón y corono bien. Ahora toca bajar y empezar a correr algo más rápido, si el estómago me deja, claro.

Nada más pasar por el quinto, que pico en 3'50'', adelanto a un corredor veterano (era de mi categoría). Poco más delante va un chaval, seguramente senior, y a unos 100 metros, Gustavo el de 60 que va como un tiro. En lo poco que va quedando les recorto mucho a ambos, supero al joven con facilidad y me pego a la espalda de Gustavo que, de un rápido vistazo hacia atrás, me localiza y sprinta para llegar por delante de mi a meta.


 

Termino en 23'04 muy contento, ya que había calculado 23 pelados estando bien. Cuando estoy parando el cronómetro me pasa como un flash el corredor más joven, ¡que susto joer! En la clasificación lo ponen justo detrás de mi...

En meta nos entregan otra bolsa, con agua y un isotónico, que bien me va a venir. Espero a Uti y al resto de laguneros. Charlamos un minuto mientras nos juntamos todos y nos vamos al coche a ponernos ropa seca. A la vuelta nos encontramos con Antonio, el herenciano, el cual me confirma que he sido quinto de la categoría y él cuarto. Los tres primeros corrieron por debajo de 3'40'' el km. Uti ha sido segundo y Bienve tercero, toma ya!! Luego nos enteramos de que Mónica había sido primera senior. Tres podios de seis laguneros.


Ayer, domingo 29, salí a trotar suave con Uti e Ignacio. A mitad del entrenamiento me torcí el tobillo derecho. Creo que no ha llegado a esguince, pero todavía tengo algo de dolor. Me temo que en Villacañas no voy a poder darlo todo...



miércoles, 13 de noviembre de 2024

VII Carrera popular La Puebla de Almoradiel, noviembre de 2024.

    No han podido preparar mejor día, meteorológicamente hablando, nuestros amigos de La Puebla de Almoradiel. Solecito, fresquito, una ligera brisa que enfríe nuestros "motores"... ideal. Si a eso le añadimos la calidad humana con la que nos encontramos, incluyendo, claro está, a mis compañeros Uti y Fillo, ya solo se puede pedir una cosa, aunque peque de avaricioso, hacer podio. Pero, ¿habré sido capaz hoy de conseguirlo? No hagas trampas viendo las fotos y sigue leyendo, a ver si te hago sudar tanto como si también hubieses corrido.

   Circuito muy bueno para ir rápido (dentro de nuestras capacidades, claro). Parte urbano y parte rural, similar a nuestra carrera de Las Lagunas. La zona del río Cigüela es preciosa. Muy buenas rectas para regular el ritmo al milímetro y prácticamente llano.

   Del Club de Atletismo Las Lagunas nos inscribimos tres (ya los he mencionado), todos en la categoría Veteranos B. Uti, recién vacunado de la gripe, anda un poco congestionado, no nos da pistas del ritmo que va a llevar. Fillo está más fuerte que el vinagre, la semana pasada bajó de los 39 minutos en el 10 K de La Solana, terminando el tercero de su grupod de edad. Y yo tampoco vengo mal. En La Villa de Don Fadrique se me dio muy bien, aunque es posible que faltasen unos metros para los 10 km, peeeeroooo, el martes, terminando mi entrenamiento, me empezó a doler la pierna derecha, desde el glúteo hasta el sóleo. Estoy seguro que es el nervio ciático. He estado haciendo estiramientos, dándome pomadita y rodando muy suave, para no volver a despertar el dolor, así que el temor a abandonar lo tengo presente.


 

   Recogida de dorsales, saludos a amigos y conocidos (daos todos por mencionados, por favor, que siempre me olvido de alguno jeje) y al coche para cambiarnos y calentar con el amigo José Torresano. Hoy va a acompañar a Fillo. Yo tengo mis dudas, vengo sin plan.

   Ya en la línea de salida, guardamos un emotivo minuto de silencio en memoria de las víctimas de la Dana en Valencia. Cuenta atrás por el speaker (es un máquina) y a correr!!

   Salida fácil, sin empujones ni aglomeraciones. Me adelantan muchos antes del primer giro, que apenas está a 20 metros. Hay una mínima subida, apenas perceptible, antes de encararnos hacia la parte Oeste, después se baja, también muy suave, hasta el río. Trato de mantener la calma, pero enseguida veo a Fillo y Jose por delante, muy cerca, y no puedo resistirme a ponerme a su ritmo, aunque me tome mi tiempo para tratar de alcanzarlos.

