martes, 1 de junio de 2010

Corrían otros tiempos

Era Abril del 88; si, de 1988. El equipo del pueblo de al lado (Herencia) nos invita a jugar contra ellos en su cancha, por entonces una pista de cemento al aire libre. Pero no tenemos 'selección local', tendremos que juntarnos unos cuantos amigos y acudir, por lo menos para quedar bien.
Dicho y hecho. Yo era el más joven, todavía no había cumplido los diecisiete ¡ni siquiera conocía todavía a la que hoy es mi esposa!; pero mi elevada talla, 1'86, excepcional para aquellos años en pueblos tan pequeños y mi labor de pívot, tanto en defensa como en ataque, hacían que mi presencia fuese poco menos que imprescindible. No era un jugador anotador, no. Mi labor se centraba en prohibir al equipo contrario encestar cerca de donde yo me encontrara, haciéndome especialista en taponar hasta al más 'pintao', no se me resistía nadie. En el ataque, el equipo contrario se centraba en bloquearme todo el rato, situación que explotaban al máximo mis compañeros (véase en el documento adjunto, que sólo hice 6 puntos en este partido). Pero eso no importaba, lo que verdaderamente nos enorgullecía era el todo, ganar divirtiéndonos, sin humillaciones, sin insultos, sin violencia, todos tan amigos a tomar una cerveza bien fría al acabar.
Pinchar aquí para ver el acta.

Hablando de mis entrenamientos, contar que estoy incidiendo en la bici y la natación. Cuando me ponga a correr voy a parecer una abuelita.

2 comentarios:

Mildolores dijo...

Dos meses llevo yo de natación y bicicleta. Aver si de una vez...

Muy bien, Romay, muy bien ;)

Eladio dijo...

Si si, dos meses, pero con alguna que otra competición de naaa de por medio, tipo Elche jejeje.
Miedo me das cuando ese tobillo deje de dar por saco ;)