Mucho hierro y pocas nueces.

De viaje hemos estado hoy por Madrid. Hemos pasado junto al Bernabéu (¿se escribe así?), también por Príncipe de Vergara, y todavía se ve la línea azul que seguía el 26 pasado vestido de atleta; nada que ver con el insoportable tráfico que hoy me ha tocado sufrir, menos mal, poco rato.
Hemos acabado comiendo por Getafe (creo) en un centro comercial, en la cervecería La Blanca (o algo así). De primero un revoltijo de huevos, con gambas y trigueros que estaba estupendo, de segundo me he metido entre pecho y espalda dos entrecot, eso si, pasaditos, que si no me es imposible tragármelos.
Lo peor estaba por llegar: ¡más de tres horas sin descanso de tiending! aaayyy ommaaaa!!!
Con tanto ajetreo, yo sin beber agua en todo el día. Mira que lo tengo comprobado, como no beba, luego fastidio el entrenamiento.
Eran casi las siete de la tarde cuando por fin he podido salir a correr. Plan para hoy: un diez mil más o menos rápido ¡ja!
Calor, el isotónico rebajado con agua ardiendo, el estómago pesadísimo de tanto filete (menos mal que no le ha dado por intentar salir de nuevo por donde entró, solo me ha faltado eso). Las pulsaciones bien al principio, pero antes de llegar a la mitad ya pasaba de las 150. Acabo con más de 160 :( y recupero treinta y pocas al primer minuto. En fin, que a 4'50'' de media y hecho polvo.
Hoy había una bañista en las lagunas. Me están dando ganas de ir mañana con mi neopreno marca Decartón.