miércoles, 28 de agosto de 2013

XVII carrera popular Las Lagunas de Villafranca.

Según las expectativas. Fin. Así de sencillo, con estas cuatro palabras podría resumir perfectamente la decimoséptima edición de nuestra carrera popular. Y es que ha salido todo a pedir de boca. Gracias al hercúleo esfuerzo de la mayoría de los integrantes del Club de Atletismo Las Lagunas, hemos conseguido que, junto a nuestros patrocinadores y voluntarios, esta carrera siga estando en lo más alto de las pruebas populares de Castilla La Mancha. No es fácil reunir medios, dinero y apoyo humano para este tipo de eventos, pero cuando sobresale la iniciativa y las ganas de pasarlo bien, el resultado positivo está asegurado. Antes de nada GRACIAS, compañeros, voluntarios, patrocinadores, fotógrafos, fuerzas y cuerpos de seguridad, protección civil y en general a todo el conjunto de participantes, que este año sobrepasaron los 850. El año que viene seguiremos estando aquí, con la misma ilusión. Y ahora toca la parte que esperáis algunos de vosotros, aquella en la que cuento personalmente como me ha ido a mi. Espero no defraudaros y hacer que sintáis conmigo cada zancada. Después de haber arrancado la mañana con un temprano café en el bar de mis cuñados (Santa Ana), se pone en marcha el gran engranaje de la organización. Todo listo a las 9 para dar la salida de los andarines. Una vez han llegado prácticamente todos, a eso de las 10, arrancan juveniles, cadetes e infantiles. Aquí participa mi hija, Alicia. Pero no me será posible verla llegar, ya que falta tan solo media hora para que la prueba reina de comienzo y es importante hacer un buen calentamiento. Junto a Uti, Fillo y Javi (el Rapi), planeo mi estrategia, que será sencilla, salir flojo y acabar fuerte. Adelanto que nunca soy capaz de cumplirla … Llega la hora, foto oficial y el Alcalde de Villafranca canta el “preparados, listos, ya!” Me he situado muy delante y en el centro y me cuesta varios tropezones salirme a un lado para tratar de poner la velocidad de crucero adecuada. Antes de cruzar la carretera me adelante Fillo, bien, todo correcto. Justo en la Calle El Pez hace lo propio su hermano Javi y es aquí donde comienzan mis dudas. Espero a ver el parcial del primer kilómetro y luego decido si seguirle de cerca o aflojar … 3’38’’, aflojo. Al salir al camino de las lagunas veo que sigo a un ritmo demasiado elevado y trato de retenerme lo que puedo, pero aún así, paso el segundo kilómetro haciendo un parcial de 3’45’’. Como esto siga así lo voy a pasar muy mal, pienso. Vuelvo a bajar el ritmo, tampoco es cuestión de sufrir más de la cuenta. Sorbo de agua en el avituallamiento del km 3, nuevo parcial, 4’06’’, vale, está bien, pero tampoco te eches a dormir!!
Hasta aquí se me había ido unos metros Javi, pero cuando suelto la botella de agua me lo encuentro justo delante. Parece que va tocado y lo adelanto con cierta facilidad enseguida. A partir de aquí, intento subir de nuevo algo el ritmo, mi vena competitiva aflora, él corre en mi categoría y si soy capaz de despegarme en el tramo de arena de su presencia, tendré muchas posibilidades de llegar por delante en meta. Con este pequeño achuchón, paso el 4 en 3’52’’ y trato de concentrar mi vista en cada palmo del suelo, hay algunos agujeros y no quiero estropearlo todo. Con el cambio de firme, el quinto kilómetro estaba claro que sería algo más lento, y efectivamente pico 4’08’’. Rodeamos el aula de la Naturaleza y volvemos al asfalto. Al tratar de nuevo de ir más rápido noto que el calor y la fatiga me están haciendo mella, así que echo una miradita para atrás y compruebo que no viene mi rival más directo, he debido ganar muchos metros por la arena. Nueva estrategia, me relajo hasta el avituallamiento del km 6 y después ya veremos… Un poco antes de llegar al deseado oasis me espera Javi, un compañero que ha venido a echar una mano. Sus gritos de ánimo me dan un generoso empujón. Paso el 6 con el parcial más lento 4’19’’. Agua, subo la cuesta de San Isidro con calma y a repartir las fuerzas que quedan lo mejor posible.
He ido tras un corredor que viste totalmente de negro durante casi toda la carrera. Ahora lo tengo “a tiro”, acelero un poco y trato de alcanzarlo, pero se me resiste y apenas resto unos metros durante el regreso al pueblo. Pasamos el 7 en 4’04’’. Esto hay que mejorarlo. De nuevo lanzo un cambio de ritmo y voy a su caza, pero hasta el kilómetro 8, ya en la Calle El Pez, no soy capaz de cogerlo. Nada más percatarse de mi presencia me anima a seguirle, le quedan fuerzas para ir más rápido y tiene la intención de terminar fuerte. Pasamos el 8 en 3’45’’, pero no soy consciente de ello, voy tan concentrado que miro el reloj mecánicamente, sin enterarme de lo que leo. Mi acompañante cambia el ritmo, acelera, “no puedo contigo”, es mi respuesta, se gira y me sigue animando, pero sin aflojar ni un ápice. Llegamos a la Calle Santa Lucía; aquí están mis vecinas animando, venga un último empujoncito. Todavía sin encontrarle explicación, noto que me vuelven las fuerzas, soy capaz de acelerar. Un poco más delante va Toni, un conocido corredor de Herencia. Es muy competitivo y pienso que si le alcanzo me va a dar mucha guerra, no va a dejarse ganar por mi, y yo no estoy dispuesto a regalar una posición en la clasificación general en mi propia casa.
Llego a la esquina de San Marcos justo en el mismo momento de dar caza al corredor del Molino Parra (Toni). Pero ahora somos cuatro corredores los que giramos al tiempo enfilando para meta y yo no voy a ser el que cierre el grupo precisamente. Se nos ha unido un atleta de Membrilla que, a la postre, me hará dar todo lo que me queda en las piernas. A falta de 150 metros lanzo mi ataque final; la gente que me conoce empieza a gritar mi nombre animándome, el de Membrilla no cede, al contrario, me responde acelerando y ahora el público que llena la calle aplaude su esfuerzo. Pero no, no podrás conmigo, yo corro en casa y aunque no nos juguemos nada, mi obligación es pasar por delante en el arco de meta. En un último esfuerzo alargo lo que puedo la zancada, aprieto los dientes, cierro con fuerza los puños y entrego para todos los que allí se han congregado un poco de espectáculo. Paso por delante. El cronómetro se ha detenido en poco más de 35 minutos, consiguiendo con ello ser el 15º veterano A, tercer local de la general, 2º veterano A local y 35º clasificado de la general.
Poco después me entero que mi hija Ali ha sido 2ª en su categoría, primera local, la satisfacción es doble. Como encargados de la carrera de chupetines, Uti y yo nos llevamos a los participantes a la puerta del colegio. Después de dar las instrucciones pertinentes, los más pequeños salen disparados con unas ganas dignas de final olímpica. Mi pequeño, Roberto, también participa aquí, acompañado de su prima Paula, que lo lleva de la mano para que no se “desboque”.