   Nada más salir del pueblo picamos el primer kilómetro. Mis intenciones eran las mismas que en Villa, empezar a poco más de 4 el mil, pero al tratar de seguir a mis amigos, se me ha ido la mano, y paso en 3'55''. Una parte de mi se ha mentalizado a sufrir hoy lo que haga falta para hacer una buena carrera, pero la experiencia me dice que las consecuencias de salir tan deprisa son, además del sufrimiento asegurado, un crono peor de lo que soy capaz de hacer. En fin, confiemos en mis facultades y sigamos dando cera.

   Justo delante de mi va una bici, imagino que la primera mujer estará ahí mismo, y me coloco un minuto detrás, quitándome el poco viento que viene de costado. El cuerpo todavía no ha entrado en calor. Pero enseguida me salgo, tampoco quiero parecer un aprovechado. Todavía nos quedan unos metros de asfalto y parece que mantengo la misma distancia con Fillo y Jose. Adelanto a Maxi, que va muy confiado y fuerte, le doy ánimos.

   Llegamos al segundo kilómetro en 3'57''. Parece que hemos regulado un poco la velocidad, a ver si, con suerte, el primer esfuerzo no lo pago caro. He reducido ligeramente el espacio que me separa de mis amigos de referencia, así que, nada más entrar al camino de tierra, doy un achuchón y los alcanzo.

   En la foto aparecen ambos, justo antes de que me una a ellos. 

   El hecho de ir en grupo no tiene ya nada que ver con el inicio. Voy mucho más cómodo, aunque sean ellos los que marquen el ritmo. Me acerco lo suficiente a ambos para coger un buen rebufo y les dejo trabajar. Pero no todo el camino es apto para marchar de esa forma. En cuanto giramos y bajamos de la zona de tablas, queda un camino con dos zonas laterales lisas y una central con más grava, que te hace perder tracción. Voy de un lado a otro, subo al centro, no me encuentro ya agusto de ninguna forma, y si adelantamos a algún otro corredor, todavía se pone más difícil.

   Tercer kilómetro en 3'56''. Con tanto cambiar de lado del camino, empiezo a notar una molestia en el glúteo y en el sóleo. Mal asunto. Voy a hacer como que no me doy cuenta, pienso en otra cosa, a ver si así desaparece... venga, a ver ¿como vamos de pulmones? pues jodido...no sé que es peor, que me castigue el nervio ciático o que no vaya a poder aguantar el ritmo de mis compañeros...

   En fin, José se hace a un lado y yo me pongo junto a Fillo. Pisamos cemento unos metros, se agradece la mejora en la tracción. Otra zona cortita de tierra y llegamos al cuarto kilómetro en, también, 3'56''.

   Me centro en seguir a Fillo o en ponerme a su lado cuando puedo. Al volver a entrar a la población, no encontramos con más animación, así se hace más fácil sortear las esquinas y subir la mínima pendiente que tienen algunas calles. En las esquinas que parece dudar, le indico el camino a seguir (yo me lo conozco de memoria). Casi sin darnos cuenta, llegamos al Ayuntamiento, bajamos a la zona de Salida-Meta y completamos la primera vuelta. Justo cuando voy a mirar el tiempo neto, salta el aviso de kilómetro completado. Hoy el Garmin está clavando la distancia con lo que tiene marcado la organización. No puedo ver nada más que lo hemos completado en 3'57''.

   Y ahora es cuando me acuerdo de Marisa, mi mujer. Resulta que la noche de antes hizo una pizza casera para cenar y, tan rica estaba, que me la zampé como si no fuera a haber un mañana. Llegamos al avituallamiento y le digo a Fillo que no voy a beber, porque seguro que me sienta mal el agua al juntarla con el esfuerzo y la sensación de hinchazón que todavía llevo de la cena. Le cedo el lado bueno y sigo, algo más lento, para que no tenga que acelerar más de la cuenta para volver a alcanzarme. Pero algo ha debido pasar, porque en los primeros segundos no me pilla, se le debe haber caído el vaso, o lo mismo se ha parado para beber (no me acordé de preguntarle luego). No pasa nada, digo entre mí, así tomo un poco de oxígeno extra, que falta me va a hacer.

   Antes de que tenga que preocuparme de verdad, ya está a mi lado. Giramos y comenzamos la bajada. Se pone a acelerar, vaya... 3'50'' el sexto kilómetro, con la bajada de velocidad incluida.

