Hacía apenas 30 minutos que el sol había salido esta mañana cuando ha comenzado mi entrenamiento. Así da gusto, sin los nubarrones que nos vetaban la luz todos estos días y que hacían que mis rodillas pareciesen las de un octogenario.
Gafas de sol y mp3. Me encanta esta expresión. Comienzo hacia un nuevo circuito, saldré por camino del Monte y a la altura del río Amarguillo giro camino de Herencia. Una vez alcanzo la autovía de los viñedos (CM-42), sigo por el camino de servicio paralelo a la misma. No tiene ni un metro llano, es todo sube-baja, aunque, eso si, las pendientes son pequeñas. Hace fresquito y una ligera brisa me da de cara todo el rato. El ritmo me parece pesado, pero es que todo el tiempo voy subiendo. Hay unos 20 metros de desnivel en los poco más de 5 kms que hago por el camino de servicio.
Al 10 llego en 49'15'' y aquí me doy la vuelta. Ahora voy más rápido, se nota el vientecillo y el ligero desnivel. Km 15: 1:13:06. Poco después vuelvo a los caminos de tierra y el ritmo sigue siendo bueno.
Ya en el pueblo, cuando me quedan unos mil metros para llegar a casa, la rodilla derecha (la operada) empieza a dolerme. Supongo que es por el malísimo pavimentado de alguna de las calles por las que corro, ya que ahora no me duele nada.
Paro el crono en la puerta de casa 1:37:00, 20 kms.
Muy contento.
2 comentarios:
cuidadin con la rodilla que tiene que llegar nueva a madrid je je
Tranqui hermanito, que la rodilla va a ir más en forma que nunca ;)
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