Todo empezó con una invitación para ir a la pisci. Como buen padre de familia y tío a la vez, me hago responsable de Alicia, Carmen y Juvenal para ir a la pisci; después, todos se apuntan a entrenar conmigo la carrera a pie, eso si, ellos en bici ;)
A cada momento les voy poniendo normas y ellos aceptan y cumplen sin rechistar, he de reconocer que nunca los había visto portarse tan bien :P
La primera en la piscina: vosotros me dejáis nadar por una calle tranquilamente y luego hacéis lo que queráis, je je, sin problemas, estuvieron jugando todo el rato, sin agüadillas ni nada por el estilo. Por mi parte 800 metros que, a estas alturas del verano y sin haber nadado prácticamente en absoluto, me dejaron satisfecho.
Después tocaba correr. Estaban deseando, casi más que yo, lo reconozco.
Tras solucionar algunos problemas con una de las bicis, nos ponemos en marcha hacia las lagunas. El ritmo es tranquilo y me siguen en fila india ¡perfectamente coordinados!
Cuando tomamos el primer camino de tierra tenemos que hacer la primera parada obligatoria, ya que está muy mal y Alicia pierde el equilibrio ... no hay problema, hemos venido a pasarlo bien y así será. Bebemos agua y continuamos. En poco más de 500 metros llegamos a la ermita de San Cristóbal (foto); el cuenta kilómetros de Alicia indica más de 5 kms. Más agua, fotos y de vuelta a casa. Al llegar de nuevo al asfalto y viendo que mis jóvenes acompañantes responden bien de fuerzas, acelero el paso y consigo mantener durante dos kms un ritmo de 4'40'' el mil. Voy genial de pulsaciones y no me encuentro absolutamente para nada cansado. Llegamos al pueblo y vuelvo a bajar el ritmo para vigilar mejor a los ciclistas.
Total 51 minutos y medio con excelentes sensaciones y sin dolor de rodilla en absoluto!!! esto marcha!!!
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