   Hoy no se encuentra muy hablador, así que voy leyendo sus gestos para saber como se encuentra. Al mirar el reloj con el aviso de kilómetro completado, confío en que se frene un poco, pero no es así, de hecho, acelera ligeramente. Le digo entonces que me voy a poner a rebufo, porque si mantiene esa velocidad, se va a quedar sin mi compañía. Va como una moto, y yo como un vespino quemado jajaja.

   Con el sabor a óxido en la garganta, sensación que se produce cuando vas exigiéndote al límite (o casi), llegamos al séptimo mil en 3'48''. UFFF ... menos mal que me lleva con la lengua fuera y la molestia del ciático la he olvidado (aunque no se ha ido). Volvemos a pisar tierra, junto al Cigüela, y me pongo a su lado.


   En la foto se puede ver lo mal que lo voy pasando.

   Hacemos toda la parte del río en paralelo y me dice que me adelante para subir la rampa de madera y girar hacia el pueblo. Doy un par de zancadas más largas de lo normal y así hago.

   En toda la carrera no he mirado ni una sola vez hacia atrás. Me pregunto por donde irá el amigo Uti, si la congestión le estará jugando una mala pasada o si, por el contrario, irá dándolo todo.

   Al terminar nos contó que fue acompañado y recibiendo ánimos todo el rato.

   ¿Por dónde iba yo? ah, si, por el km 8. Lo completamos en 3'55''.

   Mentalmente voy haciendo un examen de la situación: voy bien acompañado, me van marcando el ritmo, no tengo que pensar en mirar el reloj constantemente, el aire no me llega a los pulmones, las piernas responden, aunque ya van notando cierta fatiga, si seguimos a esta velocidad, llego a meta con Fillo, al que no pienso sprintar, ya que sería un esfuerzo inútil y poco agradecido, después de ir aprovechándome de su compañía. Y en medio de mi soliloquio, Fillo vuelve a romper el silencio: Eladio, dime algo. Qué te voy a decir!! tira si tienes fuerzas, que yo más rápido ya no puedo, además, llevamos rato comiendo terreno a otro corredor que nos precede, a ver si lo adelantas. Él me contesta: y tú también!!. Vaya, agradezco enormemente tu confianza, pero va a ser que no jeje. 

  Poco a poco se empieza a alejar de mí. No trato de seguir a su lado. El miedo a que el dolor estalle y acabe lesionado me hace ser prudente, además, también voy algo justo de fuerzas y con mantener la posición me basta.

   Km 9, 3'55''. Quedan unas rampitas, unos giros y finiquitamos. Voy a tratar de mantener el tipo. Mi compañero está a unos 15 o 20 metros, se ha acercado bastante al otro corredor, pero veo difícil que lo pille. El último tramo acelero un poco, pero sin llegar al tope, no hay necesidad, y paro el cronómetro en 39'06'', muy cerquita de Fillo y del otro, que, a la postre, sería el ganador en nuestra categoría...si, efectivamente, después del primer veterano B, llegó Fillo, y servidor, tercero, otra vez que consigo un podio en grupos de edad!!

   Uti llegó en 42 minutos justos, mira que es duro el tío!!

   Después de recuperar el aliento, reponemos fuerzas con una cata de jamón serrano, junto a otros amigos corredores:



Y el podio (se me ve feliz, eh?)





lunes, 28 de octubre de 2024

XI carrera popular La Villa de Don Fadrique, octubre 2024.

   Después de correr en Herencia por debajo de los 40 minutos el 10 k, continúo entrenando con la moral muy alta y sin rastro de lesiones. Estoy haciendo muchos kilómetros semanales, la mayoría a ritmo suave, pero con algún toque de calidad. El hecho de haber generado tanto esfuerzo en el pueblo vecino me hacía dudar de si sería capaz de aguantar esos ritmos en 10 km en otra carrera y esperar a que se celebre la de Puebla de Almoradiel está demasiado lejos. Por suerte, este año he llegado a tiempo de enterarme de la prueba de La Villa, así que, como tenía el día libre, decidí inscribirme. Conozco el pueblo, es muy muy llano, el circuito, por ende, ha de ser rápido.

No hubo laguneros que quisieran acompañarme, Arturo se fue a la media de Valencia y Uti corrió en Toledo (no sé si alguno más compitió ese fide).

En Villa localizo a varios conocidos, Javi, de Puebla, Maxi y Félix de Villacañas, además de  Gonzalo y Javi, compañeros que correrán la de 5 k.

