A la llegada del frío la noche nos sorprende mucho antes de lo que quisiéramos. Es por lo que, a la que te descuidas, te encuentras entrenando bajo la luz de las farolas.
Hoy, poco antes de anochecer, es cuando me ha tocado a mi salir a correr, después de tres días de descanso forzoso. Bajo estas circunstancias, el circuito de entrenamiento se reduce drásticamente a los lugares iluminados y, curiosamente, podemos apreciar que nuestras queridas lagunas son el paraje perfecto, tanto de día como de noche. Hoy han sido 6 corredores con los que me he cruzado ¡quién lo iba a decir! Lástima que no he podido acompañar a ninguno, ya que cuando ellos iban yo volvía, y me ha tocado disfrutar de la soledad, como siempre.
El estrés en el trabajo y las prisas en casa han hecho que cometiera el error de no hidratarme absolutamente nada; me he pegado todo el día sin beber ni una gota!! y claro, este detalle se me ha venido a la cabeza cuando ya llevaba 1 km de carrera. Como uno es prudente (aunque de vez en cuando se me va la pinza), he decidido ir despacito, así que han caído 10 kms sin sufrir, en 49 minutos.
Mañana más.
Hoy no pongo foto, que la última salió demasiado grande :D :D
2 comentarios:
Si ej que hay que beber (agua) durante todo el día... por cierto, a mi también me pasa que salen las fotos enormes. Estará fallando el bló ;)
Me temo que habrá que quitar la foto en cuestión ... mira que me gustaba ...
Publicar un comentario