jueves, 17 de agosto de 2017

XL Marathón Popular Manchega Villa de los Molinos, Campo de Criptana, agosto de 2017.

    Estamos en la recta final de nuestra XXI Carrera Popular Las Lagunas de Villafranca. Lo ideal, de cara a afinar, es participar en alguna prueba un par de semanas antes, con el fin también de llegar bien descansado. Este año he optado por Campo de Criptana, ya que tengo la opción de elegir distancia, 5 ó 10 kms, y después de haber corrido en Membrilla y Tembleque (no hay crónica de estas pruebas), me decanto por la más corta.
    Hasta aquí he llegado entrenando bien, pero nada contento con los tiempos que voy marcando en las series. De hecho, a las dos pruebas que he mencionado antes, de las que no hay crónica, llegué poco motivado. En Membrilla, a pesar del calor, bajé de los 42 minutos en el 10 k, y en Tembleque preferí hacer de liebre a Mónica antes que salir a "degüello".
    Pero hay que cambiar el chip. Si uno no tiene ganas de competir tan cerca de nuestra carrera, se las inventa. Y algo así hice el pasado día 15. Mientras los compañeros Floren, Casero, Fillo, Mónica, Ignacio y Bienve se iban a Fuente el Fresno, en el vecino pueblo de Sara Montiel habíamos planeado correr Uti, Alonso, Alfonso, Lili y yo. Por desgracia, la delicada salud de la madre de Uti hizo que su vida se apagara la noche antes de la prueba, por lo que nuestro querido compañero causó baja en el grupo. Desde aquí vuelvo a presentarle mis condolencias, un abrazo, amigo.
   
    La mañana se presentaba muy calurosa. El recorrido está lleno de continuos sube-baja. Y los criptanenses corren que se las pelan... pero aquí hay "truco", los más rápidos suelen participar en el 10 k y no quedan galgos apenas para la prueba de veteranos (el 5k), extra de motivación.
    Tras los pertinentes saludos a Torres, Carlos Enrique, Mari Tere, etc., hacemos un pequeño calentamiento y nos colocamos en la señal del kilómetro 5. Nuestra salida se da cuando todos los del 10 k han pasado por este punto, y a la que te descuidas, zas!! al ataque!!
    Ando muy avispado y procuro colocarme muy delante, así aprovecharé la fuerte bajada que hay al principio para sacar una buena ventaja a los que vayan a correr a mi ritmo. Voy contando cabezas (con canas) y yo hago el número 4. En la primera calle que hay más o menos llana, antes de acabar el primer kilómetro, se pega a mi espalda otro veterano, pero no me adelanta. En principio pienso que voy a llevar acompañante para toda la carrera, pero en cuanto hacemos el primer giro y acelero para perder lo mínimo el ritmo que llevaba, se queda atrás. Miro de reojo el gps, voy a 4' "pelaos", de hecho, pico el primer mil en 3'58". Un poco más delante, en una subida, me da caza Lili, le veo corriendo con cierta facilidad. Es un hueso duro de roer, pero si alguno tiene que adelantarme, prefiero que sea un lagunero.
    No obstante, esto no ha hecho nada más que empezar, y las páginas de los 4 kilómetros restantes están en blanco. Y yo soy de los que le gusta llevar la pluma.
    Tras unos metros siguiéndome, pero sin dar ningún relevo, decido empezar a ponérselo difícil. En las subidas bajo ligeramente el ritmo, pero en las bajadas acelero con ganas. Y estas piernas largas con las que estoy dotado hacen que bajar conmigo se torne complicado...
    El segundo kilómetro cae en 4'10". Tiro de memoria para ver si estoy más rápido que hace dos años (el día anterior me estudié los tiempos de paso en cada kilómetro la última vez que corrí aquí), efectivamente, voy mejor. Nuevo puntito de motivación.
    Lili comienza a quedarse a varios metros y, aunque le voy animando para que me alcance (es una trampa, ya que acelero cada vez que lo hago), me hace señales de que siga yo hacia adelante. Por cierto, los tres que van delante han desaparecido, imagino que van mucho más deprisa que nosotros... En el avituallamiento procuro estar atento y coger una botella. Un pequeño trago y un poco de agua por la cabeza y como nuevo otra vez.
    Kilómetro 3, 4'12", vamos bien de fuerzas. Como mi carrera se ha vuelto táctica, apenas me fijo ya en el ritmo por cada mil. Solamente me preocupo de empezar las subidas tratando de aprovechar la inercia, aflojar ligeramente y acelerar en el último tramo. Si a continuación se baja, alargo la zancada todo lo que puedo. Si es llano, es entonces cuando me fijo en el gps para ir a 4 minutos. Todo esto unido, claro está, a alguna mirada de reojo para localizar a mi amigo Lili.
    La parte buena de esta carrera es que ya solo me quedan dos kilómetros. La parte mala es que voy genial de fuerzas y voy a subir las pulsaciones un poco más. De hecho, el cuarto mil lo marca el Garmin en 3'56", y es que la mayor parte de este kilómetro es con perfil favorable, excepto al final, que hay una empinada cuesta. Aquí volví a animar a Lili para que se pusiese a mi lado, pero al igual que antes, guardó las distancias.
    Como ya nos conocemos bien y sé de sobra que no va a tirar la toalla, pongo la última marcha para no tener que vérmelas con él en un sprint final. Aunque confío mucho en mí, el amigo es también muy rápido, y no quiero darle opciones.
    Penúltima calle, cuesta arriba, dándolo todo. Faltan pocos metros para llegar al final de esta calle y me quedo vacío, no tengo más remedio que aflojar muchísimo para hacer el último giro y encarar la recta hacia la meta. En apenas 10 ó 15 segundos recobro el aliento y comienzo la bajada a todo lo que puedo. Voy estrenando zapatillas, son unas Joma de las rápidas. Hasta ahora he ido pisando mucho de talón, pero toca probar entrar de metatarso. El resultado es buenísimo, son cómodas pise como pise. Y me hacen entrar en meta en 19'55", treinta segundos menos que hace dos años. Medalla de chocolate, pero muy contento por lo bien que me han respondido las fuerzas.
    Justo detrás Lili y Alfonso, luego otro veterano, y entra Alonso en octavo lugar. Lo hemos hecho todos genial.
    Ahora a "entrenar en secreto" hasta el 27... :-)

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