Javi y Maxi corren en Veteranos A, pero el amigo Félix, un hueso duro de roer, es mayor que yo, corre conmigo en B. No me corto a la hora de preguntarle por su estado de forma. Me dice que no está fino, que duda si será capaz de ir a 4' el km mmm no sé yo si creerle... jeje. Por su parte, él me pregunta a mí, y de paso, por si hay algún otro galgo inscrito que ya pase de los 50 años. Le digo que vengo bien de forma, que yo sí que trataré de bajar de 40 minutos y que no he reconocido a ninguno de los veteranos B inscritos.

El día ha amanecido fresquito, en comparación con los anteriores, pero acorde a la época del año en la que nos encontramos, no hace demasiado viento y parece que el sol se abre hueco entre las amenazantes nubes que cubren casi todo el cielo de La Villa. La cosa pinta bastante bien, soy optimista, hoy me veo subido en el podio y, además haciendo un buen crono.

Después de un calentamiento algo corto, me coloco en primera fila (parece que nadie quiere ponerse ahí, nada más que los más atrevidos). La salida se retrasa varios minutos, lo que nos deja helados a todos, esa es mala señal, rezo con que no me de algún calambre o tirón nada más arrancar.

A mi lado se ha colocado Javi, Maxi está detrás (he conseguido convencerlo para que salga relajado, conmigo). Félix se ha puesto algo más detrás y hay otro con el pelo blanco que no deja de mirarme de reojo... ay amigo, aquí hay uno que no conozco yo, y se le ve bien fino!!

A la de tres arranca la prueba. Inmediatamente nos adelantan unos 10 o 12 corredores, pero Javi y yo sabemos controlarnos perfectamente y enseguida marcamos la velocidad apropiada. Salimos al Paseo Dos de Mayo. Aquí se supone que tenemos que ir por tierra, pero como ha llovido por la noche, la mayoría de nosotros nos subimos a la acera, no nos fiamos de poder encontrar barro y tener una mala caída. Justo antes de girar hacia la calle Botifuera pita el primer kilómetro (4'05''). Los kilómetros no están marcados, así que habrá que fiarse del reloj. Ahora sí que entramos en un camino de tierra que, a la vista, parece ser en ligera cuesta arriba. Miro de reojo a los que vienen detrás, Félix y el otro veterano vienen muy cerca. En ese momento, cuando todavía el cuerpo no ha entrado en calor, decido hacer un pequeño cambio y buscar ya bajar a 4' minutos pelados. Hasta ahora, evidentemente, no he percibido el esfuerzo, y la carrera se deja disfrutar. Pronto me doy cuenta de que Javi se ha quedado detrás y Maxi sigue paralelo a mí. Nada más pisar asfalto de nuevo, nos dice el Garmin que vamos a 3'57'' ... uf, no me estaré pasando, pienso entonces... mirada de reojo a las pulsaciones, 159, no está mal.

Calle Rodríguez de la Fuente, mantengo el ritmo, concentrado en la cadencia de zancada, un par de giros fáciles y llegamos al tercer kilómetro, 3'58''. El circuito me está gustando mucho, aunque ahora vienen algunos giros de 90 grados y la única subida (por llamarla de alguna manera, ya que apenas son unos 150 metros), antes de pasar por el cuarto k. Maxi lleva la respiración muy fuerte, así que le pregunto si va bien "si, si, genial"" me contesta, e inmediatamente empieza a quedarse unos metros. Yo dudo en seguir a mi ritmo o esperarlo, pero, conociendo a mi compañero, pienso que posiblemente me frene más de la cuenta y vengan "los del pelo blanco" a darnos caza. Sigo, 3'54'' el cuarto km.

Pasamos la Calle Santa Ana, cruzamos la travesía, bien asegurada por Policía Local y vamos hasta las Vías Verdes del Trenillo. Aquí nos encontramos con adoquín, jardines y algún que otro poste para esquivar. Nada demasiado peligroso si vas de uno en uno, lo chungo sería ir en grupo (y deprisa). Pronto diviso el arco de meta. 

Hasta ahora he llevado a otro corredor más joven unos 10 metros por delante y voy manteniendo la distancia todo el tiempo. Es local, y el poco público que hay en las calles lo va animando.

Llegamos al arco de meta, miro el crono de reojo y creo ver 19'40''. Voy 5 segundos más rápido la primera vuelta que en Herencia el mes pasado. Pero las sensaciones, por contra, no son para nada parecidas. Hasta aquí, ha sido coser y cantar. Unos metros después pita el reloj, 3'59''.

