jueves, 30 de octubre de 2008

Todos los días no es fiesta

Ayer fue un buen día, si señor. Hoy no.
Esta mañana me dolía todo el cuerpo, sobre todo las rodillas. Mis meniscos funcionan de dolorido barómetro demasiado bien. Claro que también influyó la carrerita de ayer.
Cuando me preparaba esta tarde para correr ya iba predispuesto a pasarlo mal. Un día tan solo regular en el curro, el frío y los dolores han hecho que no fuese con las ganas de siempre a correr.
Por si acaso me abrigo ... pero me decanto por un fino chubasquero a modo de cortavientos en lugar de una sudadera (mala elección).
Salgo con el viento a favor y antes de recorrer mil metros los dolores han desaparecido. Voy bien, aunque tranquilo y prudente, se que los 14 kms de ayer hoy pasarán factura. Voy mirando el pulsómetro todo el rato, y cuando me aproximo a las 150 PPM bajo el ritmo. Me doy la vuelta en el km 5 y aquí es donde echo en falta la sudadera. Un gélido viento de cara me obliga a correr cada vez más despacio.
Llego al km 7 muy cansado y muertecito de frío, todavía me quedan otros 3 para llegar a casa. Aprieto un poco, tengo que entrar en calor como sea. El esfuerzo dura poco, no soy capaz de mantener un ritmo decente y me cuesta un montón ir a 4'50'' el mil. El resto ha sido más de lo mismo, he disfrutado más bien poco.
Mañana a descansar.
La foto muestra como me encuentro hoy ...

2 comentarios:

Mildolores dijo...

Pues como estés como los rayos y truenos habrá que vigilarte de reojo, por si los ataques.
También mi madre dice eso de oler a rayos y truenos. Ja, ja.

Eladio dijo...

Hoy estamos mejor de ánimo. He dormido bien y me ha sentado de fábula ;)