lunes, 27 de abril de 2009

32 Maratón de Madrid

Como toda buena crónica que se precie, comenzaré contando la historia desde la noche anterior a la carrera. Esta será la parte más corta, ya que, como la noche del viernes apenas había dormido, el sábado antes de las 12 caí en la cama completamente rendido y dormí como un angelito hasta las 5:05.
Todo estaba preparado, así que un rápido y liviano desayuno (en Madrid debíamos desayunar por segunda vez) y nos fuimos a buscar a Rosa.
Durante el viaje fuimos charlando todo el rato, se me hizo cortísimo. Llegamos muy pronto al Retiro, así que encontramos mucho sitio para aparcar, que era mi mayor preocupación.
Aquí comienza nuestra odisea para el segundo desayuno. Comenzamos a andar por la calle O'Donell, en dirección a la salida de la carrera ... no hay cafeterías. Llegamos al Banco de España (el lugar en el que habíamos quedado), seguimos buscando durante una hora y ¡nada!. No dábamos crédito a lo que nos estaba pasando ¿es que en Madrid no hay bares abiertos a las 7:30 de la mañana?
De esta guisa llegamos de nuevo al Banco de España a las 8:15, saludamos, nos hacemos fotos, más fotos, y más todavía.
Enseguida comienzo a meter prisas para buscar un buen sitio y conseguimos algo bastante aceptable a 5 minutos de la salida.
Me paso un buen rato mirando el cielo para ver a los 'paracas', pero no encuentro a ninguno. Mira que me hacía ilusión verlos, son parte de la prueba y no me gustó nada perdérmelo :(
Desde que dan la salida, la nota predominante es el frío. Voy congelado!! Para colmo, al cabo de un par de kms comienza a llover con algo más de alegría y esto me deja para el arrastre. Menos mal que en lo peor de la lluvia veo a una cara conocida: EmilioComunero. Nos saludamos y enseguida vuelve con la gente que le acompañaba.
A todo esto, el ritmo que llevamos es el planeado, en torno a los 5 minutos el km. Cuesta mucho mantenerlo, ya que vamos un grupo de 4 'cheleros' y hay mucha gente todavía aglomerada, cuesta bastante adelantar a otros corredores.

Después de varios kilómetros, el cuerpo se va calentando, ha dejado de llover y la carrera empieza a tornarse agradable, solo hay que ver nuestras caras:




Después del km 15 'la cosa' comienza a clarear, ya podemos ir en formación de a 4, charlando, contando chistes, intercambiando comentarios con otros corredores ... en fin, lo que uno hace en las carreras ...

Mirad que bien se lo pasaban Juanjo y Pedro:

Hasta aquí todo muy bonito, pero antes de llegar a la media maratón comienza mi particular calvario. Me duelen las piernas. Mucho. Me aguanto, todo lo que puedo; en llano y subiendo voy muy bien, pero bajando sufro bastante, para colmo, la entrada a la Casa de Campo es horrorosa, muy empinada, en obras, con adoquines a medias de poner ... temo que esto me va a dejar bastante maltrecho.
Ya en la CdC, Floren y Javi aceleran un poco. Me cuesta seguirles, así que no disfruto para nada de este lugar tan emblemático para los corredores madrileños. Veo el lago y recuerdo mis dos triatlones populares de Madrid, esto me da algo de fuerzas. También recuerdo perfectamente el Paseo de los Plátanos. La sensación al correr de nuevo por aquí es similar a cuando dejas la bici en tu primer triatlón y continúas a pie: no sabes si las piernas son tuyas o del que llevas al lado ... sigo con dolores. Decido tomar un ibuprofeno que, previsor que es uno, llevaba en el cinturón.
Km 30: empiezo a pensar que no llegaré al final. Mal asunto, ahora me fallan las fuerzas ... pero ... ¿como que no llegaré? después de tanto entrenamiento ¿voy a abandonar ahora? ¡ja! Utilizo una de mis técnicas de 'supervivencia': la sonrisa, agrando la mueca, comienzo a pensar en positivo y ¡voilá! fuera dolores, fuera cansancio, adiós Casa de Campo, hola pedazo de cuestarrón empinado que vas a acabar conmigo. Ahora se presenta por delante una calle empinadísima (no recuerdo el nombre), pero con mi recién reencontrado espíritu maratoniano y gracias al numerosísimo público que aquí se agolpa, subo y subo y subo sin enterarme. En realidad si que me entero y pongo mi mente a grabar esas imágenes: la gente haciendo un estrecho pasillo, gritando, aplaudiendo, llevándote en volandas hasta arriba. He coronado y no he sufrido lo más mínimo!! En este punto de la carrera descubro que quien no ha corrido el Maratón de Madrid no sabe lo que se pierde (hermanito, esto va por ti, una pena esa fascitis).
Poco después llegamos al Paseo Imperial. Se me antoja demasiado largo y demasiado empinado, pero podré sobrellevarlo y junto a mis tres acompañantes laguneros subiremos hasta arriba en un pis pas.
Hasta aquí hemos conseguido llevar un ritmo medio de 5 minutos el kilómetro, pero el cansancio y el resto de cuestas harán que aflojemos un poco antes de llegar al Retiro. Tengo una foto que demuestra lo malito que iba yo allá por el 37'5:

Alfonso XII: terrible, matadora, fulminante, muy empinada, aquí veremos de qué pasta estamos hechos. Bajo un poco la vista, aprieto los dientes, y sin dejar opción alguna a la derrota, subo encabezando el cuarteto hasta la mismísima Pueta de Alcalá. Pero esto me ha dejado ya para el arrastre y la calle O'Donell me supone un auténtico calvario. En cuanto aceleran mis compañeros lo más mínimo tengo que decirles que me quedo atrás, que me esperen.



Pasamos al Retiro, esto se acaba. Sara, la hija de Pedro, se nos une en nuestra entrada triunfal. Por megafonía anuncian que hemos hecho toda la carrera los 4 del mismo club juntos, la gente aplaude sin cesar, vemos a Marisa y Rosa entre el público, sonrientes, orgullosas de sus maridos, son unos auténticos campeones, y su mirada así lo refleja. Nos cogemos de las manos y las levantamos al aire mientras cruzamos la meta. Conseguido. Hemos vencido al frío, a la lluvia, a las cuestas, al 'tío de la vara' y hemos parado el cronómetro en tres horas, treinta y cinco minutos y once segundos, todo un logro para estos cuatro modestos corredores de un lugar de la mancha cuyo nombre es Villafranca de los Caballeros.

Pd.- Juanjo y Pedro llegaron pocos minutos después ¡enhorabuena campeones!

6 comentarios:

Javier Escudero dijo...

Eladio eres una puta maquina, enhorabuena, ahora a New York a vencer o morir, ja, ja,..
Un saludo y felicidades campeón.
Javi-Quero.

Eladio dijo...

¡Gracias Javi!
En NY no están preparados para recibir a un élite como yo jajaja

Landes dijo...

Por fin he sacado tiempo para leerte.

¡Enhorabuena! me apena que no hayamos coincidido. Una gran crónica, yo no se cómo serán otros maratones, pero la dureza de Madrid lo hace muy especial.

Eladio dijo...

Conozco el de Ciudad Real y es bastante llano de perfil, ideal para buscar marca.
Seguro que en la meta debimos coincidir, pero claro ... si nunca nos hemos visto las caras en vivo!!! ahora, al leer tu crónica y ver las fotos, veo que no te habría reconocido aunque hubiésemos chocado, jejeje.

Mildolores dijo...

Enhorabuena Eladio.
Me has hecho sudar leyendo la crónica. Hasta la media maratón todo bien, pero luego... ¡Joder, si estaba apretando los dientes yo aquí!

Eladio dijo...

Gracias Mildo. Llegamos todos con las fuerzas justas, si dura cien metros más ... no se yo ... Pero no voy a decir que sufrí, porque disfruté tanto con el público y con las calles de Madrid que el cansancio y los dolores (mil) quedaron totalmente eclipsados.