Comienzo la segunda vuelta pensando si podré mantener el ritmo, o si, tan solo hago el mínimo esfuerzo necesario para mantener la posición, ya que, por lo que parece, voy el primer veterano B. Con estas dudas rondando en la mente, hago el sexto kilómetro en 4 minutos justos. Vuelvo a mirar el pulso, 159. Leches, pero si voy de lujo y mantengo pulsaciones!! venga, fuera dudas, acelera un poco hombre!!

El joven que va delante no se deja atrapar, mis perseguidores más inmediatos, a los que no dejaré que me alcancen, son Maxi y Javi. Las piernas responden de lujo, los pulmones van sobrados, los pájaros cantan...jajaja qué más se puede pedir!!

Kilómetro 7 en 3'53''. Empiezo a doblar a los andarines. Hay calles muy anchas en los que no es problema rebasarlos, pero en otras tengo que pedir paso para que me dejen un hueco. Un paisano le dice a mi predecesor que va sexto de la carrera, y a mí, que soy el séptimo. Claro, había alguno delante entre los que disputaban solo una vuelta, de ahí que esté tan arriba. Eso me anima todavía más y entre pitos y flautas, llego al 8 en 3'51''. Esto es ya pan comido. Voy genial de fuerzas y empiezo a soñar con hacer mejor tiempo que en Herencia (39'18'', para quien no lo sepa).

Al contrario de lo que he hecho otras veces, en lugar de intentar adelantar al sexto, lo tomo como referencia y sigo manteniendo todo el tiempo la misma distancia. No es de mi categoría y hoy no es mi guerra ganarle. Eso si, como se ponga a tiro, no perdono. Pasamos el 9 en 3'57'', y justo cuando cruzamos la travesía, se gira y me ve. Acelera. Vaya, esto no me lo esperaba yo. Pues nada, yo acelero un poco también.

Solamente nos queda un giro hacia las Vías Verdes y la carrera está hecha. Decido ir aumentando el ritmo progresivamente, pero tampoco sin matarnos, no hay necesidad. El paisano no se deja pillar, es un tío duro, bien por él.

Cuando vuelvo a divisar el arco de meta miro el reloj 38 y poco. Joer, no soy capaz de calcular el tiempo final, pero creo que va a ser similar a Herencia. Últimas zancadas y finiquitado. Dejo pasar unos tres segundos antes de parar el reloj, para ver si, con suerte, me mide los 10 km, pero nada, se queda en 9'9 ... espera, oh, sorpresa, tampoco veo un 39, son 38'56''!!!! bua, menuda alegría!!

 Vídeo cortesía del amigo Gonzalo:

.

Después de un buen rato, consigo hacer una foto a la clasificación de la prueba. He sido primer veterano B, Félix segundo y el tercero, el "desconocido que me miraba de reojo en la salida".



El amigo Maxi, que tío más duro!!

La próxima será el 10 k en La Puebla de Almoradiel, pero la película será diferente y habrá que contarla...



lunes, 16 de septiembre de 2024

47 Carrera popular villa de Herencia, 15-09-2024

 Cita obligada. Ni ferias ni leches. Estando sin dolores y con el día libre, hay que correr en Herencia. Y no porque sea un circuito rápido, precisamente, hay muchos giros bruscos, con sus consiguientes cambios de ritmo, mucho falso llano, que va pasando factura si no te controlas, un tramo en el parque, el cual, según dicen, te deja KO... tampoco es que el público se vuelque y estén las calles abarrotadas, más bien hay poca, poquísima gente animando. Pero lo tenemos aquí al lado, los amigos del Molino Parra siempre lo dan todo para que esto funcione Y YA SON 47 EDICIONES.

El caso es que después de correr en el pueblo con tan buenas sensaciones, continué entrenando bastante. Ha habido días de todo, muchos de ellos muy contento con mi rendimiento, pero también otros en los que no podía con las zapatillas. Pero a Herencia llego con los deberes bien hechos, y mi cuerpo lo sabe.

Me había comprometido con Toni para ayudarlo a bajar de los 40 minutos. Pero, cuando nos vimos en el parque, me dijo que seguramente él no iba a estar a la altura (se ve que un churro a última hora en la feria le pasó factura). Me liberó de mi compromiso y me animó a correr mi propia carrera. No obstante, le dije que me acompañase al principio, pues quería hacerlo con conocimiento y salir no más rápido de 4'10'' el primer km, ya que hay tiempo de sobra para recuperar esos segundos del inicio.

La fortuna volvió a sonreírme a mitad del calentamiento, ya que nos encontramos al amigo José Torresano. Le cuento el plan y acepta encantado de acompañarnos. Me comenta, irónicamente, que viene fresco, ya que el día anterior "solamente" se ha hecho casi 20 kms andando con un desnivel considerable (trae las piernas de arañazos de las zarzas que parece que se ha peleado con un gato).

