martes, 27 de enero de 2009

Pasta, hierro y kilómetros


La pasta para comer, espirales de colores. Un buen plato para que el entrenamiento de la tarde pueda alargarse lo que yo quiera. Después una buena siesta ... madre mía!!! que día más perro!!!
Una vez con los pies en el suelo, y después de un cafetito con la parienta, me visto para correr sin pasar frío (luego he sudado de lo lindo).
Venga, ¿hoy cuantos? 12? no, 14? no, pues entonces 13'1, vale.
El ritmo: suave, para entrenar mañana por la mañana si fuese necesario.
Hace viento, y encima viene fresquito; pero tan solo dura unos 20 minutos, luego ha amainado un poco y la tarde-noche se ha vuelto muy agradable.
He empezado con fuerte dolor de cabeza y me ha durado justo lo que el viento: 20 minutos, luego todo ha mejorado.
Al volver para casa empiezo a pensar en la cena. A ver ... algo con hierro ... ummm ... ¿mejillones? ¡si! un bocata con pan precocido, de ese que hay que calentar en el horno!!! mmmmm ¡que rico! dicho y hecho, me hubiese comido al menos cuatro, pero claro, hay que sujetarse un poco jejeje.
Por cierto, hoy he visto en la báscula del baño 79'1 kg.

3 comentarios:

Landes dijo...

Mmmmm como suena eso del bocata de mejillones, me está entrando hambre y acabo de desayunar.

Mildolores dijo...

Ja, ja, ja. ¡Bocata de mejillones! Y hablando de pasta , de cafetitos... Está claro, has escrito la entrada con el estómago vacio después de entrenar, ¿No?

Eladio dijo...

¡Que va! ya había cenado cuando lo escribí! se ve que me quedé con hambre, je je.