8 comentarios:

Barroso dijo...

enhorabuena gran carrera y felicitar a tu hija por la posición que obtuvo en la carrera , con tu permiso sigo el .blog , saludos
http://lascosasdebarroso.blogspot.com.es/

Eladio dijo...

Gracias Barroso, no necesitas permiso para seguirme. Un saludo.

Lagunero dijo...

Sr. Eladio parece la moviola, con la repetición a cámara lenta de las mejores corrías.

Anónimo dijo...

Buenas tardes,narras la(tu)carrera que parece al estar leyendo que era yo el que esprintaba y alargaba la zancada en la llegada a meta.
La organizacion fabulosa que no debe ser nada facil en un evento tan multitudinario,que monton de sorteos.
El entorno de los tres km que bordean la laguna inmejorable seguro que no hay sitio mejor para entrenar(la carrera es otra cosa)
Y eso de correr a menos de 4´km debe ser la hostia.En fin felicidades por todo organizacion y carreron y aunque muchas veces no diga nada leo todos los comentarios y tratare de hacer siempre una reseña.A cuidarse amigo.
Federico

Eladio dijo...

Julián, muchas gracias.
Federico, lo primero, enhorabuena por tu podio. Me alegro que vuelvas a hacer comentarios. Ya sabes que viviendo aquí, es casi obligatorio entrenar en las lagunas, exceptuando los días que hacemos series, o cuando hace demasiado calor y nos vamos al cobijo de los árboles del parque. El sábado, salvo causa de fuerza mayor, tenemos otra carrera, no os despistéis que también habrá crónica.

Anukis dijo...

Un carrerón Eladio, sí señor, enhorabuena, todo entrenamiento tiene su recompensa y aquí lo tienes..

Anónimo dijo...

Como siempre muy chulo y poco me mientas

Eladio dijo...

Ana, muchas gracias.
A ti también "anónimo".