A la carrera:

Nos colocamos en primera línea. Somos casi 100 inscritos. He estado mirando entre los de mi categoría y tengo dos huesos duros de roer, Antonio Mora (un galgo inalcanzable "de momento") y José Ramón, al que pude ganar en Villafranca. Pero hoy corre en casa y va a darlo todo, de hecho, su carrera será bastante influyente en la nuestra.

Salimos. Parece que vamos gestionando bien el inicio, pues rápidamente nos adelantan varios atletas entusiasmados. Un primer vistazo al crono en la primera recta y la cosa no pinta mal, aunque vamos unos 5 segundos por km más rápido de lo planeado.

No me he fijado bien en los que llevamos delante, pero con toda seguridad va Mora, puede que algún otro superveterano y unos 10 metros por delante, Joserra. Antes del primer mil nos pegamos a dos chavales (juveniles, solo dan una vuelta), los cuales nos hacen perder el ritmo tan bien controlado y fluido que va marcando mi compañero José. Se van cruzando de lado a lado en cada esquina y no nos ponen nada fácil rebasarlos. De hecho, tenemos que aprovechar el final de la Calle Cervantes (que pica hacia arriba) hasta Alonso Quijano, para dar un apretón y dejarlos atrás. En ese momento comienzan mis piernas a dar un ritmo inesperado. José me va diciendo todo el rato "vamos muy deprisa Eladio". Cierto, le contesto, pero apenas aflojamos. Joserra sigue ahí, a tiro de piedra, con una marcha fácil y constante.

Cuando puedo miro de reojo y veo que Toni se ha dejado caer unos metros, pocos, pero suficientes como para no poder aguantar nuestro paso. Adelantamos a una mujer (Gema, de Quintanar) que ha ido por delante todo el rato. Vamos pasando calles, girando, esquivando macetas en la Plaza... José dice que esto parece una gimkana...

En un momento dado se une a nosotros un corredor local, más joven, que no deja de hablar y saludar a los pocos vecinos que han salido a dar ánimos. Me da cierta envidia poder ir hablando tanto, pero yo voy tan concentrado, guardando la distancia con Joserra, que hasta se me olvida mirar el gps.

En realidad, a sabiendas de que en Herencia no me mide bien la distancia, tan solo echo un ojo, si se puede, al cronómetro, cada vez que pasamos los kilómetros marcados por la organización.

El tercer km es en ligero descenso. Vamos muy rápidos Eladio. (si, pero no cogemos a Joserra).

Las piernas van respondiendo, el corazón va a ritmo de competición y la boca la llevo seca ¡lo que hubiera dado por un sorbito de agua en este momento!.

Giramos hacia la Avenida Alcalde José Roselló, kilómetro 4. De momento la cosa sigue igual, Joserra ahí mismo, el chaval de Herencia hablando (ahora algo menos) y José ... vamos muy rápido Eladio. El ex-corredor, Toni, está aquí haciendo fotos, e inmortaliza el momento:

Todavía somos capaces de sonreír, eso significa que podemos dar más caña.

Llegamos al parque. A todos les frena la arena, les deja sin fuerzas. Personalmente, apenas percibo esa diferencia. Supongo que bajo instintivamente el ritmo lo suficiente como para no castigarme más que en el asfalto. Eso si, el giro de 180 grados es criminal. Salimos del parque y completamos la primera vuelta. Miro el crono, que marca 19'45'', es decir, unos 20 o 25 segundos por debajo de lo previsto ...vamos muy rápido Eladio.

Cojo una botella de agua en el avituallamiento y me bebo casi la mitad. Me da la vida.

Recta de la Avenida Pablo Iglesias, confío en que, en pocos metros, daremos alcance a Joserra, pero nada, no le recortamos ni un centímetro. Al menos todavía me encuentro bien de fuerzas, aunque, he de reconocer que, comienzo a dudar de que pueda terminar al ritmo que estamos llevando.

Callejeamos, volvemos a subir por Cervantes e intento acercarme a Joserra. Imposible, parece que me lee el pensamiento y en los tramos de bajada acelera igual que nosotros. No desfallece.

Llegamos al km 7. No me da la vida para mirar el cronómetro. Este sería el punto crítico de un diezmil. Si aquí has llegado mal, prepárate, que te vas a cagar patas abajo. Eso dice la teoría, pero ¡ay, amigo! aquí hay muchos kilómetros pateados en agonía, voy a darle una oportunidad a este cuerpecito mío de demostrar que todavía queda algo de ese espíritu competitivo que tantas veces me ha poseído.

