VI Media Maratón de Almagro

Últimamente estaba cogiendo un buen estado de forma corriendo. Pero a tres días de la media un sospechoso dolorcillo de garganta me hacía temer lo peor. Tres días sin hacer nada, supercompensación ... cuando el ritmo previsto es uno asequible, creo que no necesito ni descansar el día de antes, pero bueno, mejor prevenir, no sea que lo de la garganta sea gripe y ni siquiera pueda ir a correr.
Llega el domingo y las sensaciones son buenas. Hace sol, pero viene una mareita fresca que nos hace ir con el chándal del club puesto hasta quince minutos antes de la carrera. En el calentamiento me encuentro una gran sorpresa, mi querido amigo Carlos (Nanuq), o mejor dicho, lo que queda de él, porque ha perdido más de 30 kg y está irreconocible. Su ritmo previsto de carrera es el mismo que llevaremos Antonio y yo, así que iremos juntos, al menos al principio.
Enseguida dan la salida, la calle es ancha y se producen pocas retenciones para los 600 corredores y corredoras que allí nos hemos decidido a pasar la mañana. Comenzamos alegres, por debajo de los 5' el mil (que era lo previsto), pero al ir todavía frescos apenas lo apreciamos hasta que al paso de cada km vamos mirando el cronómetro. Todos los kms están señalizados, aunque llega un momento en el que dudo seriamente de que estén bien medidos, pero eso no importa, con el paso de los años, uno sabe el ritmo que lleva sin necesidad de mirar el reloj siquiera. En cada avituallamiento vamos bebiendo pequeños tragos de agua, pero desde el segundo comienzo a tener molestias en el estómago. El ambiente de carrera y la compañía es excelente, por lo que trato de no hacer caso a estas molestias y seguir corriendo y disfrutando, pero antes de llegar a la mitad de la prueba las molestias se traducen en ligero malestar y cada trago de agua que tomo me sienta peor. Pero no dejo de beber, llevo la boca seca entre uno y otro avituallamiento. Por si 'la cosa' no iba ya mal, el mal estado del asfalto, hace que las piernas sufran de más, por no decir que una buena parte del recorrido es por adoquines ... voy penando.
La segunda vuelta de la carrera hubiera sido un suplicio si no hubiésemos llevado atrás un grupo de paisanos de Alcázar, con los que fuimos bromeando todo el tiempo. Hace ya un rato que no veo a Carlos, luego me dijo que se quedó acompañando a un amigo que iba algo tocado.
Los últimos kms voy totalmente vacío, sin fuerzas, pero los corredores de fondo tenemos siempre un as en la manga, sin saber como, somos capaces de aguantar más y más kms a pesar del cansancio, incluso atrevernos a subir el ritmo al final, para terminar adelantando (eso si, sin esprintar) a aquellos corredores que todavía llevamos delante, aunque nuestra modesta clasificación nos sitúe en mitad de la general.
Acabamos en 1:38:18, mejor de lo que habíamos planeado, contentos por el resultado.
Mención especial a la organización: un 10, perfecta, volcados con los corredores, en las calles que no había señalización, encontrábamos un voluntario, avituallamientos en carrera correctísimos, una bolsa bien 'apañada', bebidas, y berenjenas para picotear al acabar la carrera, vamos, que es para repetir.
Por la tarde estuve tumbado en el sofá retorciéndome de dolor abdominal (¿para que voy a ir al médico? si es que...).