Un verano visto y no visto.

Hemos pasado todo el verano fuera, concretamente en Algeciras. Yo me desplazaba a Tarifa a diario a currar. La primera vez que me dirigí allí una imagen quedó grabada en mi retina para siempre, con toda seguridad; es la vista que ofrece la carretera que une estas dos localidades gaditanas del continente africano.

Cada día mi mirada se cebaba en tan espectacular paisaje lleno de contrastes, mar, montaña, bosque ... el ir a trabajar se tornaba fácil.

Pronto comencé a conocer a otros ciclistas, tanto en el trabajo como fuera del mismo, gracias al foro de Tarifabikes, Bey, Kedex, Taru, con los que tuve el placer de compartir algunas rutas por Tarifa y por el parque natural de los Alcornocales. También por la costa, subiendo a la Torre de Guadalmesí. O cerca de Algeciras, el faro de Punta Carnero.

Han sido unos 500 kms de bici disfrutados, desde el primero hasta el último.
Cuando intentaba correr lo pasaba mal, realmente mal. Comencé con dolor en la planta del pie izquierdo, que todavía sigue ahí, luego el derecho, que menos mal, ha remitido; me ahogaba, no podía. Preferí dejarlo para cuando regresara al pueblo, y ahora he comenzado con la 'puesta a punto'. De momento, mi hermanito quiere que hagamos la media maratón de Alcázar ... uf, solo de pensarlo me agobio, ya que estos días no corro más de 6 kms, y encima a medio gas. Nada, nos liamos la manta a la cabeza y pa'lante.
Atrás queda un verano con muchos y muy agradables recuerdos, un verano que no se repetirá jamás, un verano que ahora veo lejos, a unos 600 kilómetros de casa, pero en un lugar en el que me he sentido como en mi propio hogar.