José vuelve ha hablarme, pero esta vez, en lugar de decir que vamos rápido, me suelta "voy jodido, tírale, que a Joserra lo pillas". Con la mano le hago un gesto de calma y le digo lo haré en la última bajada. Conozco bien esa parte del pueblo y acelero para dar alcance al herenciano antes de los giros de calles que hay entre el 8 y el 9. (en línea de meta me contaba entre risas que escuchaba, preocupado, mi respiración cada vez más cerca). Confío en poder llegar juntos al parque y allí lanzar un último ataque.

Volvemos a la Avenida Alcalde Roselló, me coloco a su lado y no recuerdo siquiera haberle dicho algo. Justo entonces se pone detrás de mí y me deja descolocado. No esperaba ese movimiento por su parte, así que esperar al último kilómetro para hacer un fuerte cambio de ritmo no parece una opción viable. Me ha devuelto la jugada y ahora soy yo el que marcará el ritmo y seré la presa.

Pues nada, cambio de planes. A falta de más de un kilómetro, acelero.

De nuevo vemos a Toni, haciendo fotos.

Pasamos la rotonda del Perlé. Varios vecinos animan a Joserra, todavía lo tengo bien cerca. Continúo más rápido, voy a aguantar todo lo que pueda hasta entrar al parque. Al pisar la arena, afortunadamente, las piernas siguen respondiendo y apenas necesito aflojar el ritmo para el giro de 180 grados. Ahora puedo ver a mis perseguidores, a los que he conseguido aventajar un poco. En los últimos metros lo doy todo.

En este punto de la carrera, había olvidado por completo el cronómetro, el objetivo de bajar de 40 minutos. Y es cuando veo el arco de meta el momento en el que se me viene a la cabeza. Instintivamente, acelero todavía más y al ver el cronómetro me quedo perplejo. Cruzo en 39'16'', con el corazón que se me sale por la boca y con una enorme satisfacción por haber corrido tan rápido en un circuito tan difícil.

La guinda al pastel es haber conseguido el segundo puesto en superveteranos. José tercer veterano y Joserra podio en locales.


Buena bolsa del corredor, con camiseta 42k, buen sorteo después de las carreras de menores. Como digo al principio, hay que venir a Herencia.



lunes, 26 de agosto de 2024

26 carrera popular Las Lagunas de Villafranca, 25 de agosto de 2024

 

Todo un año esperando que llegue este día. El Club de Atletismo Las Lagunas de Villafranca, del que formo parte, prepara a conciencia este evento que atrae multitud de corredores de todas partes. Normalmente, el que participa una vez, repite. Y el 25 de agosto fuimos más de 1000 (entre todas las categorías) los que quisimos disfrutar de nuestro deporte favorito, correr.

Como cada entrada del blog, voy a contar mi versión particular, procurando no extenderme demasiado, para no aburrir.

Llego en un estado de forma aceptable, pero lejos de conforme me encontraba a principios de año. Las circunstancias personales me hacen decidir acompañar a alguien que esté más o menos como yo, pero procurando no meterme presión, e intentando salir a disfrutar como lo he hecho en prácticamente todas las carreras que hago fuera de casa. No tengo como objetivo subir al podio, aunque mis compañeros de club siempre me animan para conseguir tan preciado trofeo, claro está, en categoría local.

Decido entonces acompañar a Uti (Local Leyend), ya que en Tembleque se le dio muy bien y debemos estar parejos de forma actualmente. Aquí andamos charlando mientras calentamos:

Como cada año, no doy a bastos en saludar a todos los amigos que vienen a correr, más consigo sacar un hueco para un fan especial, mi padre:


Mi hija, Alicia, se ha prestado a guardarme el agua y la mochila para que, en cuanto acabe, pueda seguir colaborando con la organización del resto de carreras.

Poco antes de comenzar encuentro a José Torresano y Javier Sánchez, unos amigos de Puebla (de los que ya os he hablado otras veces), que son “buenos galgos”. José dice que no está bien de forma (cosas de las vacaciones) y Javi está preparando el maratón de Valencia. Se apuntan a ir con nosotros, marcando el ritmo, cuando les cuento nuestro propósito (ir entre 4’10’’ y 4’20’’).

Foto de grupo del Club:


Nos ponemos muy delante, casi en primera fila. Se da el pistoletazo y salimos arreando. Enseguida nos adelantan muchos por el lado derecho, pero nosotros sabemos mantener la calma, aquí hay muchas carreras de experiencia y no nos dejamos llevar.

Pronto llegamos al camino de tierra y picamos el primer kilómetro en 4’09’’. Apenas le doy importancia al ritmo, ya que el amigo Torresano se ha puesto a contarnos chistes y hasta casi se nos olvida que vamos corriendo. Comienza una subida suave hacia las lagunas y Uti nos advierte que bajemos un poco la velocidad. Sin problemas, 4’19’’ para el segundo km. Casi sin darme cuenta doy unos pasos más largos que el resto y me pongo ligeramente a tirar del grupo. Casualmente, un ciclista de Puebla, amigo de nuestras liebres, captura el momento. No puedo resistir ponerme a bromear sobre ello y amenazar diciendo que en la crónica iba a poner que era yo el que tiraba del grupo jajaja

Nada más terminar la cuestecilla, nos adelanta José Ramón, nuestro vecino de Herencia, con mucha facilidad. No quiero tomarlo como referencia, ya que últimamente, va más rápido que yo, así que podríamos desfondarnos si lo seguimos.

Llegamos a las lagunas y cogemos una botella de agua en el avituallamiento. Hace mucho calor y no hay que descuidar hidratarse. El hecho de tocar de nuevo asfalto nos ha acelerado ligeramente y llegamos al km 3 marcando 4’06’’ de ritmo. Voy echando un ojo de vez en cuando al pulso y, de momento, va bastante controlado. El caso es que hasta ahora no tengo la más mínima sensación de cansancio (estoy seguro que es por la buena compañía).

Entramos a la arena y Uti me señala al que, en estos momentos, va primero de mi categoría en locales, Toni. Está a unos 70 metros y parece que poco a poco vamos acercándonos. Esta zona es, evidentemente, más lenta que el asfalto, así que el cuarto kilómetro lo hacemos en 4’09’’.

Durante el trayecto por dentro de las lagunas, voy mirando constantemente al suelo, no quiero pisar en zona irregular y llevarme un disgusto, así que no me percato de que hemos dado alcance a José Ramón y estamos a punto de sobrepasarlo.


David Villalba anda escondido haciendo fotos, y me pilla desprevenido, me saca muy serio jaja. Ha hecho un trabajo espectacular y consigue unas imágenes estupendas, muchas gracias.


 

Justo antes de salir de nuevo al asfalto alcanzamos a Toni. Me pongo a su lado y le animo para que se una a nosotros. Miro hacia atrás y me percato de que ahora soy yo el que va tirando de verdad del grupo y parece que se va deshaciendo. Confío en la fuerza de mis amigos y continúo, a ver si con suerte nos reagrupamos. Llegamos al km 5, 4’09’’. A la altura del bar la abuela alcanzo a Isidro y también lo animo para que nos acompañe. Me mira sonriendo y pienso que va guardando fuerzas para terminar acelerando. Me adelanto un poco para avituallarme de nuevo. Cruzamos la carretera y volvemos al camino de tierra. Pico el km 6 en 4’08’’.

Hasta aquí me he encontrado bastante bien de fuerzas. No me está afectando el calor y el pulso también va muy controlado. Aprovecho la ligera cuesta abajo y paso el km 7 en 4’03’’.

Giro hacia el campo de fútbol, de nuevo asfalto. Hace rato que no miro hacia atrás, pero ya me he percatado de que he aventajado a mis compañeros. A cierta distancia iba viendo a Juanan, por delante, y juraría que le he ganado unos metros, pero hoy no es día de darse calentones para recortarle unos segundos al crono, voy disfrutando por lo bien que me ha respondido el cuerpo y no le voy a dar un castigo innecesario. Claro que, en cuanto paso el km 8 (4’05’’) y, a sabiendas que apenas quedan escasos 500 metros, las piernas parecen tomar vida propia y se aceleran para afrontar el último tramo ya por debajo de lo 4’ el mil.

Y ahora si, ahora veo a los fotógrafos, así que hay que poner buena cara, la que refleja lo bien que lo he pasado en esta edición.

Esta foto que me hizo Ali ME ENCANTA:

Y esta la hizo Vero, gracias sobri:



Consigo el primer puesto en veteranos B locales (45 a 55 años). Uti llega poco después, alzándose como vencedor de veteranos C de la general ¡Enhorabuena!

Aunque ya lo hice tras la carrera, de nuevo quiero agradecer a las liebres de lujo por su compañía. Este año también correré en Puebla, sois geniales.




Próxima parada, el 10 k de Herencia.